La pieza, que fue resultado de una colaboración de Nierman con el compositor y pianista Oscar Olea, fue escrita en pandemia. Foto: Especial

La ópera multimedia “Diario de un fantasma”  reflexionará sobre el sentido de la vida y la muerte

Diario de un fantasma es una ópera en la que un fantasma tendrá un diálogo con la Muerte sobre lo que implica la existencia y el fin del ser humano en la Tierra

A través de la ópera Diario de un fantasma el escenario se convertirá en una especie de limbo, un espacio entre la vida y la muerte, en  el que un ente fantasmagórico  debatirá con la Muerte aquellos sucesos que la llevan a añorar su estancia en la Tierra.

Tras estrenarse en octubre de 2021, como parte del Festival Divertimento (en la Capilla Gótica del Centro Cultural Helénico), la pieza regresa con nuevas reflexiones al Teatro Casa de la Paz para poner sobre la mesa reflexiones sobre lo que implica ser humano.

Una mujer joven es víctima de un desastre natural. Y en ese “instante eterno” entre la vida y la muerte, despierta tratando de encontrarle sentido a su nueva identidad como fantasma. Extraña lo que era estar viva y todo lo que eso conlleva y se resiste a dejarse llevar por la muerte quien, con perseverancia, la seduce para que le siga.

Diario de un fantasma se llevará a cabo el 9 de junio, a las 20:00 horas, y el 10 de junio, a las 19:00 horas, en el Teatro Casa de la Paz

Al final, es un canto a la vida y un reconocimiento de que esta no tendría sentido si en la eternidad se diera.

“A este fantasma, interpretado por la soprano Amanda Olea, le duele sentir que ya no va a ser útil a nadie. No solamente extraña disfrutar de la vida, sino servir, que también eso es algo muy importante en nuestra existencia. Por otro lado, le consuela saber que fue valiente y que vivió apasionadamente, que no se quedó a medias tintas en nada, eso la redime y le da paz”, cuenta la coautora del libreto, Claudia Nierman.

Para esta temporada, el papel de la Muerte toma un rol más protagónico. Nierman precisa que tuvo como inspiración la filosofía oriental para entender que la muerte no es buena ni mala, pues en algunos casos, ayuda a que la gente, al tener conciencia de ella, viva con más pasión.

“Es como el yin y el yang, si no hubiera muerte, ¿qué sería la vida? Ahí estaríamos, como en el cuento de Borges, El inmortal, sentados, mirando el piso, porque nunca se va a acabar la existencia”, agrega la también fotógrafa y diseñadora.

Una nueva interpretación

La pieza, que fue resultado de una colaboración de Nierman con el compositor y pianista Oscar Olea, fue escrita en pandemia, como parte de la inquietud de ambos por expresar todo lo vivido en aquel tiempo.

Asimismo, con el contexto del 2023, buscan ahondar sobre cómo la gente regresó a “la nueva normalidad” y cómo llevan su vida de ahora en adelante.

“Con Oscar, el compositor, fue un poco como prueba y error, una especie de rompecabezas que armamos durante mucho tiempo para conjuntar todas nuestras pasiones”, detalla Claudia.

Originalmente, el montaje, de una hora y media de duración, contaba con una pantalla original de 7×3 metros. Sin embargo, para esta temporada el equipo decidió crear un espacio con más dimensiones, por lo que se dividió la pantalla en tres y se agregaron dos pantallas más.

“Gustavo López, que es el genio de la iluminación y en las proyecciones, es nuestro director escénico. Por lo que el público podrá ver un despliegue totalmente nuevo y envolvente, en donde todo momento de proyectarán imágenes con el pasado de Amanda, su presente y su posible futuro”, ahonda.

Por último, Claudia Nierman invita al público a que se dejen llevar por este viaje, en el que, cada quien se puede encontrar un mensaje único y, quizá, pueden darle otro sentido a su propia existencia.

“Aunque, a veces, le queramos tirar a la inmortalidad, eso no nos será posible, Así que todo es sobre el gran placer que es subirle el volumen a tus sentidos, no quedarnos grises, ni ser mediocres, hay que disfrutar la vida y vivir apasionadamente”, concluye.

Toma nota

  • Autor: Oscar Olea
  • Coautora: Claudia Nierman
  • Fantasma: Amanda Olea
  • Muerte: Diego Enríquez García
  • Clarinete principal: Eleonor Weingartner
  • Pianista: Jozef Olechowski
  • Diseño de vestuario: Sara Salomón
  • Coreógrafa: Fernanda Márquez
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