A diestra y siniestra

La contaminación en México no solamente son partículas asfixiantes y muertes por causas relacionadas a la polución. Y tampoco se reduce a que el costo ambiental para el país es de 577, 698 millones de pesos –el equivalente al 3.2 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB)–, de acuerdo al  Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

En un país como México, la contaminación visual es un mal que ataca diariamente a los ciudadanos, con exceso de información que satura al cerebro.

María Alesandra Pámanes María Alesandra Pámanes Publicado el
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Años más viejos en términos de pérdida de audición, están las personas de las ciudades
La contaminación visual no solamente afecta a las personas, también a la fauna de las grandes ciudades

La contaminación en México no solamente son partículas asfixiantes y muertes por causas relacionadas a la polución. Y tampoco se reduce a que el costo ambiental para el país es de 577, 698 millones de pesos –el equivalente al 3.2 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB)–, de acuerdo al  Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

En un país como México, la contaminación visual es un mal que ataca diariamente a los ciudadanos, con exceso de información que satura al cerebro.

“No es una conversación, es un megáfono gritándole a las personas que ni siquiera pidieron esos mensajes”, dice la cineasta Gwenaëlle Gobé, quien es hija del autor, activista y gurú del branding emocional, el francés Marc Gobé.

Gwenaëlle realizó un documental sobre este tema, “This Space is Available”, y señala que la invasión del espacio y el exceso de panorámicos publicitarios –y basura– provocan problemas que deben atacarse por el bien de la población de las grandes ciudades y del medio ambiente, claro.

Y es que la contaminación visual –sean o no anuncios con luz– dañan también la imagen de las ciudades e indirectamente aumentan el estrés de conductores y peatones que transitan diariamente por las avenidas principales. Inclusive, podrían alejar turistas y el interés público por lo “sucio” que se ve el panorama.

Marc Gobé indica que las grandes marcas deberían adoptar nuevas formas para anunciarse y podrían aprovechar aún más el impacto que tienen las redes sociales y las plataformas digitales en los consumidores, en lugar de seguir enviando mensajes que ponen a trabajar “horas extra” al cerebro.

Por su parte, expertos de la Universidad de Concordia realizaron un estudio en el que determinaron que las personas que tienen el cerebro “saturado” de información presentan problemas de memoria mucho antes de que la edad haga de las suyas.

La investigación publicada en Quarterly Journal of Experimental Psychology revela que también se pueden presentar problemas de aprendizaje, a causa del exceso de información que recibe dicho órgano.

Así como te molestan los comerciales en los videos de YouTube y los eliminas, deberías de exigir que el gobierno retire propaganda política y electoral de las calles. Aún quedan anuncios descoloridos y rasgados de las campañas electorales de 2012 en urbes como la Ciudad de México, Monterrey y Guadalajara, por ejemplo.

También la auditiva

No solo se trata de la parte visual, ya que la contaminación auditiva también está causando estragos en la salud de los ciudadanos mexicanos (y de los habitantes de grandes ciudades en el mundo).

De hecho, las personas que viven en las grandes metrópolis como la capital mexicana se están quedando sordas. Sí, sordas.

Específicamente son 10 años más viejas en términos de pérdida de audición, en comparación con quienes viven en ciudades más silenciosas.

Así lo determinaron datos de la Organización Mundial de la Salud y un informe de la empresa SINTEF y un análisis global, elaborado por la compañía Mimi Hearing Technologies.

Los resultados arrojados revelaron una correlación entre el 64 por ciento del ruido urbano y la pérdida de la capacidad auditiva de los habitantes.

Y es que ponte a pensar y lo primero que aparece en las películas ambientadas en grandes ciudades son escenas de tráfico, panorámicos, habitantes gritando, junto con  ruido y más ruido.

“La contaminación acústica es un problema que está latente y todos estamos expuestos por igual (…) El ruido de las bocinas, gritos, pitazos de tránsito en la calle, etc”, dice la Dra. Ángela Alanez, quien forma parte de la Universidad Mayor de San Andrés, en La Paz, Bolivia.

Visualmente contaminado

Algunos de los problemas de salud provocados por la contaminación visual son:

>> Dolores de cabeza

>> Alteración del sistema nervioso central

>> Genera distracción

>> Aumentar los niveles de estrés y ansiedad

>> Más accidentes de tráfico

‘Sordos’ y nerviosos

Las consecuencias de estar expuestos a la contaminación auditiva son:

>> Pérdida de la capacidad auditiva

>> Aumento de la agresividad y hostilidad

>> Nerviosismo 
y ansiedad

>>Jaquecas frecuentes

>> Incremento 
de los niveles de estrés

>> Insomnio

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