El tibio mensaje del Papa
La visita pastoral del Papa Francisco a México todavía no llega en sus discursos a los abusos cometidos contra menores por parte de los miembros de la Iglesia Católica ni tampoco sobre la tragedia de los estudiantes desaparecidos.
El sábado, tras la recepción en Palacio Nacional, el Papa se dirigió a la Catedral Metropolitana donde sostuvo un encuentro con los obispos mexicanos.
En su discurso, el Papa Francisco no mencionó a las víctimas de pederastia en México, y sólo dejó ver los problemas internos en los grupos de la Iglesia católica.
Julio Ramírez"En ese amanecer, Dios se acercó y se acerca al corazón sufriente pero resistente de tantas madres, padres, abuelos que han visto partir, perder o incluso arrebatarles criminalmente a sus hijos”
La visita pastoral del Papa Francisco a México todavía no llega en sus discursos a los abusos cometidos contra menores por parte de los miembros de la Iglesia Católica ni tampoco sobre la tragedia de los estudiantes desaparecidos.
El sábado, tras la recepción en Palacio Nacional, el Papa se dirigió a la Catedral Metropolitana donde sostuvo un encuentro con los obispos mexicanos.
En su discurso, el Papa Francisco no mencionó a las víctimas de pederastia en México, y sólo dejó ver los problemas internos en los grupos de la Iglesia católica.
“Esto no está en el texto pero me sale ahora”, dijo el Papa Francisco en la Catedral. “Si tienen que pelearse, peleense, si tienen que decirse cosas, se las digan, pero como hombres, en la cara, y como hombres de Dios que después van a rezar juntos, a discernir juntos, y si se pasaron de la raya a pedirse perdón, pero mantengan la unidad del cuerpo episcopal”
El Sumo Pontífice les pidió ser obispos más transparentes, “ya que la Iglesia no necesita de la oscuridad para trabajar”.
“No se dejen corromper por el materialismo trivial ni por las ilusiones seductoras de los acuerdos debajo de la mesa; no pongan su confianza en los ‘carros y caballos’ de los faraones actuales, porque nuestra fuerza es la ‘columna de fuego’ que rompe dividiendo en dos las marejadas del mar, sin hacer grande rumor”, les dijo.
Además de decirles que “no se necesitan príncipes”, sino una comunidad de testigos del Señor, los alertó a no quedarse fuera de la lucha contra el narcotráfico.
“Les ruego por favor no minusvalorar el desafío ético y anticívico que el narcotráfico representa para la juventud y para la entera sociedad mexicana, comprendida la Iglesia”, expresó.
El tema de los 43 estudiantes desaparecidos tampoco se ha escuchado directamente en los mensajes que ha pronunciado el Papa.
El sábado, en su homilía ofrecida en la Basílica de Guadalupe, Francisco I habló de que Dios está cerca de los padres que han perdido a sus hijos por el crimen.
“Dios despertó y despierta la esperanza de los pequeños, de los sufrientes, de los desplazados y descartados, de todos aquellos que sienten que no tienen un lugar digno en estas tierras.
“En ese amanecer, Dios se acercó y se acerca al corazón sufriente pero resistente de tantas madres, padres, abuelos que han visto partir, perder o incluso arrebatarles criminalmente a sus hijos”.
Otro de los temas que el Papa no ha tocado en su gira por México, es el de los asesinatos de mujeres, tan solo el Observatorio Nacional del Feminicidio ha documentado al menos mil 554 mujeres desaparecidas desde 2005.
Misionero y peregrino
En su discurso de bienvenida en Palacio Nacional habló ante la clase política y empresarial del país y ahí les dijo que se disponía a recorrer el país como un misionero y peregrino que quiere renovar la experiencia de misericordia como un nuevo horizonte de justicia y de paz.
“A los dirigentes de la vida social, cultural y política, les corresponde de modo especial trabajar para ofrecer a todos los ciudadanos la oportunidad de ser dignos actores de su propio destino, en su familia y en todos los círculos en los que se desarrolla la sociabilidad humana, ayudándoles a un acceso efectivo a los bienes materiales y espirituales indispensables: vivienda adecuada, trabajo digno, alimento, justicia real, seguridad efectiva, un ambiente sano y de paz.
“La experiencia nos demuestra que cada vez que buscamos el camino del privilegio o beneficio de unos pocos en detrimento del bien de todos, tarde o temprano, la vida en sociedad se vuelve un terreno fértil para la corrupción, el narcotráfico, la exclusión de las culturas diferentes, la violencia e incluso el tráfico de personas, el secuestro y la muerte, causando sufrimiento y frenando el desarrollo”, dijo el Sumo Pontífice.
En la reunión de Palacio Nacional estuvieron presentes empresarios, las dirigencias de los partidos políticos y representantes de los Poderes Legislativo y Judicial.
El Papa hizo un llamado a ese grupo para que trabaje más allá de unas reformas.
“Esto no es sólo un asunto de leyes que requieran de actualizaciones y mejoras, siempre necesarias, sino de una urgente formación de la responsabilidad personal de cada uno, con pleno respeto del otro como corresponsable en la causa común de promover el desarrollo nacional. Es una tarea que involucra a todo el pueblo mexicano en las distintas instancias tanto públicas como privadas, tanto colectivas como individuales”, externó.
El presidente Enrique Peña Nieto le dio la bienvenida oficial en lo que es la primera ocasión en que un jerarca católico, en su categoría de jefe de Estado pisa el recinto sede del Poder Legislativo.
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