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Temen quedarse ‘a secas’

San Bartolo Ameyalco es un estado de sitio. Desde hace un mes no hay autoridad que pueda entrar a esta comunidad de la delegación Álvaro Obregón debido a la decisión de los vecinos.

Y es que aseguran que el jefe delegacional, Leonel Luna, pretende construir una obra hidráulica ahí, pero para llevarse el agua proveniente de los manantiales para la zona de Santa Fe.

La construcción del proyecto comenzó el 23 de diciembre pasado con la oposición de los habitantes del pueblo y suspendida por la sociedad el 14 de febrero en medio de un zafarrancho.

"(El agua del manantial) ¿a dónde la quieren enviar? No tiene ningún sentido y la delegación no nos ha querido explicar qué es lo que está pasando"
Silvia SumayaLideresa vecinal en San Bartolo Ameyalco
Los vecinos sostienen que el delegado se negó a mostrar los detalles de la obra, por lo que pidieron información al Sistema de Aguas de la Ciudad de México, donde desconocieron el proyecto
Los legisladores locales que tienen presencia en esa demarcación comprenden que los pobladores del San Bartolo Ameyalco impidieron el proyecto hídrico por falta de información 
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San Bartolo Ameyalco es un estado de sitio. Desde hace un mes no hay autoridad que pueda entrar a esta comunidad de la delegación Álvaro Obregón debido a la decisión de los vecinos.

Y es que aseguran que el jefe delegacional, Leonel Luna, pretende construir una obra hidráulica ahí, pero para llevarse el agua proveniente de los manantiales para la zona de Santa Fe.

La construcción del proyecto comenzó el 23 de diciembre pasado con la oposición de los habitantes del pueblo y suspendida por la sociedad el 14 de febrero en medio de un zafarrancho.

Ese día, las autoridades delegacionales mandaron a proteger la obra con más de 400 policías, mismos que fueron vapuleados por los vecinos inconformes, quienes se dieron cita en el centro del poblado.

Al respecto los legisladores locales que tienen presencia en esa demarcación afirman que el San Bartolo Ameyalco impidió el proyecto hídrico por falta de información y hasta especulación.

Incluso, que a raíz de ello los elementos de seguridad pública tampoco han podido ingresar al centro del pueblo debido a que los vecinos consideran que en cualquier momento la delegación reactivará la obra.

Se trata de una planta de bombeo que está a media construcción, que carece de estudios de factibilidad del agua y que está ubicada en la zona alta del pueblo de San Bartolo.

La postura vecinal

De acuerdo con la señora Silvia Sumaya, quien es lideresa vecinal de ese poblado, la intención original de la delegación era edificar la obra para llevar líquido a Ixtlahuaca, Torres de Tepito y parte del Poblado de San Bartolo.

“En mayo del año pasado tuvimos una reunión con el jefe delegación Leonel Luna, quien nos propuso tomar agua del manantial para abastecernos, pero con el tiempo nos excluyó”.

En entrevista asegura que a finales del año pasado simplemente empezó la obra con al menos 100 trabajadores que, “de la noche a la mañana, ingresaron varias máquinas para excavar”.

La preocupación de los colonos estriba en que el delegado se negó a mostrar los detalles de la obra y a ofrecer una audiencia a los vecinos afectados, por lo que pidieron información al Sistema de Aguas de la Ciudad de México (SACM).

Dijo que en esa dependencia se les informó que no tenían conocimiento de qué se pretendía construir ahí, y que nadie pudo mostrar algún estudio de factibilidad del agua para justificar el proyecto.

“Nos comenzamos a preocupar cuando vimos que la obra era en la parte alta y no en la baja, que es donde nosotros estamos”, expresó Sumaya, “peor aún fue cuando vimos que había tres sistemas de tubería.

“El problema mayor está en que de ese lado del pueblo, donde está la obra, es el límite de una barranca que colinda con nuevos edificios que tiene el complejo de Santa Fe.

“Y con tres tuberías de agua, ¿qué más puede pasar? ¿A dónde la quieren enviar? No tiene ningún sentido y la delegación no nos ha querido explicar qué es lo que está pasando”.

