Las diferencias partidistas entre los gobernadores de Jalisco y Nuevo Léon desequilibrarán a Movimiento Ciudadano en el país. Foto: Especial

Redes de Poder GDL: La “banalidad” naranja

Alfaro Ramírez incluyó como uno de sus objetivos de crítica al gobernador de Nuevo León, Samuel García Sepúlveda

Las declaraciones que ha vertido el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro Ramírez, cuestionando la designación de Jorge Álvarez Máynez como el nuevo precandidato presidencial de Movimiento Ciudadano (MC), y también el proceder del mandatario de Nuevo León, Samuel García Sepúlveda, volvieron a generar ondas telúricas al interior de ese partido político.

Algo muy grave debe estar percibiendo Alfaro Ramírez para que nuevamente se haya decidido a criticar abiertamente la conducción que está teniendo el partido MC, no obstante que había asegurado que ya no intervendría en la política electoral, para enfocarse al 100 por ciento en el último año de su administración gubernamental en Jalisco.

La novedad ahora, sin embargo, es que Alfaro Ramírez incluyó como uno de sus objetivos de crítica al gobernador de Nuevo León, García Sepúlveda, lo que realmente nadie se esperaba.

Escribió el jalisciense:

“Ayer que vi el anuncio de Samuel García desde Nuevo León destapando a Jorge Álvarez como candidato a la Presidencia de México, no lo podía creer. En una mesa con botana y cerveza, el gobernador se asumía como líder de nuestro movimiento y nos dictaba instrucciones sobre el camino a seguir. Quienes usan la idea de lo nuevo para disfrazar lo absurdo, los que nos metieron en el callejón de la banalidad, el callejón de la no política, no son los líderes de este proyecto ni mucho menos del movimiento social que construimos en Jalisco”.

El 5 de enero pasado, Alfaro Ramírez había lanzado ya algunas críticas hacia la política que llama “banal”, sin embargo, no había hecho ninguna mención explícita de García Sepúlveda, como sí lo hizo ayer. Aquel día, había declarado: “Simplemente hay cosas que no entiendo, a lo mejor es porque soy de otra época; yo hago política distinta: no tengo Tik Tok, no creo en la política del Tik Tok, no bailo. Seguiré haciendo política como yo la entiendo. Cuando un proyecto político queda maniatado o queda condicionado por quienes entienden a la política como un show, como pura mercadotecnia, como pura banalidad, terminan desvirtuando la política”.

En su mensaje en redes sociales, Alfaro Ramírez habló incluso de un proceso de “destrucción“ de MC: “Me da mucha pena todo lo que ha pasado porque le tengo un enorme cariño a este proyecto y a su gente, y porque creo haber sido parte importante de la construcción de lo que hoy están destruyendo”.

Paz efímera

No obstante, quizá la clave para entender la postura de Alfaro Ramírez esté en lo que declararía posteriormente ante los medios: “Me parece que se han hecho las cosas muy mal y que lo que está pasando a nivel nacional lastima a nuestro proyecto de Jalisco”. La pregunta, sin embargo, sigue en el aire: ¿Qué tipo de afectación es la que está viendo el gobernador para el proyecto jalisciense de MC?

La paz pactada entre el llamado Grupo Jalisco y el mandamás naranja, Dante Delgado Rannauro, duró muy poco.

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