Gabriel García Márquez captura la esencia de la condición humana, convirtiéndose en un autor universalmente apreciado. Fotoarte: Fernando Estrada/ fotos: cuartoscuro

El realismo mágico de Gabriel García Márquez: explora lo ordinario y lo sublime de América Latina

Geney Beltrán resalta la genialidad literaria del escritor colombiano al unir la imaginación con la crítica social, mientras su prosa brinda una narrativa arriesgada y con  personajes universales

En el eco del tiempo, la prosa de Gabriel García Márquez convierte lo ordinario en magia y lo mágico se entrelaza con lo sublime, invitando a sus lectores a adentrarse en un universo donde los límites entre lo real y lo imaginario se desdibujan.

Su obra es un viaje por los laberintos del alma latinoamericana. Desde el mágico Macondo de Cien años de soledad, hasta los destinos oscuros de Crónica de una muerte anunciada, García Márquez entrelaza lo real y lo fantástico, mientras retrata con agudeza las complejidades sociales y personales de América Latina.

“Si reunimos la imaginación y la crítica social tenemos a un genio literario que logró unir la necesidad de lo prodigioso y el examen crítico de la realidad latinoamericana, pero habría que añadir el sazón de la prosa, que es de expresividad poética; la respiración de la prosa, la adjetivación, la capacidad de compactar en pequeñas escenas el destino de sus personajes viene de una pluma superdotada.

“Hablamos de un artista supremo, que en sus obras como en Cien años de soledad, podemos leer en voz alta y parece que la prosa canta, se eleva y embellece todas las escenas que va describiendo”, narra el crítico literario Geney Beltrán a Reporte Índigo.

“García Márquez es el ejemplo del artista dotado de una sensibilidad para proyectar muy distintos perfiles humanos y hacerlos memorables; esto se logra con audacia, riesgo, ambición y con dedicación”
Geney BeltránCrítico literario

El coordinador de la Casa Estudio Cien Años de Soledad resalta que el autor colombiano logra manifestar en una sola obra un mundo asombroso, lleno de episodios memorables.

Desde Remedios la Bella ascendiendo al cielo, hasta el pueblo en el que llueve incesantemente durante tres años, cada acontecimiento se sostiene en la trama gracias a la hábil gestión de las generaciones familiares.

Cien años de soledad es una novela con una estructura inusual y arriesgada, y digo arriesgada, porque no tiene una unidad dramática sustentada en un personaje o en un hecho específico, sino que presenta la historia de varias generaciones de una familia y una extensión temporal que implica un desarrollo, prácticamente, de un siglo”, añade Beltrán.

Poder manifestar en una sola obra a lo largo de 500 páginas no solo ese mundo asombroso que tiene este y tantos episodios como el bebé que nace con una cola de puerco, todos esos hechos se sostienen porque maneja una estructura sustentada en las generaciones.

Geney destaca cómo el autor colombiano, a través del realismo mágico, lleva al centro de su novela el sustrato legendario de las historias del campo colombiano.

“La posteridad de García Márquez se apoya en haber creado una obra de estatura universal. Creo que el secreto de la persistencia de Gabo en el gusto de los lectores y la crítica tiene que ver con la confluencia de una serie muy afortunada de factores. Al coincidir Cien años de soledad, en 1967, un momento determinado de la evolución de la cultura latinoamericana, constituyó una aportación que trascendió a las fronteras.

“También tiene que ver lo que han llamado el realismo mágico. Es una manifestación muy libre, lúdica, con la expresión de lo fabuloso, lo legendario, lo mítico, lo extraordinario y lo que se escapa a nuestros poderes racionales, aquello que no se puede explicar por los cinco sentidos”, destaca.

Ese asombro que produce la imaginación de García Márquez toca una fibra muy profunda de los seres humanos y la necesidad de lo extraordinario, lo que va más allá de nuestra rutina. En donde, además, satisface el hambre que el ser humano tiene.

En redes sociales circulan imágenes de frases que le atribuyen al escritor, pero que son falsas

El explorador de las pasiones humanas

Geney Beltrán subraya la singularidad de cada uno de los personajes, gracias al conocimiento profundo de las pasiones humanas. Desde el Coronel Buendía, hasta otros personajes a lo largo de las generaciones, cada uno está impulsado por pasiones expresivas que los vuelven entrañables y universales.

Esta habilidad del autor para explorar lo más profundo de la condición humana es lo que permite que su obra atraiga a lectores de distintos perfiles y procedencias.

Cada uno de los personajes es único y memorable; creo que el secreto de Gabo en este rubro de la construcción de los personajes tiene que ver con el conocimiento de las pasiones.  Alcanzan la estatura de arquetipos universales, son posibilidades del proceder humano. Es un artista que llega a lo profundo de la condición humana.

“La posteridad de García Márquez se apoya en haber creado una obra de estatura universal. Creo que el secreto de la persistencia de Gabo en el gusto de los lectores y la crítica tiene que ver con la confluencia de una serie muy afortunada de factores”
Geney BeltránEscritor mexicano

“Su obra apela a lectores de muy distintos perfiles, edades y procedencias, porque, aunque hable de un pueblo en Colombia en el Caribe, en realidad, se enfoca en la naturaleza humana y en eso Gabo se codea con los grandes autores clásicos como Shakespeare, Cervantes o Sófocles que trascienden su coyuntura y época gracias a que lograron expresar la raíz del ser humano”, concluye el crítico literario.

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