INAH busca inscribir archivo arqueológico del país como Memoria del Mundo de la UNESCO

El Museo Nacional de Antropología ya resguarda en su sótano el Archivo Nacional de Arqueología, después de un largo periplo por espacios mal acondicionados
Abida Ventura Abida Ventura Publicado el
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La memoria arqueológica de México ahora se resguarda en el Museo Nacional de Antropología.

Después de errar por espacios mal acondicionados, las más de 2 mil 500 cajas que contienen información vital sobre las primeras exploraciones en Palenque, Monte Albán, Teotihuacan, Templo Mayor, así como de las excavaciones recientes en esos sitios o de los salvamentos en la Península de Yucatán con la construcción del Tren Maya tienen, por fin, un espacio apropiado en el emblemático recinto de Chapultepec.

Durante tres meses, trabajando largas jornadas nocturnas, personal del  Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) trasladó de un espacio acondicionado en Avenida Revolución al sótano del Museo más de 2 mil metros lineales de documentos. Una labor que tuvo un costo de $905.000 pesos, según la Coordinadora Nacional de Arqueología, Lorenza López Mestas.

Anteriormente conocido como Archivo Técnico del INAH, el acervo ahora se constituye como el Archivo Nacional de Arqueología y ocupará un área acondicionada bajo estrictas normas de conservación y catalogación en el mismo edificio donde están otras colecciones invaluables como la arqueológica y etnográfica del museo, la osteoteca, la colección de momias y la Biblioteca Nacional de Antropología e Historia.

Una labor de dignificación que también busca promover el reconocimiento de su Fondo Histórico dentro del programa México en la Memoria del Mundo de la UNESCO, destinado a proteger y promover el patrimonio documental del país.

“Me complace transmitirles que tenemos aquí el expediente mediante el cual el Fondo Histórico de la División de Monumentos Prehispánicos del ahora Archivo Nacional de Arqueología será presentado para que forme parte del programa de Memoria del Mundo México de la UNESCO”, declaró la tarde del miércoles el director del INAH, Diego Prieto, al inaugurar el acervo.

El antropólogo destacó la importancia de reconocer esta colección que fue desalojada en 2017 del Palacio del Marqués del Apartado, edificio histórico en República de Argentina con Donceles que albergaba las oficinas del Consejo de Arqueología del INAH. La administración pasada planeaba abrir ahí un recinto cultural que nunca se realizó.

Diego Prieto subrayó que se trata de una colección que va más allá de ser una simple cantidad de papeles y archivos técnicos, como pensaban funcionarios de la Secretaría de Cultura federal del sexenio anterior, ya que en su momento minimizaron su importancia al sugerir que lo trasladaran a cualquier otro recinto del instituto, incluso al Fuerte de Perote, en Veracruz.

“Hubo que explicar que no era así, que se trata de la memoria arqueológica del país y del Instituto Nacional de Antropología e Historia; también se trata de documentación viva, que ilustran las investigaciones que no solamente están realizando los académicos del INAH, sino de otras instituciones como la Universidad Nacional Autónoma de México. También está la documentación de las investigaciones que llevan a cabo distintas instituciones de universidades de todo el mundo; no son simplemente papeles”.

Fondo Histórico y archivo de concentración

Considerado el repositorio más grande de su tipo en América Latina, con colecciones históricas que se remontan a 1914, el Archivo Nacional de Arqueología está conformado por dos grandes acervos: el Fondo Histórico y el Fondo de Concentración.

El primero, explicó  Prieto, incluye la sección más antigua, que es el Fondo Dirección de Monumentos Prehispánicos (1915-1969). Se conforma de 241 tomos de informes técnicos sobre las primeras excavaciones arqueológicas en México,  como las exploraciones de Alfonso Caso en Monte Albán o las de Alberto Ruz Lhuillier en Palenque.

Ahí se pueden encontrar monografías, fotografías, pinturas al óleo, planos, inventarios, notas de campo y reportes que dejaron los arqueólogos precursores de la disciplina en el país, como Román Piña Chan, Manuel Gamio, Eulalia Guzmán, entre otros.

 “Constituye una fuente de referencia básica sin paralelo en América Latina, ya que incluye información de los primeros procesos de la arqueología moderna en México y su desarrollo como disciplina científica en todo el territorio nacional”, destacó el antropólogo.

Ese acervo, que busca ser incluido en el programa Memoria del Mundo, también incluye colecciones personales donadas por arqueólogos, epigrafistas e investigadores, como César Lizardi, Florencia Müller, John Paddock, Beatriz Braniff, Jorge Acosta, John Charles Kelley, Ellen Abbott Kelley, Alejandro Martínez Muriel y Enrique Nalda.

La otra colección es el llamado archivo de concentración, que contiene los informes de las investigaciones recientes analizadas por el Consejo de Arqueología. Consiste en 600 metros lineales de información y se alimenta constantemente porque es ahí donde se reúnen los reportes de las investigaciones en curso, tanto documentos físicos como archivos digitales.

Según Prieto, el espacio actual permitirá el crecimiento del archivo, por lo menos, en los próximos 15 años.

Un espacio digno

Este espacio ubicado en el sótano del Museo Nacional de Antropología cuenta con las medidas necesarias que se requieren para resguardar un archivo, según los lineamientos de la  Ley General de Archivos de la nación. Por ejemplo, sistemas contraincendios, regulación de la luz artificial para evitar la fotooxidación de los textos y extractores de aire y otros instrumentos para el control de la humedad.

Además, al resguardar archivos de más de un siglo de vida, el espacio cuenta con un área de restauración y conservación, donde los especialistas le darán mantenimiento preventivo a esta colección documental.

El acervo ya se puede consultar de lunes a viernes, de 9:00 a 17:00 horas, con cita previa al correo electrónico: beatriz_espindola@inah.gob.mx.

Refleja la riqueza arqueológica del país

El archivo resguarda 10 mil 460 informes técnicos de las excavaciones arqueológicas en los 32 estados del país, por lo que refleja los territorios donde ha habido más exploración  arqueológica. El primer lugar lo ocupa el Estado de México con 1050 informes; en segundo lugar está la Ciudad de México con 1046; mientras que de Yucatán hay 910  reportes.

Los estados que tienen menos investigaciones arqueológicas son los del norte del país. En el archivo, por ejemplo, Coahuila tiene apenas 58 informes de excavaciones y Tamaulipas 78.

Las joyas del Fondo Histórico:

  • Concentra  el Fondo Dirección de Monumentos Prehispánicos, que abarca papeles de 1915 a 1969
  • Se contabilizan 11 mil tomos con informes técnicos
  • Son mil 50 metros lineales de expedientes, clasificados por sitio arqueológico, investigador y asunto
  • Hay 15 mil 110 discos compactos como soportes de respaldo de los informes técnicos
  • Los acervos gráficos e históricos incluyen mapas, planos y fotografías
  • Tiene una colección de mil 334 libros y  mil 510 publicaciones periódicas especializadas en antropología y arqueología
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