Otro espaldarazo de Obama

Por segunda ocasión en lo que va del año, el presidente de los Estados Unidos le dio todo su apoyo a la estrategia seguida por Enrique Peña Nieto.

Para taparles la boca a quienes en los Estados Unidos y en México decían que la nueva estrategia del gobierno de Peña Nieto no funcionaría, Barack Obama señaló que la aprehensión de Miguel Ángel Treviño Morales “muestra que la administración de Peña Nieto se toma con seriedad la continuidad de los esfuerzos contra las operaciones trasnacionales de droga”.

Y más aún. El propio Obama declaró que esta detención también significa que el gobierno norteamericano tiene que hacer lo suyo para reducir la demanda de drogas y el flujo de dinero y armas hacia México.

¿Qué dirán ahora los panistas que en las elecciones del 2012 insistieron hasta la saciedad en que si ganaba el PRI, Enrique Peña Nieto pactaría con los capos del narco?

No se sabe que Josefina Vázquez Mota o que Gustavo Madero hayan abierto la boca, ya no para ofrecer disculpas, sino para reconocer el logro de la administración.

Si la envidia fuera roña

Otro de los que debería ofrecer disculpas es Felipe Calderón por lo que le dijo al NYT en octubre del 2011, al pronosticar que si ganaban los priistas pactarían con el narco.

Contrariamente a lo que hizo Obama, el michoacano felicitó a la Armada de México, ignorando al presidente.

La actitud de Felipe Calderón explica por sí misma que el expresidente está que se muere de envidia, porque su sucesor le demostró que sí se puede detener a un capo tan temible como el Z-40, sin hacer uso de la violencia y con mucha inteligencia.

Otra diferencia

Otra de las grandes diferencias en el cambio de estrategia fue que Enrique Peña Nieto, no culpó a las policías locales de ser cómplices del narco, como lo hacía Felipe Calderón.

Por lo contrario, el presidente de México hizo un reconocimiento a la coordinación entre las autoridades locales y las federales.

Los cantores de San Lázaro

En una presentación de pisa y corre, 350 de los 500 diputados federales se dieron cita en San Lázaro solo para cantar el Himno Nacional porque en la Junta de Coordinación Política no se pusieron de acuerdo para someter a votación el nombramiento del noveno consejero que hace falta en el Instituto Federal Electoral.