Durante la misa que ofreció hoy el Papa Francisco en la Basílica de Guadalupe pidió por los padres mexicanos que han perdido sus hijos por el crimen y la violencia.
“…El corazón sufriente pero resistente de tantas madres, padres, abuelos que han visto partir, perder e incluso arrebatarles de manera criminal a sus hijos”, dijo el Sumo Pontífice.
En la homilía de hoy en el recinto religioso dedicada a la Virgen de Guadalupe recordó igualmente a los jóvenes excluidos y a los descartados por la sociedad.
“Jóvenes sin futuro expuestos a un sin fin de situaciones dolorosas y riesgosas…y ancianos sin reconocimiento, olvidados en tantos rincones”.
En esta sociedad, agregó el Papa, todos deberán tener lugar.
“En la construcción de nuestras comunidades, sociedades y culturas nadie puede quedar fuera”.
Al hablar sobre las apariciones de la Virgen al indígena Juan Diego y la esperanza que despertó en él y en todo su pueblo, manifestó que la esperanza sigue latente.
“Sigue dando esperanza de los pequeños, de los sufrientes, de los desplazados y los descartados, de todos aquellos que no tienen un lugar digno en estas tierras”.
Para este acto se repartieron 35 mil boletos y nadie ingresó a la basílica sin contar con este pase de acceso. El cardenal Norberto Rivera dedicó unas palabras al Santo Padre. El presidente Enrique Peña Nieto, el secretario de Gobernación, Miguel Osorio Chong fueron algunos de los que presenciaron la misa.
Tras la misa el Sumo Pontífice se dirigió al Camarín de la Virgen de Guadalupe, una habitación que se encuentra detrás de la imagen de la Virgen de Guadalupe y dedicó unos minutos de oración.
La homilía de esta tarde es el último acto oficial del día de hoy. Después se trasladará a descansar a la Nunciatura Apostólica y el día de mañana retomará sus actividades con una misa masiva en Ecatepec, Estado de México.