Agente Fortune: El gran engaño es una película que utiliza la fórmula explosiones, persecuciones y balazos. Foto: Especial

“Agente Fortune”, el regreso de Jason Statham y Guy Ritchie a la pantalla grande

El cineasta inglés vuelve a los orígenes de su filmografía, dejando atrás grandes superproducciones, y lo hace ahora con Agente Fortune: El gran engaño

Después de alzar la franquicia de Sherlock Holmes en 2009, fracasar con la macroproducción El Rey Arturo: La Leyenda de la Espada en 2017 y levantarse de nuevo con Aladdin (2019), el cineasta Guy Ritchie volvió a sus orígenes fílmicos para hacer más cine de acción y con un presupuesto moderado con la cinta Agente Fortune: El gran engaño.

Además, el actor Jason Statham regresó con él para hacer una vez más mancuerna por quinta ocasión, ahora como Orson Fortune, agente secreto del servicio británico que busca a toda costa detener los planes de Greg Simmonds (Hugh Grant) de vender un arma tecnológica a un grupo de mercenarios ucranianos.

Sin embargo, Simmonds es un magnate de difícil acceso con gustos específicos y peculiares, fanático del cine, entonces, Fortune contrata al histrión Danny Francesco (Josh Harnett) para que sea la carnada fácil y el traficante de armas excéntrico se vuelva su nuevo amigo en común.

El personaje de Simmonds es parte de la comedia añadida que Ritchie le impregna a su película, ya que este millonario no es el típico villano, de hecho, es la antítesis de un chico malo: es cínico y sale del estereotipo del antagonista al que se está acostumbrado en este tipo de cintas.

“¡A Greg le encanta el dinero! Sin embargo, es uno de esos multimillonarios que se considera un hombre bueno, aunque vende armas en todo el mundo. Incluso tiene una institución benéfica para huérfanos de guerra, lo cual es una ironía encantadora. Simmonds cree que tiene valores y ama la vida, a la gente y a su equipo. Creo que es importante disfrutar el personaje que estás interpretando y disfruté mucho ser Greg”, reconoce Grant de su interpretación.

Después de más de un año de retraso, Agente Fortune: El gran engaño llega a cines mundialmente, y esto no se debe a la pandemia, sino que los productores veían delicado que el largometraje tiene precisamente a un grupo de insurgentes ucranianos como antagonistas y no querían que esto se malinterpretase con la guerra en curso entre Rusia y Ucrania.

Para bajar la testosterona en el rodaje y dar un ligero balance a la producción, la actriz Aubrey Plaza interpreta a Sarah Fidel, quien es la especialista en computadoras del equipo de Fortune y hace de niñera de Francesco, porque temen que este actor, que es distraído y tonto, revele accidentalmente el plan de este grupo de agentes secretos.

“Le encanta hackear las computadoras y divertirse mientras lo hace. Sarah tiene un gran sentido del humor sobre todo esto. Es extraordinaria en su trabajo, pero siempre está haciendo líos y bromas. Por eso, te preguntas si Sarah realmente logra estos hackeos increíbles que requieren una sincronización perfecta. Siempre tiene éxito porque así es Sarah. Salva el mundo mientras bebe vino”, platica la actriz en las notas de producción del filme.

Éxito por las nubes

Ritchie aprovechó desde 2019 para hacer este cine que recuerda a sus orígenes con películas como Juegos, trampas y dos pistolas humeantes (1998) o Snatch: Cerdos y diamantes (2000), pero en breve volverá a las grandes casas productoras, porque otro estreno que tiene contemplado es The covenant, que saldrá en abril próximo y es una coproducción entre United Artist y Amazon Studios, protagonizada por Jake Gyllenhaal.

Cabe recordar que el año pasado estrenó Los Caballeros, de la que ahora se está produciendo junto con Netflix una serie. Ritchie será el creador, el coguionista y el productor ejecutivo y dirigirá los primeros dos episodios. Además, está en la etapa de preproducción de The Ministry of Ungentlemanly Warfare, que se ubica en el periodo de la Segunda Guerra Mundial.

Por si fuera poco, Disney le volverá a retener con dos ambiciosos proyectos que se encuentran en lista de espera de producción: la secuela de Aladdin, debido a su éxito rotundo, y también la adaptación real de Hércules, que se basará en la cinta animada de 1997.

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