Con el drástico descenso en el número de ejemplares que se observó durante los últimos 20 años, para este punto la vaquita marina ya debería estar extinta. Foto: Canal del Congreso.

¿La vaquita marina puede salvarse de la extinción? Especies mexicanas que podrían desaparecer

Es una especie endémica de México, que hoy se encuentra al borde de la extinción junto con algunas otras de esta lista

La vaquita marina, una especie endémica de México, lleva años con “una aleta” dentro de la extinción. Pese a las diversas llamadas de atención por parte de organismos nacionales e internacionales, los esfuerzos por su conservación no han dado el mínimo resultado.

Al contrario, desde 1999, la población de vaquitas marinas disminuyó un 98 por ciento. Es decir, pasaron de ser unos 567 ejemplares (que ya eran pocas) a llegar al desesperante número de entre 8 y 10 hoy en día.

Se estima que esos ejemplares se encuentran en el Golfo de California, el único sitio del planeta en el que habita esta especie.

¿Es suficiente 10 ejemplares para repoblar la especie?

Aún cuando toda esperanza podría parecer perdida, la realidad es que la biología propia de la vaquita marina nos regala una “milagrosa” última oportunidad para permitir la repoblación de la especie. Esto, claro, si los tomadores de decisiones espabilan y toman acción finalmente.

En primer lugar, con el drástico descenso en el número de ejemplares que se observó durante los últimos 20 años, para este punto la vaquita marina ya debería estar extinta. Así lo explicó Sergio Nigenda, investigador de la Universidad Estatal de California en San Marcos.

Nigenda es autor de una investigación que estudió la genómica de la vaquita marina. Los resultados fueron sumamente sorpresivos por la esperanza que arroja para la especie.

Es importante entender que contar con 10 ejemplares de una especie y tener la intención de repoblar representaría un reto porque significaría una diversidad genética muy baja. Con poca diversidad, podría existir lo que se conoce como depresión por endogamia.

La depresión por endogamia es cuando en una especie comienzan a surgir algunos rasgos detrimentales como consecuencia de la reproducción entre parientes.

Un ejemplo práctico de la depresión por endogamia podrían ser los pugs, una raza de perro cuyas nuevas generaciones presentan cada vez más dificultad para respirar. Esto es consecuencia de la poca diversidad genética al reproducir ejemplares con el afán de mantener la “raza pura” y el pedigree.

Sin embargo, el estudio de Nigenda mostró que esto no sucede con la genómica de la vaquita marina. Esto se debe a que desde hace 25 mil años sus tamaños poblacionales siempre fueron relativamente pequeños (no como ahora, que la cifra es escandalosa).

Paradójicamente, una población reducida desarrolló cierta protección a la depresión por endogamia a la vaquita.

Sergio Nigenda explicó para WIRED que, en especies con tamaños poblacionales grandes, las mutaciones altamente dañinas tienden a “esconderse” para luego reaparecer en el momento menos esperado.

En contraste, en especies con tamaños poblacionales históricamente pequeños, al haber menos individuos, es más probable que dos individuos afectados por una misma mutación se encuentren, se reproduzcan y tengan hijos con rasgos detrimentales que morirán o tendrán poco éxito reproductivo.

De esta manera, entre pocos individuos, las mutaciones se van purgando poco a poco. En este sentido, si bien la vaquita marina tiene una baja diversidad genética, no tiene mutaciones altamente dañinas que la llevarían a depresión por endogamia.

¿Por qué la vaquita marina está en peligro de extinción?

¿Marsopa? ¿No hablábamos de la vaquita marina? Pues sí, no son cosas distintas. A las marsopas también se les ha llamado “cerdos de mar”. Se trata de las especies más pequeñas del infraorden “Cetacea” (como los delfines).

Sin embargo, en realidad las vaquitas marinas son más cercanas a los narvales y belugas. La principal diferencia con respecto a los delfines son sus dientes aplanados, como si fueran una pala.

En este contexto, la vaquita marina es la marsopa más pequeña del planeta. Actualmente está en peligro de extinción por diversos motivos. Entre ellos destacan la captura accidental, el aumento de la actividad pesquera y su limitada tasa de crecimiento poblacional.

La vaquita marina está considerada en Peligro de Extinción (P) en la lista de especies en categoría de riesgo de la Norma Oficial Mexicana NOM-059-SEMARNAT- 2010.

También, se incluye en el Libro Rojo de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN) como especie en peligro crítico (CR) de extinción. Es por ello que la protección, conservación y recuperación de la vaquita marina (Phocoena sinus) es un asunto de alta prioridad nacional e internacional.

Los estudios realizados evidencian que se trata de una población históricamente pequeña debido a su distribución restringida por naturaleza. Para estimar el tamaño de población y confirmar la distribución se han realizado varios esfuerzos de avistamientos de animales vivos, así como monitoreos acústicos para encontrarlos.

Lamentablemente se trata de un animal difícil de encontrar, aún cuando las condiciones son las mejores. Esto se debe a diversos factores, como su pequeño tamaño, su comportamiento discreto al salir a la superficie a respirar, sus tiempos de inmersión relativamente largos, y la turbidez del agua de la zona en la que habita.

Otros animales endémicos mexicanos en peligro de extinción

Como ya mencionamos, la vaquita marina es una especie endémica de México. Esto quiere decir que no habita ningún otro lugar del planeta fuera del Golfo de California, en nuestro país. Y no es la única especie mexicana en peligro de desaparecer.

Tortuga laúd: se estima que esta especie es tan antigua como los mismísimos dinosaurios. Se trata del reptil más pesado del planeta y el más grande de las tortugas vivas. Crece hasta dos metros de largo y llega a pesar hasta 700 kilogramos.

Lobo mexicano: se trata de la subespecie más pequeña del lobo gris en América del Norte. Al mismo tiempo es uno de los mamíferos más raros, y lamentablemente, en mayor peligro de extinción del continente. Actualmente se estiman menos de 100 ejemplares que viven en vida silvestre.

Ajolote mexicano: este tan querido y carismático animal vivió históricamente en los lagos de Texcoco, Xochimilco y Chalco, en la Ciudad de México. Actualmente sólo se encuentra en los canales y humedales de Xochimilco.

Para 2014 se calcularon sólo 36 ajolotes en la zona, cuando en 1996 se estimaba que vivían unos mil ejemplares.

Mariposa monarca: este insecto es reconocido por su viaje internacional desde México hasta Canadá, y de regreso. En 2017 la población de esta mariposa disminuyó un 27 por ciento con respecto al año anterior. Sin embargo, la reducción fue del 80 por ciento en comparación con la década de 1990.

Animales que ya se extinguieron en México

Carpintero imperial: Esta ave habitó la Sierra Madre Occidental y fue considerado el pájaro carpintero más grande que existió en el mundo. Su extinción fue consecuencia de la tala de sus bosques y su caza con fines alimenticios, remedios tradicionales y por curiosidad.

Foca monje del Caribe: Se considera como la primera especie de foca en extinguirse a consecuencia de las actividades humanas. Se generalizó la idea de que era una amenaza para los bancos de peces, por lo que se creó una campaña de exterminio contra ellos.

Oso grizzly: Esta especie vivió en zonas de pastizales y montañosas pobladas de pinos en las que se alimentaba principalmente de frutas, insectos y ocasionalmente de animales pequeños y carroñas. Lamentablemente fue acosado durante años por la cacería, que lo llevó a la extinción.

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