Escritoras opinan si la obra del escritor colombiano puede considerarse como una reivindicación de la mujer. Fotoarte: Fernando Estrada/ fotos: cuartoscuro

¿La obra de Gabriel García Márquez es feminista?

Con la publicación de su novela póstuma En agosto nos vemos a Gabriel García Márquez se le ha colgado la etiqueta de autor feminista

Cándida Eréndira, Úrsula Iguarán, Pilar Ternera, Remedios la bella, Fermina Daza, Mamá Grande, Ana Magdalena Bach. La maestría de García Márquez para nombrar a sus personajes femeninos es incuestionable. Sus nombres encierran el misterio que puebla el universo garciamarquiano.  Pero, ¿es posible considerar al escritor colombiano como un autor feminista al haber creado estos personajes entrañables?

La etiqueta de escritor feminista se le ha colgado por todos lados recientemente. En artículos periodísticos, presentaciones de libro, entrevistas a sus herederos o actividades relacionadas a la promoción de su novela póstuma En agosto nos vemos (Diana) se ha subrayado el acierto de tener como protagonista a una mujer de mediana edad dispuesta a explorar su sexualidad, el deseo y la libertad.

Es “una historia feminista” han declarado en repetidas ocasiones sus herederos que, aún en contra de la voluntad del autor, decidieron publicar esta novela corta, a 10 años de su muerte.

Y aunque ha habido un consenso en la maestría técnica de su escritura y el uso del lenguaje, pese a que lo consideraba una obra no terminadaescritoras y especialistas ponen en entredicho que se pueda describir como feminista esta última novela y otros textos que tienen a mujeres como protagonistas.

“Llama la atención que se promueva como un libro que explora la libertad sexual de la mujer, sin embargo, no es cierto porque la señora vive esto con mucha culpa. Lo toma como una travesurilla, pero sigue viviendo en la convención del matrimonio, y por ahí hay una declaración que dice: ‘de repente, odió este mundo hecho para los hombres’… Pero no se sostiene porque hay distintos momentos en los que esta libertad sexual se vive con culpa”, comenta la escritora Nora de la Cruz en Interior 403,  canal de Youtube en el que comparte sus críticas literarias.

Para ella, aunque el tema central es una mujer y su búsqueda por la libertad, “la representación sigue siendo tradicionalista, convencional y patriarcal”. “No podíamos esperar otra cosa. Sería injusto demandarle  a García Márquez eso porque, aunque sea un autor relativamente contemporáneo, no hizo parte de esa conversación”, añade la editora al enfatizar que se trata de una novela escrita hace más de 10 años, antes de que las discusiones actuales sobre el feminismo en la literatura se abrieran.

“A lo largo de su obra podemos encontrar destacados personajes femeninos, desde Úrsula Iguarán hasta Cándida Eréndira, pero aun en su complejidad, y si bien son personajes fuertes, en muchas ocasiones actúan en relación con personajes masculinos; por ejemplo, en roles como “madres-musas-mozas”
Brenda Morales MuñozEscritora y profesora de literatura

¿Cómo representaba García Márquez a las mujeres?

Brenda Morales Muñoz, profesora en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, comenta que en ningún sentido se puede considerar que la obra de García Márquez reivindique el papel de la mujer.

“No me parece que haya una reivindicación del papel de la mujer y no creo que esa haya sido la intención del autor. Considero que sus preocupaciones iban en otros sentidos. A lo largo de su obra podemos encontrar destacados personajes femeninos, desde Úrsula Iguarán hasta Cándida Eréndira, pero aun en su complejidad, y si bien son personajes fuertes, en muchas ocasiones actúan en relación con personajes masculinos; por ejemplo, en roles como “madres-musas-mozas”,  comparte la escritora a Reporte Índigo.

Para la especialista en narrativa latinoamericana contemporánea, la capacidad de García Márquez como narrador para crear mundos, personajes y atmósferas, para trabajar con el lenguaje es sumamente valorada. Sin embargo, si se toma en cuenta que desde la crítica literaria feminista se releen obras para identificar si hay sexismo, misoginia o violencia contra las mujeres y se  valora cómo están representados los personajes femeninos, el abordaje de su obra es más crítico, “se señalan los universos masculinos, la estereotipación de personajes femeninos, la ausencia de las voces femeninas o la masculinización de esas voces en algunas obras”.

“Siendo una lectora profesional de su obra no podría considerarlo feminista, por lo tanto, no creo que su obra sea una reivindicación. El hecho de incluir personajes femeninos, aun como protagonistas, en universos femeninos no significa que una obra esté exenta de misoginia y violencia”, apunta.

A poco más de un mes de su lanzamiento, En agosto nos vemos, la novela póstuma de Gabo, se ha posicionado como el libro de ficción más vendido en librerías mexicanas, según la editorial Planeta

Por otro lado, añade, “no creo que pueda decirse que un hombre, escritor o no, es feminista y menos un hombre que nunca mostró inquietudes en ese aspecto, que vivió en una época distinta y menos a partir de una obra literaria póstuma que se publica en 2024, en un momento de recepción lectora y crítica muy diferente a la de los años sesenta, por ejemplo”. Por eso, Morales Muñoz no duda que aquí la etiqueta de feminista se esté usando más como una estrategia del mercado editorial.

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