La gestión del riesgo de impacto por lluvias torrenciales y desbordamiento del Río Santa Catarina en Monterrey requiere acciones integrales. Foto: Cuartoscuro/Pedro Kristian López

Un acercamiento al riesgo de inundaciones en Monterrey

La prevención y mitigación demandan de una colaboración activa entre los actores gubernamentales, científicos y la sociedad en general para proteger a Monterrey de futuros eventos catastróficos

Monterrey enfrenta un riesgo de impacto destructivo por lluvias torrenciales y desbordamiento del Río Santa Catarina. Pero dos estudios fundamentales, el Atlas de Riesgo para el estado (2013) y el estudio hidrológico de la Universidad Autónoma de Nuevo León (2017), han arrojado resultados divergentes. Mientras que el primero establece un evento de inundación específico para el año 2023, el estudio universitario plantea escenarios catastróficos y destructivos de mayor alcance en plazos equivalentes.

En el año 2013, el Atlas predijo el primer evento de inundación para el año 2023. Sin embargo, en este pronóstico, el impacto por desbordamiento se estimaba en aproximadamente 20 hectáreas. En contraste, el estudio hidrológico realizado por la universidad en 2017 reveló cifras alarmantes, con una superficie inundada que alcanzaba las mil 200 hectáreas. Este incremento representa un aumento de más del 5 mil por ciento con respecto a las predicciones del Atlas, lo que lleva a una necesidad de evaluar qué eventos transformadores ocurrieron durante ese tiempo en la cuenca del Río Santa Catarina para que esa diferencia tenga un sustento real.

El crecimiento de la vegetación en la zona urbana del Río Santa Catarina ha sido un factor que puede haber contribuido a la diferencia en los resultados entre los estudios mencionados. En el año 2009, antes del evento del huracán Alex, se estimaba que 10 kilómetros de la zona urbana del río estaban invadidos por diversas infraestructuras que fueron arrasadas por las corrientes del meteoro. Sin embargo, tres años después, coincidiendo con el año del Atlas de Riesgo, se observó un inicio de vegetación en varias zonas, como las áreas contiguas al Parque Fundidora, y en otras, ese componente se había consolidado, siendo un ejemplo claro de esto último la reciente zona desmontada por el Gobierno de Nuevo León. Aunque el crecimiento de ecosistemas vegetales desde entonces hasta la actualidad es notable, se requiere una evaluación actualizada para comprender el efecto de este aspecto en el desbordamiento de las aguas en el río, junto con otros contextos como los incendios y la urbanización de la cuenca.

Ante las dudas que puedan surgir a partir del estudio hidrológico universitario, es crucial reconocer que existe un riesgo real. Esto se evidencia en eventos recientes, como la pérdida por incendios de 17 mil hectáreas de bosques templados en la parte alta de la cuenca del río y la invasión masiva de su cauce por asentamientos en la localidad del río conocida como La Huasteca, ubicada en el Parque Nacional Cumbres de Monterrey. Estos factores forman un escenario de riesgo significativo para la ciudad.

Las perspectivas para la prevención del riesgo están estrechamente relacionadas con las principales problemáticas en el eje central del río y su cuenca. El manejo de la vegetación mediante la limpieza selectiva es una estrategia relevante, siempre y cuando se respeten áreas designadas para el hábitat de la vida silvestre, como el caso del castor americano y las aves residentes y migratorias. Es fundamental iniciar procesos legales contra aquellos que construyeron en el cauce del río en La Huasteca, lo cual permitiría eliminar esos asentamientos a corto plazo y reducir el bloqueo del flujo de agua. A mediano y largo plazo, es indispensable consolidar los esfuerzos para restaurar las zonas afectadas por incendios forestales, lo que permitirá iniciar la recuperación de los beneficios perdidos debido a estos eventos devastadores.

La gestión del riesgo de impacto por lluvias torrenciales y desbordamiento del Río Santa Catarina en Monterrey requiere acciones integrales. La prevención y mitigación demandan de una colaboración activa entre los actores gubernamentales, científicos y la sociedad en general para proteger a Monterrey de futuros eventos catastróficos. Si no ocurre de ese modo, el sufrimiento para nuestra comunidad es un destino inexorable.

 

Twitter: @tonyo_hernandez

 

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