Advierte que engañar a la población con que se les va dotar de más líquido y al final llevar el agua a zonas de mayor plusvalía es una práctica común de los gobiernos delegacionales, lo cual no van a permitir.

Suspenden la obra

La noche del viernes 14 de febrero, los vecinos decidieron suspender la obra y colocar un  campamento, por lo cual se presentaron elementos de la policía capitalina para retirarlos y permitir retomar los trabajos.

Los uniformados ingresaron por la calle de Camino Viejo a Mixcoac para resguardar a trabajadores y maquinaria pesada que laboran en la obra, según las declaraciones de los colonos.

“El pueblo no está de acuerdo, la comunidad está muy caliente y no va a permitir que la obra llegue hasta acá arriba, nosotros tenemos un manantial que vamos a cuidar para nosotros”, dijo ese día a los medios de comunicación Jesús Nava, habitante San Bartolo Ameyalco.

Previo al zafarrancho entre las autoridades y vecinos, sonaron las campanas de la iglesia para convocar a los miembros de la comunidad. Luego bloquearon por varias horas el Camino Viejo a Mixcoac. Y después comenzó la pelea.

Hoy la obra tiene un mes detenida y no hay muestras de que el conflicto vaya a terminar.

El apoyo de la Asamblea

De acuerdo con los diputados locales, Jorge Zepeda, Polimnia Romana y Eduardo Santillán, el principal problema está en la falta de información por parte de la delegación.

En entrevista por separado, Jorge Zepeda dijo que los cuestionamientos del pueblo de San Bartolo son legítimos, porque se hacen cosas, tal vez con buenas intenciones, pero que parecen malas frente a la sociedad.

Detalló que una de las tareas básicas está en tomar en cuenta la opinión de los vecinos y ofrecerles toda la información necesaria para despejar cualquier especulación, que en este caso no se ha hecho.

Para Polimnia Romana, la queja tiene varios meses y resulta preocupante que los colonos todavía no cuenten con los estudios técnicos de factibilidad del agua que debe ofrecer el SACM.

Además pidió que se explique abiertamente el porqué hay tres tuberías en la construcción.

“Esos son elementos de peso que no se pueden pasar por alto entre los pobladores”, dijo Romana.

La versión de Eduardo Santillán, ex jefe delegacional de esa demarcación, va en el mismo sentido que sus compañeros de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal y anunció que desde ahí se dará seguimiento a ese tema.

La respuesta  

Por su parte, el jefe de la delegación, Leonel Luna, informó que la obra no afectaría el manantial ya que se está realizando en coordinación con el Sistema de Aguas de la Ciudad de México.

En diversas entrevistas detalló que la única intención es introducir agua a una parte importante de San Bartolo Ameyalco, ya que actualmente es insuficiente el abastecimiento del líquido.

“Buscamos generar las mesas de coordinación, de comunicación; sin embargo no fue posible, ya que se pretende tener reuniones con ellos para explicarles a detalle el proyecto”.

Y a esta casa editorial, la delegación explicó que las mesas de trabajo ya están avanzando y que en esas reuniones ya se les presentó el proyecto a detalle para despejar cualquier especulación.

Incluso, afirman que los verdaderos opositores a la obra son piperos que obtienen recursos a través del tandeo que se ofrece a la zona de San Bartolo, por lo cual se insistirá en la conclusión del proyecto.

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De la trifulca que se registró el miércoles pasado entre los vecinos del Pueblo de San Bartolo Ameyalco y el cuerpo de granaderos ya hay presuntos responsables: los dueños de pipas de agua.

Así lo aseguran el jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera; el jefe delegacional en Álvaro Obregón, Leonel Luna, y el secretario de Seguridad Pública del DF, Jesús Rodríguez Almeida.

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El repique de las campanas fue el preludio de la batalla. Un sonido inusual que solo sirvió para alterar a los vecinos de San Bartolo Ameyalco, que inmediatamente se reunieron, y así inició el enfrentamiento.

–¡Lárguense de aquí hijos de la chingada!– gritó hasta desgarrar su garganta una señora de figura robusta enfundada en una bata gris. Los lugareños replicaron aquel alarido.