Regreso violento

Los enfrentamientos entre grupos del crimen organizado y autoridades en Tamaulipas ha dejado cerca 100 muertos en las últimas semanas.

Tampico, Ciudad Madero, Reynosa y Matamoros han sido las ciudades más golpeadas.

Distintos reportes gubernamentales revelaron que la violencia que se ha desatado en esta zona del país tiene que ver con una disputa al interior del Cártel del Golfo. Específicamente entre los grupos “Los Rojos” y “Los Metros”.

Sin embargo, esta semana fue el grupo delictivo de Los Zetas quienes protagonizaron un violento regreso. 

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muertos en enfrentamientos se registraron tan solo en las últimas dos semanas de abril

Los enfrentamientos entre grupos del crimen organizado y autoridades en Tamaulipas ha dejado cerca 100 muertos en las últimas semanas.

Tampico, Ciudad Madero, Reynosa y Matamoros han sido las ciudades más golpeadas.

Distintos reportes gubernamentales revelaron que la violencia que se ha desatado en esta zona del país tiene que ver con una disputa al interior del Cártel del Golfo. Específicamente entre los grupos “Los Rojos” y “Los Metros”.

Sin embargo, esta semana fue el grupo delictivo de Los Zetas quienes protagonizaron un violento regreso. 

Esto, luego de permanecer con un perfil relativamente bajo -tras la detención de su líder Miguel Ángel Treviño Morales, alias “Z40”, a inicios de la administración del presidente Enrique Peña Nieto-.

En entrevista radiofónica con Ciro Gómez Leyva, el vocero del gobierno de Tamaulipas, Guillermo Martínez, afirmó que el recrudecimiento de la violencia en el estado es porque “se está actuando” en una estrategia de combate frontal a los grupos delincuenciales.

El funcionario estatal aseguró que se ha reforzado la seguridad en varios municipios, como Altamira y Ciudad Madero, con la presencia de elementos de la Marina y de la Policía.

Señaló que el cambio en la estrategia de seguridad tras el nombramiento del general Arturo Gutiérrez como secretario de Seguridad Pública el estado, ha provocado reacciones violentas por parte de los grupos criminales.

“El general aprieta y empiezan a darse situaciones de enfrentamientos”, indicó Martínez.

Por su parte, el gobernador del estado, Egidio Torre Cantú, reiteró que el combate a la inseguridad es frontal y sí está dando resultados.

Durante un evento del Grupo de Coordinación Tamaulipas, el mandatario estatal dijo que los últimos acontecimientos de violencia son producto de la estrategia que se está aplicando contra los grupos delincuenciales, en coordinación con las autoridades federales.

Reaparecen en escena

El regreso de Los Zetas a la escena de la violencia en Tamaulipas se dio con la ejecución de un mando policiaco enviado por el Gobierno Federal.

El pasado 5 de mayo, fue asesinado en Ciudad Victoria, el coronel retirado del Ejército, Salvador de Haro Muñoz, quien se desempeñaba como director de inteligencia de la Secretaría de Seguridad Pública de la entidad.

Haro Muñoz y dos de sus escoltas fueron emboscados por hombres fuertemente armados.

Elementos del Ejército respondieron a la denuncia sobre un enfrentamiento y ubicaron, en una casa de seguridad, uno de los automóviles utilizados para asesinar a De Haro Muñoz.

Luego de un sangriento enfrentamiento entre miembros de los Zetas y elementos militares, el saldo fue de tres criminales detenidos, cinco ultimados y un militar herido.

Trascendió que uno de los delincuentes abatido por las Fuerzas Federales sería uno de los jefes de plaza de Los Zetas en Ciudad Victoria, conocido como “El Marrano”.

Informes extraoficiales aseguran que un día después del asesinato del mando policiaco, elementos de seguridad pública del estado fueron alertados de una “narcomanta” en las inmediaciones de la casa de gobierno, residencia del gobernador. Egidio Torre Cantú.

“SIGAN MANDANDO MAS PINCHEZ JEFES DE INTELIGENCIA Y SE LOS VAMOS A SEGUIR QUEBRANDO…”, decía la manta firmada por “Mando Zeta”.

¿Misión imposible?

La asignación de Salvador de Haro Muñoz a Tamaulipas, luego de fungir como comandante del Mando Único Policial en San Luis Potosí, correspondía a una medida preventiva del Gobierno Federal.

El exmilitar llevaba en Tamaulipas desde el 15 de marzo, dos días antes de la renuncia del secretario de seguridad pública de Tamaulipas, Rafael Lomelí.

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