El gobierno dispondrá de una bolsa de cerca de 68 mil millones de pesos al lograr la extinción de 109 fideicomisos

El nuevo control de los fideicomisos en duda

Con el objetivo de acabar con la corrupción y de tener más recursos para atender la crisis tanto sanitaria como económica, el Gobierno federal ha impulsado la desaparición de 109 fideicomisos, acción que especialistas y legisladores aseguran dejaría en el abandono a científicos, deportistas y defensores de derechos humanos, entre otros

El gobierno de la Cuarta Transformación ahora dispondrá de una bolsa de cerca de 68 mil millones de pesos al lograr la extinción de 109 fideicomisos, acción que no pudo frenar la oposición legislativa o los reclamos de científicos, cineastas, creadores, deportistas, familiares de víctimas de la violencia y organizaciones no gubernamentales.

Con esta determinación, el presidente Andrés Manuel López Obrador tendrá el control en la aplicación de recursos, que aseguró destinaría principalmente al sector salud para enfrentar la crisis sanitaria por la pandemia de coronavirus, y con lo que se refuerza su estrategia de combate a la corrupción en sectores donde se denunció que existía presunta opacidad y nula rendición de cuentas.

Desde su campaña presidencial y al inicio de su gobierno, el político tabasqueño advirtió que la entrega de los apoyos sería de forma directa a los beneficiarios de programas sociales para evitar desvíos, los denominados “moches” y el uso electoral y político.

Por lo tanto, en su línea de consumar la transformación de México y pese a las protestas, se eliminaron programas creados en otros sexenios que tachó de ineficientes como Estancias Infantiles, con la denuncia de “niños fantasmas”, y el Seguro Popular, que dejó sin atención médica a muchos pacientes como los que padecen cáncer.

Con esto, el primer mandatario destacó que así cumple con uno de los 100 compromisos que hizo al tomar posesión de la Presidencia: eliminar los fideicomisos.

Ahora, el reto será crear un mecanismo de entrega puntual y transparente para los apoyos a los sectores como la ciencia, educación, deporte y cultura, además de depurar a los beneficiarios para eliminar a los “aviadores” como denunció López Obrador

Asimismo, se buscará terminar con las “cajas chicas del gobierno” como llamó el inquilino de Palacio Nacional al Fondo Nacional de Desastres Naturales (Fonden), acusando que había empresas que vivían de venderle materiales como catres y láminas a la Secretaría de Gobernación.

Desde este momento, la atención de las emergencias se coordinará con las Secretarías de Hacienda y Bienestar, Protección Civil, el Plan Marina y el Plan DN-III.

Para Jesús Ramírez Cuevas, Coordinador general de Comunicación Social y Vocero del Gobierno de la República, con la extinción de los fideicomisos se termina con la discrecionalidad.

Los fideicomisos han sido una figura opaca que han permitido manejo discrecional y actos de corrupción. No todos los fideicomisos ni todos de la misma manera, pero al ser figuras que se manejan de manera discrecional y no hay reglas de operación se prestan a actos de corrupción
Jesús Ramírez CuevasCoordinador general de Comunicación Social y Vocero del Gobierno de la República

Dijo que se optó por una “transformación” en la forma en cómo se manejaban esos fondos para convertirlos en presupuesto auditable “con reglas de operación para poder ejercerlos, y aseguró que no se afectará a los que son beneficiarios de los fideicomisos”.

El Vocero del Gobierno de la República explicó que el otorgamiento de los recursos será de forma coordinada con la Tesorería de la Federación, la Secretaría de Hacienda y las secretarías de Estado, organismos autónomos descentralizados que son cabeza de sector de cada uno de esos fideicomisos.

“Todo va a mantenerse, pero va a cambiar cómo se administra ese dinero. Con los fideicomisos a veces no se ejercía todo el presupuesto destinado a estos rubros y si sobraba se incorporaba al fondo en lugar de devolverlo a la Tesorería, ahora se evitará todo eso para generar ahorros y que se invierta en donde se necesita”, dijo.

Ante las críticas por el control que se tendrá de los 68 mil millones de pesos, advirtió que se termina con la opacidad, se entra a una etapa de rendición de cuentas con presupuestos verificables y auditables por cualquier ciudadano.

Los guardianes

Para evitar la discrecionalidad, López Obrador nombró a ocho funcionarios que serán los encargados de la evaluación y de diagnóstico, un “quién es quién en los fideicomisos”.

Los que realizarán este análisis son la directora del Conacyt, María Elena Álvarez-Buylla, con todo lo relacionado a ciencia; el director de canal 11, Antonio Álvarez Lima, para Educación, Cultura y Deporte; Rodolfo González, director General de Radio, Televisión y Cinematografía, en áreas como Relaciones Exteriores, Gobernación y Seguridad; y el secretario técnico del Gabinete de la Oficina de la Presidencia, Carlos Torres, para el área económica, entre otros.

