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La última migraña de Ebrard

El convenio original está firmado directamente por Marcelo Ebrard Casaubón y el Embajador de Azerbaiyán, Ilgar Mukhtarov, el 13 de julio de 2011.

Sin reparar en las consecuencias que lo pondrían en la mira nacional e internacional, el jefe de gobierno capitalino, Marcelo Ebrard, signó el documento en el que recibe aportaciones económicas para la construcción de dos proyectos: Plazas Tlaxcoaque como un memorial a Jodyalí, y el Jardín de la Amistad con un monumento al dictador Heydar Aliyev.

México es el único país en América Latina con una estatua del dictador de Azerbaiyán, pero en su país hay más de 100, así como en Egipto, Irak, Uzbekistán y Kirguistán
Nada más lejos del DF que ese país en la región del Cáucaso, pero una estatua de su hombre fuerte podría crearle un conflicto diplomático a México

El convenio original está firmado directamente por Marcelo Ebrard Casaubón y el Embajador de Azerbaiyán, Ilgar Mukhtarov, el 13 de julio de 2011.

Sin reparar en las consecuencias que lo pondrían en la mira nacional e internacional, el jefe de gobierno capitalino, Marcelo Ebrard, signó el documento en el que recibe aportaciones económicas para la construcción de dos proyectos: Plazas Tlaxcoaque como un memorial a Jodyalí, y el Jardín de la Amistad con un monumento al dictador Heydar Aliyev.

Primero Marcelo Ebrard y luego tres de sus funcionarios, Martha Delgado Peralta, secretaria de Medio Ambiente; Felipe Leal, secretario de Desarrollo Urbano y Vivienda, y Daniel Escoto, Autoridad del Espacio Público, dieron luz verde a la instalación de las estatuas sin tomarse la molestia de investigar qué personajes eran y qué hicieron de bueno o malo para su país.

La aparente “inocentada” subió de tono cuando Mónica del Villar, integrante del Consejo Rector Ciudadano del Bosque de Chapultepec, advirtió a tiempo que una estatua en honor a Heydar Aliyev “no conviene a México, ni al gobierno del DF, ni a Chapultepec”.

Era el 28 de enero cuando la consejera hizo la advertencia de que el depositario de dicha escultura en el Parque de la Amistad México-Azerbaiyán, era considerado un dictador de aquel país.

Pese a ello, el GDF a través de José Campillo, director general de Bosques Urbanos, respondió que “no se tiene la posibilidad de detener los trabajos, se han establecido derecho y obligaciones entre las partes”.

Como parte de su explicación a los integrantes del Consejo Rector del Bosque de Chapultepec, el funcionario argumentó que “si en este momento se deja fuera el proyecto, tal vez traería implicaciones diplomáticas, aunado a que los trabajos de remodelación del espacio ya se iniciaron”.

También dijo a manera de intentar convencer a los opositores del proyecto que la República de Azerbaiyán es actualmente un estado reconocido por las Naciones Unidas y acreditado en México por la Secretaría de Relaciones Exteriores.

¿Qué más había que decir? Que el Gobierno del Distrito Federal ya había recibido 65 millones de pesos de la embajada de Azerbaiyán en México para que esos proyectos se consumaran.

En la sesión del 30 de marzo de 2012, como parte de los consejeros del Bosque de Chapultepec, Denise Dresser aclaró en las reuniones y comunicaciones entre los involucrados, que las relaciones diplomáticas deberían quedar aparte de las decisiones internas que afectan un espacio público como es el Bosque de Chapultepec, por lo que no se deberían confundir las cosas.

A la postura se sumó Beatriz Bugeda, quien desestimó la postura del GDF al descartar que pudiera generarse un conflicto diplomático por la cancelación de ese proyecto.

Mónica del Villar reiteró que el consejo rector emitía opinión negativa en ese momento y que dejaban sin efectos el primer acuerdo donde el proyecto de autorizó.

A partir de ahí se generó el acuerdo 05/2012 mediante el cual, el Consejo Rector acordó que, después de un análisis cuidadoso y a profundidad de las implicaciones que esta obra pudiera tener en el Bosque de Chapultepec y por considerar que el lugar propuesta en el Parque Gandhi es inapropiado para la colocación de monumentos que sature los espacios verdes, decidieron omitir “opinión negativa” sobre el proyecto.

