Reparto del botín

Tras los atracos es común que los delincuentes se citen para ajustar cuentas. Por ello, no es de extrañar que el PAN haya citado a reunión para revisar el proceso de otorgamiento de permisos para operar casinos. Tal parece que algunos ilustres panistas se fueron por la libre y se despacharon sin “reportar” a Los Pinos.

Sería bueno que aprovecharan, y, de una vez, revisaran lo que pasó con la Estela de Luz, la minera de Cananea, los fondos perdidos de Luz y Fuerza y de postre, los arbitrajes y componendas en CFE y PEMEX. 

Gabriel Reyes Orona Gabriel Reyes Orona Publicado el
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Tras los atracos es común que los delincuentes se citen para ajustar cuentas. Por ello, no es de extrañar que el PAN haya citado a reunión para revisar el proceso de otorgamiento de permisos para operar casinos. Tal parece que algunos ilustres panistas se fueron por la libre y se despacharon sin “reportar” a Los Pinos.

Sería bueno que aprovecharan, y, de una vez, revisaran lo que pasó con la Estela de Luz, la minera de Cananea, los fondos perdidos de Luz y Fuerza y de postre, los arbitrajes y componendas en CFE y PEMEX. 

A finales de las administraciones de Fox y Calderón, la creatividad de sus auxiliares rindió frutos a sujetos que le apostaban a la cuenta nueva y borrón sexenal. De recintos estratégicos a todo tipo de contratos de largo plazo.  

Con el sonoro, pero hueco anuncio, Maderito pensará dar cerrojazo a la primera de varias cloacas que se abrirán en los próximos meses. El destape sucederá, a menos que el albiceleste ponga la impunidad como condición para permanecer en la mesa del Pacto por México. 

Los secretarios azules solían ser lentos y poco eficaces en el despacho de asuntos que tenían encomendados, pero no en llenar de llamadas a la procuradora para enterrar averiguaciones previas y evitar a toda costa consignaciones. Fácil la tuvieron los abogados de los servidores públicos cuestionados, ya que la fiscalía fantasma que operaba desde Los Pinos, se dedicaba a vender perdones, no ejercicios y uno que otro arreglo inconfesable como el de Mexlub-Suárez Coppel. La impunidad campeó durante dos sexenios, ni un solo servidor público de alto nivel pisó tribunal alguno. Las sentencias de lavado de dinero entraron en fase de extinción.

¿Acaso pensarán los derrotados miembros de la ineptocracia, que los mexicanos esperamos que ellos señalen a los responsables de traficar con el ejercicio del servicio público? El ofrecimiento resulta hilarante. 

Los despilfarros de Proméxico y sus embajadores del coyotaje internacional, así como los quebrantos patrimoniales en dependencias y entidades negociados por Gil Zuarth y Germán Martínez, parecen ser episodios obligados en ésta novela, mismos que esperamos no se conviertan en moneda de cambio por las añoradas reformas. 

Ahí están las denuncias por el caso de la guardería ABC, por los desfalcos públicos en Metrofinanciera y por la ominosa licitación 21, pero tal parece que sólo convocan a revisar asuntos que ya son imposibles de ocultar. ¿En dónde está Poiré? fanático de las aclaraciones forzadas ¿Por qué deja a Obdulio explicar, cuando tiene tantas limitaciones para hacerse entender? 

No señores panistas, la versión del acusado suele alejarse de la verdad y ser la menos confiable, tuvieron doce años para detener la ambición desmedida de los imberbes amigos de lo ajeno que rodeaban a sus burócratas. Ahora, dejen hacer el trabajo a quienes los sucedieron, por favor no intenten comprar la honestidad, que solo estuvo presente en su discurso durante 73 años. Ahórrense la comisión. 

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