En sus marcas…

Mientras algunos partidos como el PRI y el PAN han definido el método de selección del candidato que contendrá en el 2018 por la presidencia, otros como Morena prácticamente tienen decidido al contendiente que participará en la carrera por Los Pinos
Imelda García Imelda García Publicado el
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La carrera por definir el método por el cual se elegirán a los candidatos presidenciales de los distintos partidos políticos ya arrancó.

Actualmente, Movimiento Regeneración Nacional (Morena) es el único partido que ya tiene claro a su abanderado: Andrés Manuel López Obrador y el único que lleva una ventaja en la promoción del mismo rumbo a 2018.

Por su parte el Partido Acción Nacional (PAN), el Partido de la Revolución Democrática (PRD) y el Partido Revolucionario Institucional (PRI) han decidido acabar con el suspenso y dejar en claro las reglas del juego que se establecerán para la selección de sus candidatos.

La Comisión Permanente del PAN dio a conocer que el método mediante el cual elegirán a su candidato presidencial que los represente en los comicios del 2018 será a través de una elección interna de militantes.

Respecto al Frente Ciudadano por México, el cual ya está pactado pero todavía carece de registro oficial ante el INE, dejarón en claro que “cuando el partido concurra a alguna elección a través de cualquier modalidad de asociación con otros partidos políticos, la selección de candidatos se realizará conforme al convenio registrado ante la autoridad electoral respectiva”.

Aunque esta decisión de las instituciones políticas ayudará a disminuir la ventaja que Morena lleva en cuanto al posicionamiento de su candidato, también ha generado pugnas y divisiones internas, situación que podría terminar por reacomodar las fuerzas políticas en el país.

A pesar de que por ley los partidos tienen hasta diciembre para decidir las reglas de la competencia interna en el 2018, nadie se quiere quedar atrás por lo que la maquinaria política de los diversos contendientes ya se echó a andar.

La definición de las candidaturas presidenciales al interior de los partidos está despertando divisiones internas con el potencial de reacomodar las fuerzas políticas

PRI, sus rebeldes

La exgobernadora de Yucatán, Ivonne Ortega, el año pasado intentó que la elección del candidato o candidata presidencial del tricolor fuera en una elección abierta

Los procesos internos que se viven en los partidos políticos no han estado exentos de polémica y divisiones… incluso donde antes no se veían.

En el PRI, el partido donde –casi- siempre la disciplina se impone a las ambiciones políticas personales, este año no ocurrió así.

Una corriente encabezada por Ivonne Ortega, exgobernadora de Yucatán, comenzó desde el año pasado con el movimiento para intentar que la elección del candidato o candidata presidencial del tricolor fuera en una elección abierta.

La propia Ortega, con sus aspiraciones presidenciales, llevó el asunto a la anterior Asamblea Nacional del PRI, en agosto pasado, donde fue rechazado por los asambleístas. El viernes pasado, no asistió a la votación por el método de selección por considerar que fue una “mera simulación”.

Ahora, ya que se ha aprobado que la elección del candidato priista será hecha por el método de Convención de delegados, donde serán sólo algunos quienes decidirán el nombre del abanderado presidencial, Ivonne Ortega ha asegurado que participará en la contienda interna.

“Las condiciones que pretenden imponer no nos intimidan. No será la primera vez que nos enfrentemos a condiciones de competencia adversas, ni la primera vez que quieran impedirnos participar.

“Pero tenemos algo muy distinto a la cúpula y sus decisiones de escritorio: tenemos militancia”, afirmó Ivonne Ortega en un mensaje difundido en redes sociales.

Y aunque ella misma ha dicho que no hay una intención de romper con el tricolor, sino más bien transformar la forma en que se toman las decisiones, lo cierto es que Ortega ya puso la primer marca de cuestionamiento con la que el candidato priista llegará a la competencia electoral.

Sin embargo, en el PRI saben que negociar una salida pacífica con ella es vital. Más que una eventual salida del tricolor, sus críticas hacia las decisiones del partido, hechas desde adentro, pueden minar la legitimidad de quien sea candidato del tricolor a la Presidencia de la República, que ya de por sí enfrentará un escenario adverso en el proceso electoral.

Y aunque ella misma ha declarado que no tiene un Plan B y su meta es competir por ser la sucesora del presidente Enrique Peña Nieto, lo cierto es que ya evalúa otras alternativas… y en el PRI buscan calmar los ánimos para que la situación no se salga –más- de control en el proceso de selección de su abanderado.