La diferencia de posturas entre los ciudadanos y las autoridades fue evidente.

Para tratar de remediar la situación, la secretaria del Medio Ambiente, Martha Delgado, invitó a un desayuno a los consejeros del Bosque el pasado 2 de mayo de 2012.

De acuerdo con la relatoría de hechos efectuadas por los consejeros, ese día, Martha Delgado les expresó que no había podido reunirse con el jefe de gobierno para tratar el asunto.

Debido a lo anterior, los consejeros llegaron a la conclusión de elaborar un comunicado de prensa para abrir el tema a los medios y deslindarse del proyecto en cuestión.

En esa reunión, la consejera Mónica del Villar entregó a Martha Delgado un amplio expediente con información sobre el record en materia de derechos humanos y condiciones democráticas tanto de Ilham Aliyeb, actual presidente de Azerbaiyán, como de su padre Heydar Aliyeb, representado en dicha escultura.

Un mes después, el comunicado de los consejeros se hizo realidad. El 27 de junio de 2012 circuló en los medios “El consejo rector ciudadano del Bosque de Chapultepec se deslinda del proyecto Parque de la Amistad México- Azerbaiyán”.

En el documento, los consejeros Beatriz Bugeda, José Luis Cortés, Denise Dresser, Carlos Elizondo Mayer-Serra y Mónica del Villar reconocen que en un principio, valorando los beneficios para el lugar, emitieron “opinión positiva”, condicionada a garantizar las áreas verdes y la visual arquitectónica sobre dimensiones, condiciones que no fueron respetadas.

“Ya no volvimos a ver imágenes o maqueta alguna, motivo por el cual nuestra opinión seguía condicionada”.

Luego se sumó el conocimiento tardío de la naturaleza política y social que prevalece en el régimen de la República de Azerbaiyán por su notoria falta de democracia y excesos en materia de derechos humanos. Entonces vino la “opinión negativa”. Y para entonces, ya era demasiado tarde.

La estatua de la polémica sigue ahí. Felipe Leal, Martha Delgado y Daniel Escoto, funcionarios directamente implicados con el proyecto, no han dado luces de que el monumento vaya a retirarse del espacio público.

El convenio entre el GDF y la República de Azerbaiyán dice claramente que la permanencia del “Padre de la Patria de Azerbaiyán” será por lo menos durante los siguientes 99 años. La obra, así tal cual, rebasa a Marcelo, Mancera y los que siguen.

¿Acaso el GDF está dispuesto a regresar los 65 millones que el gobierno de Azerbaiyán le entregó? Poco factible cuando faltan escasos días para que Marcelo y su equipo dejen la administración. 

Sigue el memorial de los caídos…

Ya se discute otro proyecto. El Consejo Rector Ciudadano del Bosque de Chapultepec ya emitió opinión positiva para construir el “Memorial de los caídos por la violencia” que propuso el activista Javier Sicilia Zardaín.

A partir de lo acordado en los “Diálogos del Castillo”, ya realizan las gestiones para que el gobierno federal aporte por lo menos 35 millones de pesos para la ejecución de este proyecto.

En el acuerdo 07/2012 se habla también de efectuar un convenio con Conaculta para garantizar se dé mantenimiento al memorial de los caídos al menos por 10 años.

A diferencia del Parque de la Amistad, el “Memorial de los caídos por la Violencia” en el periodo de Felipe Calderón Hinojosa y la llamada guerra contra el narco, nace en medio de la polémica.

Javier Sicilia ha declarado que el monumento está fuera de los compromisos adquiridos en los acuerdos de Chapultepec.

El proyecto original contempla construir un auténtico memorial que lleve un proceso de recuento de víctimas con nombres y hechos.

Nada se sabe de una primera piedra, tampoco nada de los 35 millones que el gobierno federal entregaría para su construcción en el Bosque de Chapultepec. 

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El Gobierno del Distrito Federal (GDF) está atado de manos. En la víspera de su adiós, Marcelo Ebrard abre un nuevo frente de batalla, que podría terminar con repercusiones económicas a corto y largo plazo.

Se trata del conflicto generado por los monumentos erigidos en el Jardín de la Amistad y la Plaza Taxcoaque, que tienen a la administración capitalina en un verdadero dilema.

La presión de los vecinos de Polanco y el escrutinio público están complicando la relación diplomática con Azerbaiyán y la jugosa inversión que tiene proyectada para México.