El peso político del gobernador de Jalisco se mantiene, aunque no vaya directamente en la contienda. Foto: Especial

Redes de Poder GDL: Adiós Dante; bienvenidos aliancistas

Todo indica que Alfaro Ramírez está de acuerdo con la alternativa de Xóchitl Gálvez Ruiz y se distancia de Dante Delgado Rannauro

Probablemente el planteamiento más relevante que ha expuesto el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro Ramírez, en estos días, y que refrendó este lunes, es que, más allá de la postura que ha asumido el dirigente de Movimiento Ciudadano, Dante Delgado Rannauro, y de lo que haga ese partido, él está dispuesto a apoyar un proyecto político que lo convenza en la carrera presidencial del 2024.

Este lunes, luego de que anunciara que había decidido no buscar la candidatura presidencial del partido MC, el gobernador dejó muy en claro: “¿(Que) si yo podría apoyar un proyecto que me convenza, que verdaderamente signifique una alternativa para México, independientemente de quien la encabece, sino por lo que signifique ese proyecto?, la respuesta es absolutamente sí, desde donde me tocara, aun sin ser candidato a nada, lo haría, lo haría por convicción. Me gustaría apoyar un proyecto político para el país por convicción y ojalá y surja en el camino, y si esto que yo hice en estos días ayuda a que se generen condiciones para eso, me va a dar mucho gusto y me va a dar mucho orgullo”.

Por lo expuesto, todo indica que Alfaro Ramírez está de acuerdo con la alternativa de Xóchitl Gálvez Ruiz, pero lo que aún faltaría es el proyecto de país que se estaría proponiendo: “tengo la mejor impresión de ella, es una buena mujer, es una buena política, me cae muy bien y creo que le ha dado una sacudida al tablero político nacional”. Sin embargo, acotó:

“Si no se construye un vehículo adecuado no hay frente opositor posible; que no es en torno a una persona, sino en torno a un modelo y a una idea de país que podrían generarse condiciones para sumarnos; si eso no sucede, cualquier proyecto va a estar condenado al fracaso. (…) Esa decisión no depende de nosotros, depende de los dirigentes de los partidos políticos de oposición, que ellos hagan lo que consideren”.

Alfaro, el fiel de la balanza

El guiño que les está haciendo el gobernador a los dirigentes aliancistas de oposición debe estarles resultando muy convincente y atractivo, pues ellos saben que la mayor fortaleza del partido naranja en términos de estructura territorial está precisamente en Jalisco, y en manos completamente de Alfaro Ramírez, no de Delgado Rannauro.

Por eso, tiene mucho sentido cuando el gobernador señala que no le interesa en absoluto disputarle al actual dirigente nacional la conducción del partido (¿para qué lo requeriría?):

“¿Hay rompimiento con Dante?, no, de mi parte no, yo a Dante lo respeto, lo aprecio además y le estaré siempre agradecido -lo digo abiertamente- por lo que él significó para la construcción de este movimiento en Jalisco, pero yo no estoy de acuerdo con él en las decisiones que se han tomado en los últimos meses, y no estoy de acuerdo en la idea de un diálogo simulado”.

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