Así respondieron las Fuerzas Armadas en el peor momento de la pandemia

La pandemia dejó un aprendizaje nuevo en atención de contingencias para los elementos de la Sedena, reconocen dos funcionarios militares ante la declaración del fin de la emergencia por parte de la OMS y el Gobierno mexicano
Guillermo Espinosa Guillermo Espinosa Publicado el
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Una vez que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró el pasado 5 de Mayo el fin de la emergencia sanitaria internacional de la pandemia por COVID-19, las autoridades mexicanas hicieron lo propio.

El teniente coronel piloto aviador Eloy Aron Delgado Chávez, adscrito a la subsección de Protección Civil del Estado Mayor Conjunto de la Defensa Nacional, informó que 150 mil 652 efectivos del Ejército y la Fuerza Aérea mexicanos, así como de la Guardia Nacional (GN), distribuyeron en el territorio nacional un total de 237 millones 820 mil 525 dosis de vacunas con el apoyo de 15 mil vehículos y 30 aeronaves.

El funcionario militar relató que los biológicos, luego de ser adquiridos, arribaban desde el extranjero al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) desde donde se trasladaban al área de almacenamiento y congelación donde siempre eran custodiadas por elementos militares, y de acuerdo con el plan de distribución de las 32 entidades se realizaba la entrega.

“En la zona centro del país, los biológicos eran entregados vía terrestre por el personal castrense siempre con escolta. Para el resto del país se destinaron cuatro esquemas de rutas aéreas. De acuerdo a las necesidades, las aeronaves las distribuían en dos y hasta en ocho estados por vuelo”, refirió.

Según el teniente coronel, la efectividad de la entrega de los biológicos dependía de la organización de los elementos militares, incluso en las zonas más remotas donde se activaron campañas para inoculación. Se entregaban en promedio 2 millones de dosis por día.

Explicó que “fueron 127 instalaciones militares que se reconvirtieron de hospitales generales a hospitales para la atención de pacientes infectados con el virus Sars-Cov-2”.

Por su parte, la GN participó durante la contingencia con 117 mil efectivos desplegados en las 32 entidades del país. Se utilizaron nueve aviones y 24 helicópteros. Así, se logró movilizar unos 2 millones 754 mil dosis de vacunas.

Además, durante la campaña “Quédate en Casa”, los elementos de la GN apoyaron a la población con insumos y la promoción del uso del cubrebocas, sobre todo en las vías públicas.

Elementos de las Fuerzas Armadas estuvieron a cargo en los momentos más críticos de la pandemia.
Elementos de las Fuerzas Armadas estuvieron a cargo en los momentos más críticos de la pandemia.

Con una capacidad de 726 camas, cuatro unidades operativas se habilitaron como centros de confinamiento tanto para personal militar y derechohabientes, como civiles. Las altas se daban conforme mejoraban los signos vitales. El teniente coronel recordó que “tuvimos el fallecimiento por contagio de COVID-19 de poco más de 200 militares, que en cumplimiento del deber, tuvieron la desgracia de no superar la emergencia sanitaria”.

Solo en los centros militares, durante la fase más crítica de la pandemia de COVID-19, se atendieron más de 77 mil 110 pacientes.

El aprendizaje

El teniente coronel Delgado Chávez reconoció que atender al pueblo de México, fue “un área de oportunidad” que les permitió actuar de acuerdo con su adiestramiento, pero en la que se tuvo que aprender para la atención de la contingencia, con las medidas sanitarias reglamentadas por las autoridades de Salud federal.

Al evaluar la experiencia, el funcionario enfatizó: “Gracias a esto, hoy en día tenemos ya procedimientos establecidos para actuar de manera inmediata en caso de que se presente alguna contingencia, ya sea en la Ciudad de México o en cualquier parte del país. Tenemos una reacción mínima de cinco minutos para estar en posibilidades de actuar y como máximo una reacción de dos horas, estamos preparados para apoyar a la población en cualquier situación de emergencia que se presente”.

Durante la pandemia, el personal castrense estaba preparado para mantener la activación del Plan DN-III-E, en el caso del Ejército y la Fuerza Aérea, así como el Plan GN-A de la Guardia Nacional (GN), para actuar en cualquier punto del territorio nacional de manera inmediata.

De acuerdo con el teniente coronel, luego de tres años de una lucha intensa contra el virus SARS-Cov-2, los integrantes del Ejército Mexicano agradecen a la población el apoyo, pero sobre todo, la confianza para seguir sus instrucciones y como una sola población salir adelante de esta pandemia.

“Quisiéramos agradecer al pueblo de México, la confianza que depositan en nosotros y el contacto. Fue un orgullo servir al país, y estaremos preparados para cualquier situación que llegue a presentarse”, reafirmó.

La ayuda externa

Según las necesidades de la pandemia, 18 mil 175 profesionales y especialistas de la salud civiles fueron contratados para completar los cuadros clínicos, mientras que los médicos militares fungieron como coordinadores estatales.

Para los militares, el reconocimiento a través de distinciones es un motivo de orgullo, por lo que se elaboraron galardones especiales al personal que participó de manera directa con la población. Pero del exterior también llegaron reconocimientos para la organización del Ejército, la Fuerza Aérea y la GN.

“En el transcurso de estas acciones tuvimos intercambios de información con nuestros similares de países hermanos, tuvimos con todos ellos alguna vez algún tipo de video conferencia o video llamadas, para compartir las experiencias en la atención a la población civil”, relató el teniente coronel Delgado Chávez.

El presente

El teniente coronel Adín Ramírez San Juan, segundo comandante del 80 batallón de Infantería, es el administrador de la Unidad Operativa de Hospitalización COVID-19 Chivatito (instalación militar, adjunta al complejo cultural Los Pinos). Esta unidad se acondicionó para hospitalizar a 310 personas con síntomas del virus, de leves a moderados. Participaron 360 personas, entre ellos 80 militares.

Expuso, a su vez: “En el pico máximo de pacientes llegamos a tener una ocupación máxima del 90 por ciento. Aquí siempre se recibió  a personas que requerían con urgencia la atención médica ya fuera que llegaran por propios medios o por traslados”. Pero también expresó: “Atendimos un universo de 2 mil 632 personas contagiadas, y durante el proceso tuvimos que lamentar el deceso de 231 personas”.

Ramírez San Juan destacó que la mayor parte de las ocasiones, cuando un paciente sanaba y era dado de alta, siempre hubo un agradecimiento personal a los militares. “Externaban el agradecimiento al Ejército por haber contribuido a su recuperación, y por salvarles la vida a muchos de ellos que llegaron en estados graves”, recordó.

Tras el cese internacional de la emergencia mundial por parte de la OMS, la unidad Chivatito no será desmantelada y continuará con el equipamiento que fue dispuesto para la pandemia. Por ahora, los insumos en ese centro se encuentran bajo resguardo para que en caso necesario vuelvan a utilizarse.

El teniente coronel Ramírez San Juan alertó que el virus sigue presente y puede haber más contagios. “Este virus o cualquier otro más puede seguir conviviendo con nosotros y de manera puntual les pido que sigan confiando en sus Fuerzas Armadas que siempre estarán al servicio de la Nación y del Pueblo de México”, recalcó.

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