“Las condiciones que pretenden imponer no nos intimidan. No será la primera vez que nos enfrentemos a condiciones de competencia adversas ni la primera vez que quieran impedirnos participar”
Ivonne OrtegaExgobernadora de Yucatán

 

Los conflictos del Frente

El problema comenzó cuando la coalición presentó una agenda legislativa en la que dejó fuera algunos de los temas que el PAN había definido como prioridades para el último año de la Legislatura

Primero, la discusión por En el PAN la definición del candidato presidencial ha dejado un partido dividido en dos, entre un líder nacional que se ha apoderado del blanquiazul y un ala “rebelde” que ha sido excluida de las decisiones del partido y hasta de candidaturas a cargos de elección popular.

Primero, la discusión por formar parte o no del Frente Ciudadano por México, junto al PRD y Movimiento Ciudadano, hizo que algunos sectores expresaran sus dudas ante una alianza cuando las encuestas mostraban que el PAN estaba en el segundo lugar de las preferencias electorales.

Una vez que se consumó la alianza entre los tres partidos, incluso Margarita Zavala expresó su interés por participar en la candidatura del Frente.

El problema comenzó cuando la coalición de los tres partidos opositores presentó una agenda legislativa en la que dejó fuera algunos de los temas que el PAN había definido como prioridades para el último año de la Legislatura; ahí los calderonistas levantaron la voz.

Mientras eso ocurría en el ámbito legislativo, en el electoral las cosas también subieron de tono. Margarita Zavala, quien en todas las encuestas aparecía por encima de sus dos adversarios en Acción Nacional: Rafael Moreno Valle y Ricardo Anaya, exigió durante meses que se definiera la forma en que Acción Nacional y luego el Frente elegirían a su candidato presidencial.

Antes de fenecer el tiempo para registrarse como aspirante a una candidatura independiente, Zavala decidió hacer algo que para muchos era impensable: terminar con 33 años de militancia en el albiazul y tratar de que su nombre esté en la boleta electoral sin estar cobijada por un partido político.

Aunque no se dio la desbandada que muchos esperaban –salvo la renuncia al PAN también de José Luis Luege Tamargo y Luisa María Calderón, cuñada de Zavala-, Ricardo Anaya enfrenta ahora el reto de unir al partido para que todos los panistas apoyen al candidato del Frente Ciudadano que, muchos apuestan, será el propio Anaya.

Ricardo Anaya enfrenta el reto de unir al partido para que todos los panistas apoyen al candidato del Frente Ciudadano que, muchos apuestan, será el propio Anaya

En el PRD tampoco cantan mal las rancheras.

Aunque la división más visible es la que ocurre entre la cúpula partidista y los perredistas que apoyan a Andrés Manuel López Obrador, el conflicto interno arreciará cuando se elija al candidato del Frente Ciudadano por México donde Miguel Ángel Mancera se enfrentará con la cúpula de su propio partido y al PAN, que busca llevar mano en la designación del candidato.

El terremoto del 19 de septiembre que provocó el derrumbe de casi 40 edificios y provocó daños considerables en miles de viviendas y otros inmuebles en la capital, puso un freno de mano a la solicitud de licencia de Mancera, que pretendía ya dedicarse de lleno a lograr la candidatura del Frente.

Sin embargo, aunque su actividad proselitista está detenida, Mancera no se ha dado por vencido; en diversas ocasiones ha declarado que sí irá tras la candidatura presidencial del Frente.

Miguel Ángel Mancera no está solo; el también perredista Silvano Aureoles, gobernador de Michoacán, ha declarado su interés de participar en la contienda presidencial también.

Junto con los panistas Margarita Zavala –antes de renunciar a su militancia- y Rafael Moreno Valle, Aureoles envió una misiva a los dirigentes del PAN, el PRD y MC para pedir que se definiera a la brevedad el método de selección del candidato, algo que sorpresivamente ya se llevó a cabo a diferencia de lo que originalmente se había planteado.

Zavala terminó renunciando a su partido por la falta de celeridad en la definición del método; ahora que ya se dio a conocer la expanista probablemente se cuestiona si su salida fue la mejor decisión.

En algún momento se dijo que Margarita Zavala podría competir por ser la candidata presidencial del Frente, ya como ciudadana y no como panista, no obstante, Ricardo Anaya, Alejandra Barrales y Dante Delgado han dejado en claro que Zavala ya tomó su decisión y ésta es irrevocable.

“Ella ya tomó su decisión, que es ir por la vía independiente y es respetable, (pero) el Frente sigue su propia ruta”, ha dicho Ricardo Anaya, líder nacional del PAN.

“En este Frente están los que quieren estar y los que ya se fueron, se fueron”, ha dicho Dante Delgado, líder de Movimiento Ciudadano.

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