Indignada

Vergüenza ajena me da pensar que algunos políticos creen que hemos “involucionado”.  Así es, el evento que Rodrigo Medina, gobernador de Nuevo León, se aventó por la noche de su informe es una burla para la población. Pero lo triste es que Rodrigo no va solo, utiliza a su grupo de amigotes y compadres del PRI para mostrar una cara en nuestro estado que no tenemos:  Seguridad, Obras, Obras, Obras y decir que vienen más Obras.

Me alarma pensar que el gobernador no se dé cuenta de que los tiempos cambiaron en este país y que su partido con todo y alianzas y “ayudas” de votos, logró menos del 39 por ciento en la elección pasada. ¡Hay que ver que hoy los ciudadanos somos otros!

Ya no somos -en su mayoría- los que nos creemos todo lo que nos dicen en la televisión. Es más, hay un estudio de la organización ciudadana de Evolución Mexicana en su página de internet, donde muestra que la mayoría de la sociedad califica muy mal al gobernador y quiere, o esperaría, que se vaya.

Aún así, hay algunos ciudadanos que todavía se creen los anuncios en donde se dice que RODRIGO MEDINA ha hecho: “x” y “z”, y nos ha dado “w” y más.

Pero son los menos. Por ello eel gobernador tuvo que llevar “come lonches”,  abusando de su necesidad, al evento realizado en el Congreso local por la mañana el día del informe.

Es inadmisible que se siga gastando tanto en promover imágenes equivocadas e inexistentes.
Pero sobre todo ver que todavía hay “come lonches” de todos los tamaños, y también muchos que en privado lo critican y se quejan de su ineficiencia, pero que el día del informe pagaron desplegados para felicitarlo.

Mi pregunta a ellos es: ¿por qué se van y sacan a sus familias de aquí, si hay tanto de qué felicitarlo?

¿Por qué traen tanto guarura, si hay tanto de qué felicitar a su gobernador? ¿Por qué se quejan de la corrupción, si al mismo tiempo pagan para agradecerla indirectamente?

Segura estoy que la mayoría de la gente de clase media, de trabajo, de conciencia, de estudios, ve con malos ojos que exista todavía una clase política que se ríe de nosotros, porque no hemos sido capaces de organizarnos de tal manera para mandarlos a su casa, o a la cárcel para siempre.