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Marxismo en tiempos de millennials

La falta de certezas ideológicas en los jóvenes llevó al historiador Carlos Illades a escribir un libro sobre los pensadores que se alimentaron de las ideas del filósofo Karl Marx, que además es una guía para comprender la actualidad mexicana

[kaltura-widget uiconfid=”38045831″ entryid=”0_rfdagft0″ responsive=”true” hoveringControls=”true” width=”100%” height=”75%” /] En estos tiempos de poca nitidez ideológica, el historiador Carlos Illades se mantiene rodeado de libros sobre marxismo y fotografías de los hermanos Flores Magón, periodistas opositores a la dictadura porfiriana. Todo el tiempo se encuentra cerca de aquellas publicaciones que le dieron forma al pensamiento de izquierdas en diferentes coordenadas del mundo.

Con su biblioteca como testigo, este profesor de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) que investiga el pensamiento socialista notó que los temas que le interesan no están en la boca de las nuevas generaciones. También observó que estas ideas de izquierda no son referentes claros para los candidatos que apuestan por convertirse en el nuevo presidente de México.

Para el académico, las nuevas generaciones no tienen una postura ideológica definida y el marxismo puede ser una herramienta para comprender fenómenos actuales, como la violencia en México

Por eso, Illades decidió escribir sobre la historia del marxismo en el país. El resultado de sus investigaciones es un libro que se plantea como una guía para que los jóvenes conozcan a los pensadores mexicanos que se alimentaron de las ideas del filósofo Karl Marx. Su obra se llama El Marxismo en México. Una historia Intelectual (Taurus, 2018) y dibuja desde sus primeras páginas la necesidad de un análisis marxista sobre la realidad mexicana.

“A mí me parece que el marxismo es una herramienta muy útil para analizar los procesos contemporáneos. El marxismo ha sido en las últimas décadas bastante marginado o abandonado en la discusión pública, pero noto en los últimos años un interés renovado por estudiarlo y uno de los propósitos del libro es ayudar a ese interés”, afirma el autor.

El historiador agrega que el marxismo puede ser una gran herramienta de análisis para comprender la violencia en el país. “En México el asunto de la violencia está muy ligado, si lo miramos desde las coordenadas marxistas, con un excedente de población que genera la economía capitalista, una población que se ha vuelto superflua. El reducir el valor de la vida a cero es la expresión extrema de la alienación de un mundo en el que parece que las relaciones entre personas son una relación entre cosas, uno de los aspectos que destaca Marx en El capital”.

Ante esta realidad, el autor opina que le parece una de debilidad que no haya posturas ideológicas más definidas por parte de los jóvenes, “pero es una ventaja si desarrollan un pensamiento crítico que permita apropiarse de lo que valió la pena de la izquierda a lo largo de su historia”, afirma el historiador en entrevista.

El académico argumenta que las nuevas generaciones no corresponden a la época en la que las ideologías eran más importantes, por eso tienen una mirada más desprejuiciada hacia el siglo XX.

“Pueden leer con más tranquilidad, con menos prejuicio el marxismo, el pensamiento crítico sin esta loza que sería la caída del comunismo, es decir, pueden tener una mirada en la que ellos ya no están directamente inmiscuidos”, advierte el investigador.

Juventud sin ideologías

Los jóvenes mexicanos se enfrentan a una realidad política con falta de certezas ideológica. Los candidatos no se enuncian desde las izquierdas o derechas. En sus discursos hay ideas conservadoras o liberales, pero nunca se identifican de forma clara con ninguno de los polos en el espectro ideológico. El investigador apunto a que esa falta de posturas en la política mexicana comenzó en el 2000.

“Pasó justo con la transición, es decir, con la transición entendida como alternancia política en el año 2000. Ahí empezaron a desdibujarse las ideologías y además ahora es de manera más aguda porque se ha ‘spotizado’ la política a un punto en el que ya es muy difícil transmitir un mensaje ordenado con respecto a los problemas nacionales”
Carlos IlladesEscritor

A pesar de esa situación, el historiador argumenta que en la elección actual sólo hay dos figuras que tienen posturas ideológicas definidas. Del lado de la izquierda identifica al candidato Andrés Manuel López Obrador y de la derecha a la ex candidata Margarita Zavala.

Illades menciona que el pensamiento de Obrador se puede identificar con una izquierda mesurada, “incluso corta de mira y en algunos aspectos conservadora, pero sin duda, una izquierda”.

“Es una izquierda porque de los aspectos nucleares de su propuesta es resolver o, por lo menos, atacar la cuestión social, la justicia social y la distribución del ingreso”, afirma el especialista mexicano.

