A educar los datos

Poco se puede hacer para agudizar el desarrollo si no se tiene una visión clara y concreta de las problemáticas. Sin embargo, esto parece no apurarle al país.

En un intento por estudiar a profundidad las condiciones de la nómina educativa de México, el centro de investigación IMCO presentó un análisis con resultados sorprendentes. 

Esto incluía cifras como salarios de algunos maestros por encima del que recibe el presidente de la República, que después la SEP aclararía que fue una anomalía contable por retraso de pagos.

Alberto Morales Alberto Morales Publicado el
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Poco se puede hacer para agudizar el desarrollo si no se tiene una visión clara y concreta de las problemáticas. Sin embargo, esto parece no apurarle al país.

En un intento por estudiar a profundidad las condiciones de la nómina educativa de México, el centro de investigación IMCO presentó un análisis con resultados sorprendentes. 

Esto incluía cifras como salarios de algunos maestros por encima del que recibe el presidente de la República, que después la SEP aclararía que fue una anomalía contable por retraso de pagos.

Ante tanta conmoción, el titular de planeación y evaluación de la SEP salió a restar importancia al estudio del IMCO. 

Criticó la falta de rigor en el análisis, ya que solo se presentó una reflexión de una fotografía en el tiempo, sin hacer un comparativo tomando distintas quincenas salariales.

 Siempre es fácil jugar al papel de abogado del diablo, pero la SEP también debería ser crítica con sus propias entregas. 

Al reporte del IMCO le puede o no faltar rigor en el análisis, pero lo que Juan Pardinas, su director, publicó como réplica este lunes es fundamental para el debate: 

Es un reto mayúsculo – que parece a propósito – hacer un análisis estadístico con la pésima calidad de la información presentada por la SEP. 

Pardinas habla de cómo tuvieron que desarrollar algoritmos para poder traducir la información que es presentada en formato PDF (solo de lectura) por la SEP, a una base de datos manipulable. 

Para la mayoría de los académicos, tener apoyo por parte de programadores es impensable, lo que hace a la información de la SEP virtualmente inutilizable. 

No es coincidencia que el rezago en la educación sea precisamente uno de los problemas más críticos para el desarrollo del país.

El director del IMCO habla de dos oportunidades de rendición de cuentas que surgen a partir del análisis de la información. 

Una es por el lado de los padres de familia, quienes ahora pueden ver cuánto y cómo se gasta en las escuelas de sus hijos; y en el otro lado están los maestros, quienes pueden conocer el uso que el sindicato le da al dinero.  

Hay un abismo entre tener la certeza de que los líderes sindicales de la educación sean un obstáculo para mejorarla y saber concretamente los abusos específicos que han hecho. La posibilidad de contar con información más accesible permitiría llegar a conocer lo segundo.

Más allá de los resultados que se pueden conocer en el reporte del IMCO, el ejercicio realizado llama a una tarea importantísima para el gobierno: una transparencia funcional.

La evolución hacia la transparencia no se puede detener en simplemente publicar información a veces indigerible y con carencias. 

Con tantas herramientas tecnológicas, no hay explicación para que no se publique toda la información presupuestaria en la manera más desagregada posible y sin rezagos de años enteros.  

Si la información se pudiera obtener de manera más fácil, sería más sencillo exponer los serios usos corrosivos del dinero público. 

Esto inhibiría las cantidades absurdas de presupuesto que se van a proyectos que no buscan el bienestar del contribuyente.

En el margen es un blog de temas de economía.

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