Cuando el escritor falleció, notas y fragmentos de capítulos de la novela fueron archivados en el Harry Ransom Center de la Universidad de Texas en Austin. Hasta que los hijos del autor decidieron publicarla. Foto: especial

“Nos Vemos en Agosto”: José María de Tavira narra la última novela de Gabriel García Márquez

Para conmemorar el décimo aniversario del fallecimiento de Gabriel García Márquez se lanza este audiolibro. El actor comparte su experiencia

En la morada que una vez acogió los susurros de Macondo, la Ciudad de México se transformó en un santuario de palabras, donde el tiempo se detiene para honrar la memoria de Gabriel García Márquez en el décimo aniversario de su partida.

En este rincón donde el genio del realismo mágico tejía sus historias, se dio lectura a unos fragmentos de la novela Nos vemos en agosto, una obra que se lanzó en México de manera póstuma, a inicios de marzo de este año.

José María de Tavira, actor y narrador del audiolibro de este último tomo, cuenta que dar voz a las palabras impregnadas del espíritu de García Márquez fue como un encuentro con un viejo maestro. Comparó la narración con los últimos trazos de una carrera, donde se aprecian los momentos más elegantes y, al mismo tiempo, los pequeños tropiezos que añaden autenticidad.

“No me describiría como un lector apasionado de Gabo, para nada soy experto; sin embargo, esta novela es maravillosa, porque pude experimentarla;  fue el contacto con un viejo maestro, dando los trazos más elegantes con el peso de toda una carrera y experiencia, y al mismo tiempo, verlo trastabillar un poco, al viejo autor veterano en su última obra”, explica De Tavira.

El actor tuvo el honor de narrar este libro para su versión en audiolibro, el cual ya se encuentra disponible tanto en México como en Centroamérica. Este audiolibro está ahora al alcance del público en plataformas digitales en la región, y ofrece una experiencia de dos horas y media de narración.

Los hijos de García Márquez sostienen que se trata de una valiosa adición a la obra de su padre, en parte porque revela una nueva faceta suya. Por primera vez, centró una narración en una protagonista femenina

“Fue una oportunidad maravillosa, es un oficio que me encanta, es casi compañero de mi otro trabajo paralelo: ser cuentacuentos. El audiolibro, en particular, me parece algo maravilloso; me remonta cuando se contaban historias alrededor del fuego, al origen de todas las formas artísticas.

Gracias al mundo digital internet, la experiencia del viejo contando la experiencia  se retoma a través del audiolibro, una forma de contacto personal, pues es como si te lo dijeran al oído. Es una experiencia muy íntima, muy moderna y antigua, al mismo tiempo; va muy ad hoc al ritmo de vida de las personas del siglo XXI”, expresa José María de Tavira.

El último legado de García Márquez

En este décimo aniversario, mientras el mundo reflexiona sobre el legado de García Márquez, Nos vemos en agosto se convierte en una brújula que guía a través de los laberintos del tiempo y la memoria.

De acuerdo con Carmina Rufrancos directora literaria de Grupo Planeta, este libro servirá como un recordatorio, pues aunque el autor haya partido, su espíritu perdura en cada palabra. Además, añade, que hasta el momento, en tan solo un mes, esta publicación ha registrado la venta de 35 mil ejemplares de los 50 mil disponibles.

“Es una novela que siempre estuvo ahí. Gabo había leído el primer capítulo en un homenaje a Saramago, en Madrid, a finales de los años 90, mientras trabajaba en un proyecto más extenso. Trabajó en ella durante muchos años, pero al enfermar en Los Ángeles y regresar a México, nunca quedó satisfecho.

“Llegó a la conclusión de que no valía la pena y consideró destruirla. Sin embargo, sus hijos la dejaron archivada. Se decidió publicarla, a pesar de los problemas de memoria que enfrentaba García Márquez, sus hijos valoraron el trabajo y vieron el rigor, calidad y el espíritu que caracteriza a Gabo”, expresa Rufrancos.

En el archivo se encontraron varios manuscritos, incluyendo una quinta versión escrita a mano que se consideró la versión final, la cual fue trabajada con la ayuda de la secretaria de García Márquez, Mónica Alonso, quien en sus últimos años de vida fue de gran ayuda al leer en voz alta, hacer anotaciones y sugerir cambios.

No se alteró nada en la versión final, fue escrita íntegramente como Gabo hubiera querido. Con esto celebramos que está más vivo que nunca”, concluye Carmina Rufrancos.

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