No hay imagen disponible

Alejandra Barrales, nueva dirigente nacional del PRD

Tras el consenso de las principales corrientes al interior el PRD, el comité ejecutivo nacional de ese partido pudo llevar a cabo con éxito su operación cicatriz; al frente de la dirigencia nacional fue designada la ex secretaría de educación de la ciudad de México, Alejandra Barrales Magdaleno, quien se separó del cargo apenas unas horas antes de su designación.

https://youtu.be/Jt32k_nIFTI

Tras el consenso de las principales corrientes al interior el PRD, el comité ejecutivo nacional de ese partido pudo llevar a cabo con éxito su operación cicatriz; al frente de la dirigencia nacional fue designada la ex secretaría de educación de la ciudad de México, Alejandra Barrales Magdaleno, quien se separó del cargo apenas unas horas antes de su designación.

El único conteniente de Alejandra Barrales fue Pablo Gómez, quien al momento de su discurso como postulante a la dirigencia nacional reconoció el estado de crisis que encierra al partido, por lo que llamó a formar una dirigencia independiente.“No somos el PRI, donde el presidente impone al líder del partido”, dijo en alusión a los acuerdos que permitieron a Barrales hacerse de la dirigencia.Por su parte, Alejandra Barrales interpuso en el ánimo de los consejeros su “amor y lealtad al partido”.

Dijo que los que necesita el PRD para sortear la etapa difícil, “es la unidad, es la suma de todos”. Llamó a dejar de lado las corrientes y tribus, porque dijo “nadie tiene la verdad absoluta en este partido; debemos privilegiar la búsqueda de debate, pero sobre todo la unidad, y recuperar el papel como partido de oposición”.Alejandra Barrales llegó a la presidencia del PRD con el respaldo de 264 votos, dejando a Pablo Gómez con solo 58 sufragios, en tanto que el presidente del consejo Ángel Ávila, oficializó la existencia de 2 sufragios nulos.

La nueva presidenta del PRD, que llega en uno de los momentos más críticos desde la fundación de ese partido, tiene la encomienda de redireccionar al partido tras la crisis generada al interior de ese instituto con la renuncia del anterior presidente Agustín Basave.Cabe recordar que a casi un año de haber asumido la dirección del PRD, Agustín Basave se vio en la encrucijada de la renuncia por los malos resultados electorales de su partido, los que arrojaron en las votaciones del pasado 5 de junio una disminución de votos de casi el 20 por ciento en relación a la elección anterior pasada.

Y es que ninguno de los candidatos del PRD a las gubernaturas estatales en disputa logró el triunfo, la mayoría de ellos se desplomó en algunos casos hasta el cuarto lugar, muy por debajo de los candidatos de Morena.Lo estados en donde el PRD ganó –Veracruz y Quintana Roo-, fue gracias a la alianza que pudo sostener el partido del Sol Azteca con el PAN, donde sus abanderados provenían de la filas del Blanquiazul. Ahora, Alejandra Barrales se dijo dispuesta a darle nueva personalidad a su partido.

En el consenso previo a la designación de la que también fue secretaria de Turismo en el gobierno del Distrito Federal encabezado por Marcelo Ebrard, influyó el apoyo que recibió por parte de los delegados nacionales afines al jefe de gobierno de la ciudad de México, Miguel Ángel Mancera.La postulación de Alejandra Barrales Magdaleno, para posicionarse como la primera mujer al frente de Comité Ejecutivo Nacional del PRD, fue cabildeada desde 24 horas antes de la celebración del Séptimo Pleno Extraordinario del IX Consejo Nacional del PRD, por los líderes de por los menos cuatro corrientes al interior del partido.

Las corrientes que finalmente dieron su aval para elevar a Barrales Magdaleno en la dirigencia nacional del PRD son la Corriente Nueva Izquierda que sigue controlando el ex dirigente Jesus Ortega; el grupo Foro Nuevo Sol coordinado por Vladimir Aguilar y afín al gobernador michoacano Silvano Aureoles Conejo; el grupo denominado Vanguardia Progresista que controla el ex jefe de gobierno Marcelo Ebrard, Coalición de Izquierdas de Miguel Barbosa, y el Grupo Galileos de Guadalupe Acosta Naranjo.Trascendió que en la designación de la nueva dirigencia nacional del PRD también influyó la decisión de los gobernadores de extracción perredista de Michoacán, Silvano Aureoles Conejo; de Tabasco, Arturo Núñez; y de Morelos, Graco Ramírez Abreu, todos afines a la corriente cardenista de donde Alejandra Barrales tiene sus orígenes políticos.Alejandra Barrales es una luchadora social que saltó a la escena pública nacional como dirigente de la Asociación de Sindicatos de Sobrecargos de Aviación (ASSA), cunado la aerolínea Mexicana de Aviación intentó un recorte de personal que afectaría a más de 5 mil trabajadoras.Posteriormente fue designada al frente de la Secretaría de Desarrollo Social en el gobierno de Michoacán, cuando la administración estibo a cargo del Lázaro Cárdenas Batel.

En el 2003 fue electa diputada de la asamblea legislativa del gobierno del Distrito Federal, en donde también fue candidata a la jefatura de la delegación en Benito Juárez, en donde perdió la elección frente al panista Germán de la Garza. Ese mismo año fue secretaria de turismo del gobierno del Distrito Federal y en el 2008 fue electa presidenta del comité del PRD en el Distrito FederalEn las Elecciones de 2012, Alejandra Barrales fue electa por el Distrito Federal como Senadora de la República, para la LXII Legislatura. Como senadora presidió la Comisión de Radio, Televisión y Cinematografía, además de integró las comisiones del Distrito Federal, del Trabajo y Previsión Social y la de Relaciones Exteriores.

Te puede interesar
PRD La guerra por lo que queda La pugna por la dirigencia del PRD en la capital del país ocurre en un momento de decadencia para el Partido del Sol Azteca en el que no sólo es la segunda fuerza política del que fuera su bastión por 21 años, sino también una oposición invisible
PRD El incierto futuro del Sol Azteca Los malos resultados del PRD el pasado 1 de julio llevaron al partido a buscar una renovación como acto de supervivencia, sin embargo, la falta de unidad prevalece ya que por un lado están los militantes que quieren reconstruir sobre lo que queda y por el otro quienes abogan por disolver el instituto político y arrancar de cero