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Curul 251 del PRI, o chapulín a la vista

Se sigue discutiendo qué fue primero: ¿el huevo o la gallina?

Pero lo que no tiene discusión es que el colectivo el #Chapulizano fue primero que la disputa por la curul 251.

Efectivamente, en Nuevo León un grupo de más de 30 organizaciones se reunieron a discutir cómo hacerle para que los funcionarios públicos cumplieran con su mandato.

Y fue así cuando se inicio la búsqueda para detener a los chapulines, iniciando con la alcaldesa de Guadalupe Ivonne Álvarez. 

En aquel momento, el tema inmediatamente se vio como un movimiento contra del PRI.

Se sigue discutiendo qué fue primero: ¿el huevo o la gallina?

Pero lo que no tiene discusión es que el colectivo el #Chapulizano fue primero que la disputa por la curul 251.

Efectivamente, en Nuevo León un grupo de más de 30 organizaciones se reunieron a discutir cómo hacerle para que los funcionarios públicos cumplieran con su mandato.

Y fue así cuando se inicio la búsqueda para detener a los chapulines, iniciando con la alcaldesa de Guadalupe Ivonne Álvarez. 

En aquel momento, el tema inmediatamente se vio como un movimiento contra del PRI.

Sin embargo, unos días después también se aplicó para el alcalde de Monterrey del PAN.

Hoy, ante la gran disputa por la mayoría del PRI en el Congreso federal, la curul que le correspondería a Fernando Larrazabal,  o a Aldo Fasci, se volvió fundamental.

Es real el peligro que representa para un país como el nuestro, vulnerable, una mayoría en el Congreso y presidente del mismo partido, pero el problema también es si esa idea debe, o no, ser la moneda de cambio para que la ilegalidad triunfe en un asunto que inició con antelación: el chapulineo.

Es cierto que la curul 251 es importante, pero que Fernando Larrazabal no cante victoria, ahora el caso de inelegibilidad podría llegar a la Suprema Corte para que se decida cuál resolución prevalece, si la del Tribunal administrativo que ordenó que debe volver a la Alcaldía, o la del Tribunal Electoral.

Caso San Juana Martínez

hablando de ilegalidad y la línea delgada que está entre el deber y el ser, entre lo que dice la ley y lo que se interpreta, y entre el derecho de uno contra el derecho del otro, está el caso de lo sucedido en Nuevo León con la periodista San Juana Martínez.

En este caso, pareciera que al final del día la autoridad judicial se extralimita cuando le conviene, o se hace tonta cuando le da la gana.

Porque fue la misma juez quien acudió a su casa con toda la fuerza pública para dar un mensaje más allá de lo legal y mostrar el “poder”, o mejor dicho el abuso judicial y policial.

Y por otro lado tenemos una gran cantidad de madres que han exigido una y otra vez que aparezcan sus hijos, que se los regresen, que no se los quiten como si fueran una bolsa de papel, pero ningún juez actúa de manera similar a lo ocurrido en este caso.

Por otro lado, se nos ha hecho pensar que una mujer actuaría diferente que un hombre en el tema de la búsqueda de los hijos de un divorcio.

Que ella actuaría de manera más desesperada.

Pero ya vimos que esto va más allá del  género y que es más una situación humana.

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