México cuesta arriba

Gane quien gane, el próximo presidente de México recibirá el gobierno en un escenario económico adverso. El proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación contempla para el 2018 importantes recortes en rubros claves como infraestructura, salud y educación

El próximo presidente de México recibirá un país con un escenario económico adverso por los niveles de endeudamiento, recortes en los principales fondos de infraestructura y programas sociales y con los remanentes de los recursos generados por la reforma fiscal implementada en este sexenio.

El proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación presentado el viernes pasado por la SHCP, contempla principalmente reducciones y recortes en los fondos de infraestructura, salud y en programas sociales como el Seguro Popular.

Un análisis del proyecto de presupuesto realizado por el Centro de Investigación Económica Presupuestaria (CIEP) advierte sobre la situación crítica que enfrentan las finanzas públicas y el escenario cuesta arriba que heredará este gobierno al nuevo mandatario de México.

Sin importar el color o la coalición que llegue a la Presidencia de México, estos recibirán un escenario complicado debido al endeudamiento que genera gastar más que los ingresos que genera el país.

“El próximo presidente mexicano se enfrentará a una situación frágil, complicada, con muchas presiones, con muchas decisiones en puerta muy difíciles que se tendrán que tomar como país a corto plazo”, advierte Héctor Villarreal, director del CIEP.

Según la Ley de Ingresos de la Federación (ILIF), estos representarán el 20.7 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), los gastos previstos en el Proyecto del Presupuesto de Egresos de la Federación son del 22.9 por ciento. El resto de los recursos se conseguirán a través de endeudamiento hasta el 2.2 por ciento del PIB.

“Desde 2013 hasta 2018, la deuda habrá crecido casi 10 puntos del PIB, esto es un crecimiento de 37.7 por ciento a 47.3 por ciento para el próximo año (…) además, este año es el máximo histórico del costo financiero de la deuda, es decir cuánto estamos pagando por intereses y comisiones, vamos a estar rondando en 2.9 por ciento del PIB, cuando hace dos, tres años, estábamos en 2”, dice el director de Investigación del CIEP, Ricardo Cantú.

Otra de las presiones que tendrá que enfrentar el próximo mandatario de México, será el tema de las pensiones, las cuales han tenido un incremento acumulado real del 37.3 por ciento en los últimos años.

Para 2018, las pensiones contributivas y las de programas sociales sumarán el 3.6 del PIB, o el 21.3 por ciento del total del presupuesto.

En otras palabras, el gasto en pensiones para el próximo año será de 793 mil 700 millones de pesos, el 94.9 por ciento de los ingresos petroleros previstos para el 2018.

Los especialistas del Centro de Investigación Económica Presupuestaria, coinciden en que la Reforma Hacendaria llegó a su límite y que los resultados de la Reforma Energética se verán a largo plazo, probablemente hasta el año 2023.

Ante este escenario, los recursos para hacer política pública se están agotando y aunque el presupuesto para 2018 será mayor que el de 2017, el incremento no alcanza para compensar el cambio demográfico.

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