Para el académico de la UAM, Andrés Manuel López Obrador es el único canditado presidencial que tiene posturas definidas

Zavala, que abandonó la contienda electoral hace unos días, contaba con posturas ideológicas claras, según el autor de El marxismo en México. El historiador relaciona a la ex candidata con una derecha tolerante que toma como estandarte una forma única de la familia.

“Es una derecha que dirige su mensaje más hacia las clases medias y tiene un discurso del orden, tan es así que no se ha deslindado de la guerra, esta guerra que ha multiplicado la violencia en el país, entonces son los valores tradicionales de la derecha conservadora: el orden, la jerarquía y cierto rechazo a las masas populares”, describe el académico.

Por otra parte, Illades percibe en Ricardo Anaya una postura conservadora e incluso “autoritaria”. El autor del libro sobre la historia del marxismo en México menciona que el carácter autoritario del candidato Por México al Frente fue evidente desde que “descabezó” a su partido para postularse por la presidencia.

“Observo en su trayectoria no sólo gestos, sino acciones que me parecen autoritarias y creo que debería haber más reflexión en los medios, sobre esa vena autoritaria del candidato, a mi juicio, de la derecha”, advierte el profesor.

Además, el académico opina sobre José Antonio Meade que se trata de un “supuesto outsider” que realmente representa a los partidos que, hasta ahora, han estado en la presidencia de nuestro país.

“Al final es esta figura que se inventó el partido para decir que tenía un outsider en su campaña. Su postura representa la continuidad del status quo que ha incrementado la desigualdad, multiplicado la violencia y que no ha desarrollado la inclusión social”, dijo el historiador.

Illades comenta que el pensamiento de “El Bronco”, el único candidato independiente en la contienda presidencial, proviene de una “derecha cerril” y que no tendría que participar en las próximas elecciones.

“Es una derecha cerril que puede atraer a un segmento de la población que piense que cortar manos es una solución a los problemas de corrupción.

No tiene ninguna posibilidad de ganar, pero por lo menos sí hace eco en una parte pequeña del electorado”, afirma Illades.

Futuro incierto

Desde sus bagaje sobre el pensamiento de izquierdas, el académico e historiador Carlos Illades cree que si gana Andrés Manuel López Obrador habrá muchos cambios en la forma en que se estructura la política mexicana.

“En caso de que ganara López Obrador habría una sacudida al statu quo y eso puede ser bueno o malo. Yo pensaría que se va a reconfigurar el sistema político, es decir, un cambio de régimen y en parte es porque no veo cómo Anaya pueda asimilar una derrota”
Carlos IlladesEscritor

El historiador adelanta que si Anaya gana las elecciones todos los militantes del PAN se alinearán con él. En cambio, en caso de que el candidato de Por México al Frente no llegue a la silla presidencial, el académico opina que habrá una segmentación del partido blanquiazul y un fragmento de panistas se irá con Zavala. “Yo creo que la expectativa de Margarita a mediano plazo es hacer un partido”, asegura el investigador.

En el caso del PRI, el autor considera que algunos de sus militantes acabarán negociando con López Obrador.

“Yo no creo que vaya a ser un desastre, tampoco creo que vaya a ser el paraíso, pero sí va a dar lugar a una constelación distinta que me parece algo positivo porque no soy muy optimista en relación con la evaluación de los últimos 30 años de lo que está pasando en este país”, finaliza Iliade.

La gran ausente

María de Jesús Patricio Martínez “Marichuy” será la gran ausente en las boletas durante las próximas elecciones. El historiador Carlos Illades considera que se debería rescatar la agenda de la aspirante indígena por la presidencia.

El autor opina que la izquierda que sí participará en las elecciones tendría que retomar algunos de sus planteamientos, tales como convertir a México en un Estado plurinacional y resguardar los derechos de los pueblos indígenas.

“Las cosas que propone deberíamos rescatarlas todos, como los derechos de los pueblos originarios, el problema de la inclusión, pero una inclusión que no los haga borrar sus diferencias… Otra cosa que me parece fundamental de la propuesta de la candidatura indígena es que México debería ser un Estado plurinacional y eso no lo veo en ninguna de las agendas, ni siquiera en las de la izquierda”, menciona el académico.

Ayuda de intelectuales

Ante un panorama ideológico indefinido, el autor plantea en su libro, y en la entrevista, acudir a los intelectuales para poder desarrollar un pensamiento crítico que ayude a tomar buenas decisiones políticas no sólo durante este proceso electoral.

No obstante, la figura del intelectual público mexicano se está extinguiendo, pero aún quedan algunas figuras de izquierda que destaca Illades para consultar en esta época de pocas certezas ideológicas, tales como el historiador Enrique Semo y el académico Gerardo Esquivel.

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