"La interpretación le valió (a Gaga) una ovación de pie y un abrazo de Julie Andrews; más importante aún, se sintió como el tipo de escaparate que se convierte en la piedra angular de una carrera (artística)"
Después de haber desfilado por la alfombra roja con sus guantes que parecían “de limpieza”, y de protagonizar todos los memes y posts en las redes sociales por su elección de accesorios, Lady Gaga calló la boca de la audiencia en el Dolby Theatre de los Oscares, así como al público que estaba atento a sus pantallas de TV y/o sus computadoras.
Y es que tras cantar el tributo al 50 aniversario de “La novicia rebelde”, Gaga dio cátedra del talento y la voz que posee. “El domingo por la noche, la diva realizó un hermoso, pero inquietantemente normal, medley de las canciones clásicas de la película”, apuntó Neha Prakash de Mashable.
La intérprete de “Bad romance” alcanzó las notas que inmortalizó Julie Andrews quien, a su vez, se presentó en el escenario conmovida con el homenaje al clásico musical. “Puedo hablar por todos los que se conectaron con la película al decir que realmente me siento bendecida de ser parte de ella (…)”, dijo Andrews ante un público que la ovacionaba de pie.
“Querida Lady Gaga, gracias por ese maravilloso tributo. Realmente derritió mi corazón”, agregó la legendaria actriz británica.
Lady Gaga fue la opción ideal para interpretar este tributo, ya que “no es una estrella del pop cualquiera. Lady Gaga prácticamente inventó la era actual del pop como espectáculo”, indicó Daniel D’Addario de la revista Time.
El escenario completo se transformó en lo que es realmente una entrega de galardones en Hollywood. Glamour, elegancia, orquesta en vivo y bajo luz tenue, un vestido de ensueño, fuera de las extravagancias a lo que Gaga suele inclinarse. Sin dejar de lado su peluca y tatuajes.
El éxito del performance de Gaga no fue solamente aparecer sin vestimenta estrafalaria y entonar con el talento que tiene, pues radicó en que “su actuación en los Oscar no se trataba de la personalidad de la cantante, sus ideas acerca de la celebridad moderna o su rareza; se trataba de ‘La novicia rebelde’. De hecho, una elección en particular indicó que las perspectivas de la cantante realmente han cambiado en los últimos meses. Lady Gaga llevaba guantes de color rojo en la alfombra roja, como si estuviera a punto de lavar platos. Fue ‘típico Gaga’, una opción de la ropa que parecería rogar por la atención, hasta que uno se dio cuenta de que los guantes cubrían su nuevo anillo de compromiso para asegurar de que nadie estuviera hablando del mismo. Para una estrella cuya carrera se ha enfocado durante mucho tiempo acerca de hacer de sí misma el centro de atención, ceder la atención de Gaga a otra cosa es un gran paso adelante”, enfatizó D’Addario.
Lady Gaga respetó a un clásico del cine, la audiencia, la ceremonia misma y, claro, a Julie Andrews con este medley que incluía “The sound of music,” “Do Re Mi,” “Edelweiss” y “Climb ev’ry mountain”.
Pero lo más importante es que deleitó a las celebridades asistentes y al público detrás de la pantalla. De hecho, los videos no oficiales ya alcanzaron más de un millón de vistas en YouTube y la mayoría se vuelca hacia lo deslumbrado que dejó a todo el que vio la ceremonia.
“La interpretación le valió (a Gaga) una ovación de pie y un abrazo de Julie Andrews; más importante aún, se sintió como el tipo de escaparate que se convierte en la piedra angular de una carrera (artística)”, dijo Jason Lipshutz, columnista de Billboard, quien agregó que “Gaga es uno de los grandes ganadores de los Premios de la Academia, donde se apoyó en las canciones que a todo el mundo les gustan y las presentó de una manera refrescante y sencilla (…) sin duda, va a tratar de abrir nuevos caminos en la música pop con su material original en algún momento (…)”.