Los desmontes masivos a lo largo del río Santa Catarina en el transcurso de este año se realizaron bajo la premisa de prevenir inundaciones, que a la fecha no han ocurrido. Foto: Rogelio Lozano

Las soluciones contraproducentes de los desmontes en el río Santa Catarina

Las áreas del río Santa Catarina que fueron desmontadas este año ahora se encuentran densamente colonizadas por una vegetación invasora que incluye carrizo, higuerilla y pastizales africanos

El uso de desmontes en ríos ha sido una estrategia recurrente en la gestión de inundaciones relacionadas con estos cursos de agua, así como en la preservación de la infraestructura vial. Esta práctica se ha implementado como una medida preventiva para mitigar los riesgos de inundación y proteger carreteras y puentes.

En Monterrey, fue justo después del paso de la tormenta tropical Alex que se tomó la decisión de despejar una gran parte de la vegetación a lo largo del río Santa Catarina, con el propósito de evitar inundaciones. Sin embargo, esta medida desencadenó un proceso fundamental para el crecimiento actual de los bosques riparios en esta corriente, los cuales hoy se encuentran en una etapa de madurez, ocupando grandes extensiones a lo largo del río.

Sin embargo, en ese momento, no se preveía que el desmonte y el retiro de sedimentos y escombros tuvieran un efecto similar al de un barbecho, donde se remueve la tierra, se airea y oxigena el suelo. En este caso, el crecimiento de miles de árboles no fue principalmente resultado de un proceso natural de restauración del río, sino más bien una consecuencia inducida por la intervención humana de desmontar y retirar materiales en una zona propicia para el surgimiento masivo de vegetación.

Un ejemplo similar ocurrió cuando se llevaron a cabo las labores de reconstrucción de los taludes en la avenida Miguel de la Madrid, a lo largo de la ribera norte del río Santa Catarina. Durante la rehabilitación de esta infraestructura vial, se realizó un desmonte completo de las áreas adyacentes al río, con el supuesto objetivo de eliminar obstáculos que pudieran volver a dañar lo recién reparado. Sin embargo, esta acción se limitó a unos pocos meses, ya que pronto la vegetación volvió a crecer. Sin embargo, debido a la perturbación causada por la eliminación de árboles, arbustos y la intrusiva maquinaria, la zona se vio colonizada por una vegetación invasora, alcanzando densidades incluso mayores que las previas.

En un caso más reciente, se llevaron a cabo desmontes masivos a lo largo del río Santa Catarina en el transcurso de este año, bajo la premisa de prevenir inundaciones que hasta la fecha no han ocurrido. Sin embargo, este esfuerzo tuvo un efecto similar a los casos previos. En pocos meses, las áreas que fueron despejadas con la intención de proteger, ahora se encuentran densamente colonizadas por una vegetación invasora que incluye carrizo, higuerilla y pastizales africanos. Este fenómeno se deriva del grave disturbio ambiental causado por el desmonte con maquinaria pesada.

Los ejemplos de desmontes a lo largo del río Santa Catarina plantean serias dudas sobre la eficacia de esta práctica para prevenir inundaciones a largo plazo. En particular, la eliminación de vegetación es una solución de corto plazo, y si no se le brinda un seguimiento inmediato y periódico, tiene un efecto contrario al inicial. Esto se manifiesta en el aumento de las densidades de vegetación, la promoción de invasiones biológicas en el río y, en última instancia, el aumento del potencial riesgo de inundación debido a las barreras físicas creadas por la vegetación que se recupera y se expande.

Ante la posible reanudación de los trabajos para la gestión del riesgo de inundaciones en el río Santa Catarina, es esencial que esta medida se someta a una evaluación rigurosa de su pertinencia. Si no se cuenta con un presupuesto suficiente para llevar a cabo los trabajos de seguimiento del desmonte, de manera que prevenga la proliferación de especies invasoras o un aumento descontrolado de las mismas, entonces esta opción debe descartarse por completo. En su lugar, se deben considerar alternativas más sostenibles y duraderas, como el retiro de residuos sólidos urbanos o de manejo especial y la restauración de las áreas del río que han sido rellenadas con materiales en el pasado. Estos que en su momento sirvieron como cimientos para diversas instalaciones a lo largo del río, hoy en día representan obstáculos para el flujo libre de las aguas y contribuyen al riesgo de inundación.

 

Twitter: @tonyo_hernandez

 

Te puede interesar
RíoSantaCatarina La invasión de cemento Además de devastación a su flora y fauna e incendios forestales, el Río Santa Catarina ha soportado una invasión lenta pero constante a su cauce: la instalación de varias toneladas de concreto que ponen en peligro este sistema ambiental