Alex Zanardi: El hombre de oro

Cuando el mundo todavía estaba asimilando las imágenes del ataque terrorista del 9/11, los aficionados a los autos lidiaban con la imagen de lo que quizá es el choque más terrible captado en video en una competencia de automovilismo.

El 15 de septiembre de 2001, el corredor italiano Alex Zanardi aceleró de manera abrupta, dio un giro y perdió el control de su auto luego de salir de una parada tardía en pits.

Juan Antonio Zertuche Juan Antonio Zertuche Publicado el
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2012
Medalla de oro en los Juegos Paralímpicos de Londres
"Cuando tienes 20, aprecias las medallas. Cuando tienes 40, aprecias lo que haces todos los días"
Alex Zanardi
"Hace tres años dejé las carreras de autos, a los 42. Parecía una estupidez dejar todo, iba contra todo pronóstico. Pero no es la primera cosa loca que hice en la vida. Al final yo tenía razón. No debes perseguir quimeras, pero si tienes un horizonte hacia dónde mirar, la felicidad está a la vuelta de la esquina".
Alex Zanardi

Cuando el mundo todavía estaba asimilando las imágenes del ataque terrorista del 9/11, los aficionados a los autos lidiaban con la imagen de lo que quizá es el choque más terrible captado en video en una competencia de automovilismo.

El 15 de septiembre de 2001, el corredor italiano Alex Zanardi aceleró de manera abrupta, dio un giro y perdió el control de su auto luego de salir de una parada tardía en pits.

El auto de Zanardi retomó la pista alemana de EuroSpeedway Lausitz de manera dramática, atravesándose justo al paso de los corredores que iban detrás de él en la recta final de la carrera que él iba ganando (era la vuelta 143 de 154).

El movimiento tomó por sorpresa al corredor canadiense Patrick Carpentier quien, en fracciones de segundo, pudo esquivarlo a tiempo por su flanco derecho. Sin embargo, otro Alex (Tagliani, canadiense) venía atrás y a la izquierda de Carpentier… el impacto fue imparable.

Apenas dos segundos después de que el auto de Zanardi se incorporó erráticamente a la pista, una flecha letal azul y blanco –el auto de Tagliani– le impactó justo a la mitad y provocó que se partiera en pedazos. El video del accidente, acompañado del audio original de la transmisión, pone la piel de gallina.

Alex Zanardi perdió ambas piernas: una fue amputada a partir de la rodilla, la otra por encima de. Además, el italiano perdió tres cuartos de volumen de su sangre. La rápida intervención médica le salvó la vida.

El terrible accidente se enmarcó en un momento difícil para su carrera. Luego de una aventura poca afortunada en la Formula 1, Zanardi estaba de regreso en la Champ Car, la competencia en donde sí había tenido éxito: había ganado el premio al Novato del Año en 1996 y dos campeonatos (1997 y 1998).

Después de que sus piernas fueron amputadas, lejos de que su carrera se truncara, para Zanardi apenas comenzaba la segunda parte de su vida deportiva.

Recuperación y triunfos

Más que una rehabilitación, Zanardi se enfocó a rehacer su vida deportiva asimilando por completo su nueva realidad.

No conforme con las prótesis comerciales, el italiano se involucró de lleno en el diseño, desarrollo y construcción de sus nuevas piernas protésicas hechas a la medida. Y es que en la mente de Zanardi estaba una meta fija: volver a correr y competir.

No pasaron ni dos años cuando el italiano ya estaba de regreso en la pista EuroSpeedway Lausitz para terminar simbólicamente las 10 vueltas que le faltaron. Lo hizo a una velocidad de nivel de competencia: corriendo a 310 kilómetros por hora, lo que lo hubiera colocado en quinto lugar de haber corrido en forma.

En 2005, llegaron los primeros resultados gracias a su tenacidad. Dos años después de haberse incorporado al equipo  BMW, Zanardi ganó su primera carrera del World Touring Car Championship. En esta competencia ganó otras tres carreras más en 2006, 2008 y 2009.

Nueva meta: ciclismo

El único deporte que pudo alejarlo del mundo motor, fue el “handcycling” o ciclismo accionado con las manos. Lo más curioso de esto es que Zanardi llegó a conocer este deporte por un accidente fortuito: a raíz de una disputa por un lugar de estacionamiento para discapacitados.

Vittorio Podestà, miembro del equipo italiano paralímpico de bicicleta de ruta, estaba en el otro auto junto a su esposa disputándose el lugar con Zanardi. En una entrevista para la televisora china CCTV, Podestà relata la anécdota:

“Mi esposa se bajó del carro y me dijo, ‘no, mira, si está discapacitado, es Zanardi’. Después, Zanardi se me acerca y ve las bicicletas en el techo de mi auto; un año después me habla porque quiere ir al Maratón de Nueva York, le pregunto ‘¿cuál Maratón? Ok, tienes un año para prepararte’, y me dijo ‘no, un año no, el siguiente Maratón en un mes’”.

Así es como Podestà, campeón del mundo en la prueba, introdujo a Zanardi al deporte. Con una preparación de tan solo cuatro semanas, Alex Zanardi obtuvo el cuarto lugar en el Maratón de Nueva York en 2007.

No conforme con el resultado, se preparó al máximo y gracias a esa adrenalina por la competencia logró ganar en 2009 el Maratón de Venecia y en 2010 el Maratón de Roma en silla de ruedas.

Y como prueba de su tenacidad, después de cuatro intentos por fin pudo en 2011 ganar el Maratón de Nueva York. Pero ninguna competencia deportiva se compara con una justa olímpica, así que Zanardi insinuó desde 2009 que quería formar parte del equipo italiano de “handcycle”. Desde entonces, se especializó en la prueba de contrarreloj de ciclismo en la categoría H4 (bicicleta accionada con las manos).

Confieso que no sabía del giro que había tomado la carrera de Alex Zanardi, así que fue toda una sorpresa leer los encabezados en los diarios de todo el mundo cuando anunciaron que el italiano había conseguido una medalla de oro en los Juegos Paralímpicos de Londres 2012.

Experimenté ese extraño sentimiento que da cuando te enteras de noticias impactantes en relación a una figura pública que conoces “de cerca”.

La historia de Zanardi es un ejemplo para deportistas y no deportistas.

“Este es un gran logro, uno de los más grandes de mi vida”, dijo Zanardi con la medalla colgada. Ojo, lo dice alguien que ha cosechado éxitos con y sin piernas. “He trabajado muy duro para llegar aquí. Fue estupendo vivir una experiencia así a los 45 años”, remató.

Quizá lo más impresionante de toda esta historia es que no era la única vez que había subido a un podio en el circuito Kent, a unos cuántos kilómetros de Londres. En 1991, a sus 24 años, obtuvo el segundo lugar en una carrera de Formula 3000. En 2008, sin sus piernas, obtuvo el tercer lugar con su BMW en la World Touring Car Championship. Y ahora, en 2012, se colgó la medalla de oro con su bicicleta en los Juegos Paralímpicos de Londres.

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