Redes de Poder: Unid@s Pintan su raya a medias

En la presentación de la iniciativa Unid@s, uno de los mensajes en los que sus líderes más énfasis quisieron hacer fue en el carácter apartidista, y por ello se hizo más notoria la ausencia de los dirigentes políticos que dieron forma a Va por México, el antecedente de este nuevo frente. Parece que, al menos de arranque y después de la polémica por la presunta traición de Alejandro Moreno Cárdenas, dirigente nacional del PRI, Claudio X. González, Gustavo de Hoyos y otros integrantes de Unid@s quieren marcar distancia, o al menos a medias, porque no dejaron pasar la oportunidad de volver a invitar a Movimiento Ciudadano a integrarse al bloque, con todo y las reiteradas negativas.

La suerte ya no le sonríe

A quien pronto podría cambiarle el semblante, quizá más rápido de lo esperado, es al exgobernador de Hidalgo, Omar Fayad, quien, después de presuntamente “entregar” la entidad a Morena, no termina de ver claro su futuro. Resulta que el exmandatario, captado el lunes saliendo de Palacio Nacional, ya no estaría buscando acomodarse en algún puesto en el Servicio Exterior, como era su intención, sino que estaría buscando frenar las investigaciones en su contra por irregularidades en su administración, las cuales ya estarían avanzadas. Su propio sucesor, Julio Menchaca, se encargó de desestimar que el supuesto encuentro de Fayad con López Obrador cause algún efecto en las indagatorias en curso, y es que tras el cambio de gobierno se han detectado anomalías y posibles desvíos de recursos, en un caso que ya se ha bautizado como la “Estafa hidalguense”. Atentos.

Se exhibe senador Botello

Durante la discusión en el Senado de la República, que prohíbe las llamadas terapias de conversión, quien quedó muy exhibido fue el senador panista por Querétaro, Alfredo Botello, quien votó en contra de la iniciativa bajo el argumento de que con ello se privaría de atención mental a pederastas. Lo que debieron decirle al legislador es que la pederastia es un trastorno y no tiene nada que ver con la orientación sexual o la identidad de género. Mal si el senador no sabe realmente la distinción, y peor si es de su conocimiento y aun así aprovecha la tribuna de la Cámara alta para propagar un discurso basado en su ideología ultra.