La ASCM concluyó que la institución educativa cumplió parcialmente las leyes e instrumentos jurídicos que regulan la aplicación de los recursos. Foto: Especial

UACM brilla por anomalías administrativas y falta de titulados

Autoridades fiscalizadoras revelaron que la universidad pública local incurrió en diversas malas prácticas administrativas y financieras durante el 2021

La Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM) está inmersa en irregularidades, de acuerdo con investigaciones de la Auditoría Superior capitalina (ASCM).

Según los datos, durante 2021 la institución padeció de malos manejos administrativos, financieros y diversos incumplimientos.

Lo anterior se suma a las críticas generadas contra la universidad por su bajo índice de estudiantes titulados.

El Gobierno del entonces Distrito Federal anunció la creación de la UACM el 26 de abril de 2001; tres años después, el 16 de diciembre de 2004, obtuvo su autonomía por medio de la publicación de la Ley de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, aprobada por la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF).

El organismo es una alternativa de educación superior incluyente, pues es pública y no solicita examen de ingreso para poder estudiar en ella.

Las anomalías

La auditoría ASCM/144/21, que realizó el ente fiscalizador en 2022 al capítulo de inversión pública, señala que en 2021 la universidad incurrió en programaciones presupuestales deficientes.

Según el documento, en ese año se aprobó un presupuesto de 20 millones de pesos para obras, pero hubo dos incrementos, primero a 20 millones 139 mil pesos y después a 21 millones 590 mil pesos, de los cuales se ejerció, devengó y pagó un importe de 20 millones 932 mil 800 pesos, el 97 por ciento del total.

De este modo, la ASCM detectó deficiencias en la planeación presupuestal debido a que 657 mil pesos no se ejercieron.

“Se identificó que en la programación de su presupuesto el organismo autónomo omitió considerar las necesidades de gasto en función de los compromisos por contraer y contar con una presupuestación eficiente que reduzca las solicitudes de adecuaciones presupuestarias. Debido a ello, se determinó que el sujeto de fiscalización presentó una programación deficiente de los recursos”, indica la investigación.

La segunda observación relevante hecha por el organismo fiscalizador es que la UACM no supervisó y no tuvo elementos para verificar una obra realizada a través del contrato UACM/COC/LPN/001/2021.

Además, no se le dio vista a la Contraloría General de la universidad sobre la ejecución de dicha obra.

“Lo manifestado por la Contraloría General de la UACM muestra que, debido a que no le hicieron de su conocimiento la suscripción del contrato y de su complementario, careció de elementos para programar la verificación de los trabajos de Construcción de las Redes Principales de Agua Potable, Contra Incendio, Agua Tratada y Red de Riego del Plantel Cuautepec.

“Lo cual denota deficiencias de control en relación con la comunicación al Órgano Interno de Control respecto a los instrumentos jurídicos formalizados”, menciona el documento.

Fallas en planeación

La ASCM también resolvió que la universidad careció de planeación y control de obras porque omitió incluir en el Programa Anual de Obras (PAO) de 2021 la “Construcción de las Redes Principales de Agua Potable, Contra Incendio, Agua Tratada y Red de Riego del Plantel Cuautepec”.

“Por lo que la UACM incumplió las normas 18, 27, 28 y 33 de las Normas en materia de Obra y Servicios Relacionados con la misma de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México.

“Además, omitió presentar los informes trimestrales sobre la evaluación de la Ejecución del PAO por lo que dejó de observar el numeral 32 de las Normas en materia de Obra y Servicios Relacionados”, menciona el órgano revisor del gasto.

La ASCM concluyó que la institución educativa cumplió parcialmente las leyes, reglamentos, lineamientos, manuales, procedimientos e instrumentos jurídicos que regulan la aplicación de los recursos en el capítulo 6000 “Inversión Pública”.

Por otra parte, la auditoría ASCM/143/21, hecha al capítulo 4000 de “Gasto de transferencias, asignaciones, subsidios y otras ayudas”, resolvió que la universidad creó más de mil 700 plazas de trabajadores sin autorización.

“Se determinó que mil 717 plazas carecen de autorización; además, las plazas de asesores, auxiliares administrativos, jefes de oficina, técnicos, enlaces, profesores y coordinadores de proyectos de diversas áreas, tampoco se encuentran relacionadas o autorizadas en la Estructura General Orgánica, en la Ley de la UACM o en los acuerdos referidos”, expone el documento.

En este sentido, la ASCM subrayó que el sujeto de fiscalización dejó de observar los artículos 17, fracción IV; y Quinto Transitorio, fracciones VI y VII, de la Ley de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México.

Pocos resultados

Al año, de acuerdo con las convocatorias para el ingreso de estudiantes a la UACM, se abren entre dos mil 400 y dos mil 600 lugares para los cinco planteles de la institución, cuyos ocupantes son seleccionados por sorteo.

No obstante, la tasa de titulación es baja y la cantidad más alta de alumnos que ha obtenido su grado profesional tuvo lugar en 2019, cuando 316 egresados se convirtieron en licenciados.

Esto quiere decir que, en el mejor año, apenas se tituló el 12 por ciento del número de alumnos que ingresan anualmente.

El bajo índice de titulaciones en la institución ha sido motivo de llamados por parte del Poder Legislativo local.

El 2 de diciembre de 2022 se llevó a cabo una mesa de trabajo entre legisladores locales y la rectora de la UACM, Tania Rodríguez Mora; durante su participación, el diputado Royfid Torres González, de la Asociación Parlamentaria Ciudadana, cuestionó la baja eficiencia terminal de la institución (cercana al siete por ciento) y pidió acciones para prevenir la deserción escolar y ayudar a la incorporación laboral de los egresados.

Al llamado se sumó la diputada del grupo parlamentario del Partido Acción Nacional (PAN), Claudia Montes de Oca del Olmo, quien dijo que es necesario revalorar las estrategias para aumentar los índices de titulación para los próximos años y sugirió depurar la matrícula de la universidad.

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