Redes de Poder: ¿El rompimiento definitivo con Monreal?

En los pasillos del Senado de la República ya empieza a tomar fuerza la versión de que la discusión sobre la Ley para que la Guardia Nacional se integre a la Secretaría de la Defensa Nacional podría ser el punto de quiebre ya no entre los grupos internos de la bancada de Morena sino del coordinador guinda, Ricardo Monreal, con Palacio Nacional. Por la postura que ha tomado Monreal parece delinearse que no avalará en lo personal la ley ya aprobada en San Lázaro, pero queda por ver la presión que pueda hacer el ala dura del grupo parlamentario para convencer a más legisladores. Pero de momento, con pronóstico cerrado, se perfila a que la controvertida ley podría frenarse en la Cámara alta, con todo lo que implica para los personajes involucrados. Atentos.

Tensión entre los aliados

La iniciativa para “extender” la presencia de las Fuerzas Armadas en tareas de seguridad de 2024 a 2028, presentada por Yolanda de la Torre, diputada priista, cayó con sorpresa en las bancadas del PRD y del PAN, y abrió las especulaciones sobre una posible ruptura de la alianza, al menos en la Cámara de Diputados. A pesar de que el PAN ya adelantó que no votará ninguna modificación en ese sentido, y que mantienen la moratoria constitucional, ayer había mucha confusión en San Lázaro, sobre todo porque no había quedado muy claro si la legisladora de la Torre se fue por la libre en esta iniciativa -la cual por cierto ya está programada para votarse en comisiones-, o bien, si hubo respaldo por parte de la bancada tricolor y, de ser así, cuál es la intención. Se vienen días de mucha tensión en el Legislativo.

Falta de empatía

El que sigue manteniendo una postura cerrada con quienes lo cuestionan es el gobernador de Sonora, Alfonso Durazo, que ahora se ha negado a recibir a representantes de estancias infantiles en la entidad, quienes han solicitado audiencia para cuestionar sobre sus promesas en campaña relacionadas precisamente con la educación inicial. No es la primera vez que Durazo rehuye a los grupos de la sociedad civil, pues, en otras ocasiones, a pesar de sus dichos, lo cierto es que ha sido muy cerrado para escuchar, por mencionar un caso, a las madres buscadoras. No se sale del guión, ni muestra empatía, por supuesto.