Se acabó

Hasta el cierre de esta edición en Colima ya todo estaba dicho. O al menos los indicadores daban cuenta clara de que el gobierno continuará en manos del PRI. Esto a pesar de que el exgobernador, Mario Anguiano, fue el principal responsable en décadas de que se anulara una elección, que ahora quedará en manos del tricolor. Desde anoche el líder nacional del PRI, Manlio Fabio Beltrones ya hacía para el PRI la victoria. Fue difícil pero quedará para la historia la participación de Anguiano en una elección que terminando con un costo mucho mayor que el que se esperaba. Claro, Anguiano se irá a descansar a su casa. Y a pesar de que parece que el exmandatario quería lo contrario, los resultados hasta ahora dicen que es para el PRI. Hay que estar atentos en un año en el que se renuevan 12 gubernaturas para ver cuántos gobernadores salen por ahí y quieren meter las manos en el pastel. No vaya a ser que se tengan que hacer otros comicios que, recordemos, son con costo al erario.

El aeropuerto del SNTE

Lo que faltaba con el SNTE de Juan Díaz, el sucesor de Elba Esther Gordillo: no sólo el sindicato ha pedido representatividad y eficacia, ahora ya se supo el número criminal de aviadores que forman parte de este sindicato. Parece que nada ha cambiado en el SNTE y por más que Juan sale a defender los motivos por los cuales miles de maestros están “comisionados”, vulgo aviadores, no hay argumento que convenza. Más bien no parece, la realidad es que nada ha cambiado en el SNTE.

Castigo ejemplar

La actitud del empresario Fidel Kuri, dueño del equipo de futbol Los Tiburones Rojos de Veracruz, el pasado viernes, merece un castigo ejemplar. En todo su papel de macho fue a golpear a Edgardo Codesal porque no le agradó el resultado del partido. Si existe para esos casos una comisión disciplinaria deberían de darle a Kuri un castigo ejemplar. Y es que a pesar de su carta de disculpa deberían de retirarlo del deporte, obligarlo a vender el equipo, no volver a dejar que entre a un estadio, algo que sea ejemplar para todos aquellos que gustan de realizar actos violentos de manera pública en un deporte-espectáculo que ven miles y miles de niños en todos el País.