Maribel Flores, profesora e Investigadora en la Iniciativa de Transparencia y Anticorrupción de la Escuela de Ciencias Sociales del Tec de Monterrey, Campus Puebla, dice que antes de la extinción se debió contar con un análisis de la normatividad, estructura, patrimonio, objeto, eficiencia y eficacia de cada uno de los fideicomisos.

Indicó que se tiene este tipo “comité” que será el encargado de la designación, transferencia y destino de los recursos que se “presume será en el área de salud”.

Manifestó que ahora que el gobierno tomará el control de esos recursos tendrá una mayor autonomía en la toma de decisiones, pero también un riesgo.

“Conlleva riesgos y desventajas, esta mayor concentración no solo de poder para tomar las decisiones, también una mayor concentración de poder económico, de gestionar estos recursos y puede en un momento determinado generar una escalada de tensión política y de presión social porque al final lo que estamos viendo ahora es una polarización política y social mayor de la que ya teníamos anteriormente”, sostiene.

68
mil millones de pesos es la bolsa de la que dispondrá el Gobierno federal ahora que extinguió los 109 fondos destinados a distintas áreas de la vida pública de México

Afirmó que en un sistema democrático es importante que haya diálogo y conciliación. “El riesgo que se corre es que no se haya escuchado a los demás actores”, expone.

La investigadora del Tec de Monterrey considera que sería interesante que se promoviera un acompañamiento, monitoreo y observación ciudadana en la distribución de dichos recursos.

“Depende de dónde provengan los recursos, desde mi perspectiva tendría que ser muy transparente el mecanismo y tendría que incorporarse a través de diferentes figuras como comités o o mecanismos de participación ciudadana y rendición de cuentas justamente para que se conozca el manejo y destino de esos recursos tratando de combatir los errores que motivan la desaparición de los fideicomisos”, comenta.

Extinción de fideicomisos cuestionada

Uno de los principales argumentos para la extinción de los fideicomisos fue destinar el dinero para el sector salud, sin embargo, también se escucharon cuestionamientos por la discrecionalidad de su operación.

La economista Mylene Cano de la Fuente comentó que la Auditoría Superior de la Federación realizó observaciones a fideicomisos que en algunos casos no fueron solventadas.

Diversos especialistas en la materia aseguran que los argumentos utilizados por el Gobierno federal para desaparecer los fideicomisos son poco sólidos y su solución tampoco garantiza que se terminará con la corrupción y opacidad

“Sí había ciertas fallas, pero no había que eliminarlos de tajo (…) la Auditoría no auditó todos los fideicomisos, entonces si tuviéramos información de todos podríamos contraatacar este punto de que son opacos. El poder auditar a todos estos fideicomisos sería algo muy importante”, afirmó.

Dijo que el Fondo de Salud, conocido como de Protección contra Gastos Catastróficos y que atiende enfermedades graves, “había funcionado bien a través del Seguro Popular, aquí lo que se necesitaría es ajustar las reglas de operación del Insabi porque es el que terminaría usando esos recursos”.

Cano de la Fuente cuestiona que no se tiene garantizado que los recursos se otorguen al sector salud, ciencia o deporte, entre otros.

“Cómo vamos a poder asegurarnos que el dinero que estaba destinado a ciencia y tecnología se dará, el problema es que se está dejando a un tema presupuestal y año con año se tendrá esta típica pelea y jalón de cobija del presupuesto”, expresa.

Avizora que se podrían presentar amparos porque algunos de los fideicomisos se manejaban con recursos públicos y privados, en especial los centros de investigación.

“Esos no los pueden eliminar porque cuentan con recursos privados, habrá procesos de amparo, cuando un fideicomiso tiene recursos públicos y privados, justamente tiene un doble auditor porque el Banco Mundial no le dará recursos a cualquier lugar, va a querer verificar que se usen para ciertos fines”, apuntó.

Por su parte, el analista político José Antonio Crespo, consideró que ante los señalamientos de opacidad y corrupción se deberían presentar las denuncias correspondientes

Claro que se tendrían que haber presentado las denuncias, pues si no de qué están hablando, no sabemos bien a bien si había corrupción, y si lo hay quiénes fueron los responsables, porque de otra manera no se avanza. Sostengo como muchos otros que la corrupción y la opacidad no es el objetivo, es un pretexto para quedarse con todo el dinero
José Antonio CrespoAnalista político

Lamentó que ahora no se tendrá una fiscalización ni la supervisión internacional que estaba funcionando bien en la entrega de recursos como sucedía en algunos de los fideicomisos.

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