El riesgo vacacional puede convertirse en una preocupación constante, ya que las vías terrestres de la entidad son consideradas como las más violentas del país. Foto: Especial

Carreteras en Nuevo León, riesgo para transeúntes y paseantes

Hoy, las carreteras de Nuevo León son consideradas las más violentas del País, contando incluso con la llamada ‘Carretera de la Muerte’, la carretera a Laredo, en donde se han registrado más de 200 desapariciones en los últimos tres años

Las vacaciones son un momento esperado por miles de familias para relajarse, disfrutar y desconectarse de la rutina diaria, especialmente durante Semana Santa, periodo en el que, de acuerdo con la Dirección de Turismo de Nuevo León, al menos 650 mil personas transitan por la entidad.

Sin embargo, para aquellos que deciden viajar por carretera en Nuevo León, al menos en la zona norte y noreste, el riesgo vacacional puede convertirse en una preocupación constante, ya que las vías terrestres de la entidad son consideradas como las más violentas del país, lo que pone a los conductores en una situación de vulnerabilidad extrema.

El estado se ha convertido en un punto crítico de violencia, con un incremento alarmante en delitos como asaltos, desapariciones y enfrentamientos.

Las carreteras que más han resentido este incremento delictivo son las de Monclova, la de Colombia y la autopista a Laredo, las únicas opciones que los conductores tienen para visitar reservas naturales y pueblo mágicos, así como para cruzar la frontera hacia los Estados Unidos en un lapso menor a 2 horas.

La nula vigilancia por parte de las autoridades ha permitido que la delincuencia organizada se apodere de las carreteras, convirtiéndolas en un verdadero campo de batalla, así como en una zona estratégica para el traslado de droga y movimiento de los grupos delictivos.

Las situaciones de riesgo más comunes en las carreteras de Nuevo León son los asaltos, la presencia de los llamados “monta choques”, los enfrentamientos entre fuerzas del orden y miembros del crimen organizado, así como las desapariciones forzadas.

Monta choques al acecho

En redes sociales abundan videos en donde se muestra a los monta choques en acción, especialmente en carreteras.

Los metrajes muestran la forma en que dos vehículos le impiden el paso a su víctima, llegando a bloquearle el paso para extorsionar al conductor.

Las carreteras mencionadas anteriormente (a Laredo, a Monclova y la Colombia) son escenarios comunes para este tipo de prácticas, mismas que difícilmente tienen consecuencias para sus perpetradores, ya que logran escapar fácilmente por entre las brechas o colonias cercanas a las vías, por lo que el delito normalmente queda impune.

A pesar de que las autoridades han anunciado una serie de operativos por parte de los tres niveles de gobierno para evitar este tipo de extorsión, ésta sigue repitiéndose con frecuencia.

Quienes son víctimas de los “montachoques” no suelen denunciar estas acciones, optando por seguir con su camino y evitar la burocracia de la denuncia, motivo por el que no se cuenta con una estadística precisa de su incidencia.

Sin embargo, en grupos de redes sociales son los propios ciudadanos quienes emiten alertas debido a la presencia de estos extorsionadores, así como de la ausencia de las autoridades para detenerlos.

Aumentan desapariciones

Debido a su sangriento presente, a la carretera a Laredoya se le conoce como “la carretera de la muerte”, y con justa razón: en dos meses, en la vía se registraron de forma oficial hasta 70 desapariciones, lo que fue confirmado por Karla Quintana, Comisionada Nacional de Búsqueda de Personas en México.

Aunque las cifras son terribles, algunos colectivos de búsqueda de personas, entre los que destaca la Fuerza por Nuestros Desaparecidos de Nuevo León (FUNDENL), señalan que la realidad es aún peor; en los últimos tres años se contabilizan hasta 200 personas desaparecidas, una estadística que pone de manifiesto el difícil momento que vive la entidad en materia de seguridad.

De acuerdo con el testimonio de sobrevivientes, en el lugar donde grupos delictivos resguardan a sus víctimas se pueden encontrar a mujeres y a niños por quienes los plagiarios piden rescate para liberar.

De igual forma, entre las personas desaparecidas se encuentran choferes de tráiler de empresas privadas y choferes de plataformas digitales, perfiles que no tienen relación con temas de seguridad.

La peligrosidad que se respira en dicha carretera provocó que, el pasado 15 de febrero, integrantes de la Alianza Mexicana de Organización de Transportistas (AMOTAC) realizaran un paro nacional para exigirle a las autoridades mejorar las condiciones de la vía.

Policía enfrenta peligro

Al ser una zona estratégica para la circulación de estupefacientes, las carreteras se han convertido en campos de batalla en donde fuerzas del orden y grupos delictivos chocan constantemente.

En los últimos tres años se han registrado hasta 28 bajas por parte de elementos municipales, Fuerza Civil, Ejército Mexicano y la Guardia Nacional.

Al realizar un recorrido por estas zonas, Reporte Índigo pudo constatar que muchos filtros de seguridad fueron abandonados por las autoridades, provocando que los rondines de vigilancia sean mínimos o inexistentes.

Aunque se anunció que más de cinco mil elementos de seguridad y hasta mil 250 vehículos policiacos estarían preparados para salvaguardar a los paseantes estas fechas vacacionales, estas carreteras siguen convirtiendo a quienes las utilicen en un blanco fácil para los delincuentes, quienes siguen haciendo de las suyas sin que las autoridades sean capaces de ponerles un alto.

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