La actitud de Samuel García ha ocasionado que no se cuente con equidad
entre todas las fuerzas políticas durante el proceso electoral. Foto: Especial

Un gobernador en la boleta

Pese a las sanciones y llamadas de atención, el gobernador Samuel García continúa tratando de incidir en la elección de este 2024, en la que su cónyuge, Mariana Rodríguez, participa como aspirante a la alcaldía de Monterrey 

Bajo el cobijo de la inoperancia del Instituto Estatal Electoral y de Participación Ciudadana y del pago de sanciones económicas impuestas por el Instituto Nacional Electoral (INE), el gobernador Samuel García no ha dejado de incidir en esta elección a favor de Movimiento Ciudadano.

La actitud del mandatario, quien debería ser el primer actor político en abstenerse de ofrecer opiniones en torno a los comicios, ha ocasionado que no se cuente con equidad entre todas las fuerzas políticas durante este proceso.

Esto pone de manifiesto que los órganos electorales han resultado inoperantes en Nuevo León, pues las faltas sólo han derivado en sanciones económicas, las cuales son pagadas con recursos de los ciudadanos.

En marzo, García acumuló un segundo exhorto del INE para no intervenir en el proceso electoral, después de promocionar desde su investidura al candidato presidencial de MC, Jorge Álvarez Máynez.

En su llamada de atención, el INE solicitó al gobernador que bajara un promocional subido a redes sociales, el cual fue retirado de las plataformas 24 horas después del exhorto de este órgano electoral.

El pasado 23 de noviembre, el INE le hizo un llamado al gobernador, entonces precandidato de MC por la presidencia de México, para que dejará de ofrecer declaraciones contra otros partidos, pues esto va en contra de la Ley Electoral.

Hasta la mitad de la campaña electoral y a menos de un mes de que iniciaron los comicios locales, ningún órgano ha escalado este tema hacia una sanción más severa.

García solo ha recibido una multa de 10 mil pesos por actos anticipados de campaña y precampaña en su aspiración presidencial, cuando aún se encontraba al frente del Ejecutivo estatal.

La intervención del Gobierno de Samuel García se extendió en el apoyo a su esposa, Mariana Rodríguez, pues empleados estatales acudieron a reparar una barda de la candidata de MC a la alcaldía de Monterrey.

Incluso, en el arranque de su campaña en el Cerro de la Campana, trabajadores estatales limpiaron la zona del mitin.

Órganos electorales inoperantes

El Instituto Nacional Electoral y el Instituto Estatal Electoral y de Participación Ciudadana, pareciera no tener ojos para vigilar estos comicios en Nuevo León, a pesar de que se está violando la Constitución mexicana.

La participación activa en esta elección local del gobernador Samuel García violenta el artículo 134 de la Carta Magna, pero, hasta el momento, no ha tenido una sanción que evite que siga interviniendo en los comicios.

“Los servidores públicos de la Federación, las entidades federativas, los municipios y las demarcaciones territoriales de la Ciudad de México, tienen en todo tiempo la obligación de aplicar con imparcialidad los recursos públicos.

“Que están bajo su responsabilidad, sin influir en la equidad de la competencia entre los partidos políticos”, dice este articulo.

Además, el mandatario utiliza recursos públicos para aparecer constantemente en medios, no solo desacreditando al PRI y al PAN, sino para ayudar a su esposa, Mariana Rodríguez, candidata a la alcaldía de Monterrey.

Este mismo artículo también establece que la propaganda, bajo cualquier modalidad de comunicación social, que difundan como tales.

“Los poderes públicos, los órganos autónomos, las dependencias y entidades de la administración pública y cualquier otro ente de los tres órdenes de gobierno, deberá tener carácter institucional y fines informativos.

“Educativos o de orientación social. En ningún caso esta propaganda incluirá nombres, imágenes, voces o símbolos que impliquen promoción personalizada de cualquier servidor público”, dice este artículo. Pero el mandatario no lo ha respetado.

Elección en riesgo

La elección local está en riesgo. La falta de recursos para la organización de los comicios pone contra la pared al Instituto Estatal Electoral y de Participación Ciudadana de Nuevo León, pues no se tiene un presupuesto de egresos para este año.

Sin embargo, la Secretaría de Finanzas y Tesorería, a cargo de Carlos Garza, intenta aplicar la reconducción presupuestal tácita del 2023, en la que no se contemplan recursos para la elección.

El funcionario plantea el reacomodo de las partidas presupuestales correspondientes a sus dependencias, organismos paraestatales, autónomos y poderes, en este caso para el Instituto.

El gasto de recursos que no se encuentran etiquetados para los comicios representa un desvío de recursos, delito por el que no solo el Instituto podría ser señalado, sino el tesorero del estado.

La aplicación de la reconducción presupuestal del 2023 tendría que haber sido aprobada por el Congreso, una situación que no ocurrió.

Te puede interesar