Uno de los frentes de lucha de la sucesión presidencial de México que no podemos perder de vista, es mirar lo que sucede en las elecciones locales para renovar gobernadores, comicios que sucederán el mismo día de la elección presidencial. Son siete estados que elegirán gobernador el primero de julio: Distrito Federal, Morelos, Guanajuato, Jalisco, Tabasco, Yucatán, Chiapas y Distrito Federal.
A nivel global, la sucesión presidencial arroja que después de de más de un mes de haber iniciado campañas las tendencias en las encuestas se mantienen, y no se registran movimientos bruscos en los estudios de opinión publicados; en todo caso destaca una lucha intensa por el segundo lugar entre Josefina Vázquez Mota y Andrés Manuel López obrador.
Se agotó la ola azul del 2000
Existe un termómetro para visualizar cómo va el terreno de lucha a nivel local en los distintos estados en donde habrá elecciones a gobernador. Las encuestas marcan en el DF una consolidación del PRD, el PRI saltaría al segundo sitio y el PAN caería al tercer lugar.
En Jalisco, estado gobernado por el PAN, se encendieron las luces de alarma, las encuestas marcan que el blanquiazul está en un lejano tercer lugar y su candidato Fernando Guzmán es ampliamente superado por el priista Jorge Aristóteles Sandoval. Es decir la ola azul de la elección del año 2000, que con el efecto Fox catapultó a muchos candidatos del PAN a nivel local, ahora se ha esfumado.
Una situación similar se vive en Morelos. Donde el candidato del PRI Amando Orihuela se sitúa en el primer sitio mientras que Graco Ramírez del PRD está en segundo sitio. En ese estado, también gobernado por el PAN, su candidato, Adrián Rivera aparece en algunas encuestas en tercer sitio.
La euforia del cambio del año 2000 ha concluido. En muchos estados del País la marca PAN ha crecido en sus negativos. Hace doce años, en la elección presidencial del año 2000 el desafío ya no era si Vicente Fox podía ganarle al PRI, el mayor obstáculo que se enfrentaba es que los mexicanos lo creyeran. En los estudios de opinión que se realizaban en el cuarto de guerra del candidato de la Alianza por el Cambio aparecía respuestas como: si va aganar Vicente Fox, pero no lo van a dejar. Así que los spots pautados hacia la última etapa eran totalmente inspiracionales para transformar la creencia de los indecisos de que el PRI era invisible.
El factor VTT: velocidad, tiempo y táctica
El recurso no renovable en la campaña electoral es el tiempo. Mientras en la comunicación institucional hay tiempo para planear y ejecutar, en la guerra electoral las decisiones deben tomarse con velocidad y eficacia. Es por eso que se requiere un verdadero arte en el manejo del tiempo y la agenda, para aprovechar las coyunturas. Si la estrategia fue bien diseñada, lo que define la guerra es la velocidad, el tiempo y la táctica diaria.
Mientras lo que prevalezca sea el temor a la equivocación, no habrá audacia que capte mayores votantes para los que disputan el voto de los mexicanos. Es por eso que hasta ahora las coyunturas como el debate de los candidatos presidenciales, o la presencia de Enrique peña en la Universidad Iberoamericana no se han transformado en hechos contundentes para que las tendencias cambien de ruta.
Mientras los opositores del PRI sean rehenes del miedo, el resultado de las encuestas no tendrá cambios.