Comparecencia en la sombra

A la vuelta de un par de años de tal cita, el equipo del litigante ya estaba coordinando la defensa de Carlos Romero Deschamps, y hoy, a unos días de la elección en las sombras defiende a los implicados de la triple “I” de Petróleos Mexicanos.

Por supuesto, no podemos olvidar que en el camino quedó la exitosa defensa que -entre ministro del interior y postulante- hiciera del inefable Juan Molinar.

Gabriel Reyes Orona Gabriel Reyes Orona Publicado el
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A la vuelta de un par de años de tal cita, el equipo del litigante ya estaba coordinando la defensa de Carlos Romero Deschamps, y hoy, a unos días de la elección en las sombras defiende a los implicados de la triple “I” de Petróleos Mexicanos.

Por supuesto, no podemos olvidar que en el camino quedó la exitosa defensa que -entre ministro del interior y postulante- hiciera del inefable Juan Molinar.

En Pemex hoy no hay entuerto que Germán Martínez no pueda arreglar, y las puertas de la paraestatal se mantienen abiertas para quienes ayer registraban quebrantos multimillonarios en conflictos arbitrales y judiciales de inexplicable resultado; sí, por supuesto me refiero a César Nava y a Néstor García Reza, quien goza del eterno agradecimiento de los líderes petroleros.

Transcurrieron ya seis años desde que Ramírez Acuña en un desplante de rebeldía como los que hoy se critican a Fox, destapara a un candidato a la presidencia distinto al ungido por Los Pinos.

En aquelentonces empresarios de los lubricantes armaron la plataforma financiera de Calderón, la cual fue consolidada por el entonces dirigente de los expendedores de combustibles Juan Camilo Mouriño.

A pesar de su cepa priista, el personaje que hoy es recordado como daño colateral de guerra, en un par de meses se convirtió en el mejor amigo y único patrocinador del ex secretario de energía cesado. La beca hizo invisible su filia salinista.

La vida dio la vuelta, y hoy, Juan José Suárez Coppel es quien tiene que buscar refugio en los cuarteles albicelestes, para pedir a cuenta de múltiples gracias concedidas se le exente de comparecer ante la Comisión Permanente a explicar cómo pretende dar carpetazo en fast track a 400 mil millones de pesos que son resultado de torpes operaciones armadas en el descentralizado como Pidiregas, mismas que los financieros de Pemex sabían que serían ruinosas antes de llevarlas al cabo.

El mecanismo armado por Zedillo y Santiago Levy tenía su hermano gemelo, el Fobaproa; cuyos pagarés estaban tan preñados de pérdida como los Pidiregas y los bonos carreteros.

No obstante ello, a uno de esos locuaces abogados de aquel sexenio se le ocurrió que si las ponía en un transitorio las podría pasar como bola rápida en el Congreso de la Unión, lo que pasó hoy es historia.

Ante el escándalo entonces se decidió acumular -debajo del tapete- las pérdidas generadas por combinar proyecciones fantasiosas de ingresos con costos dramáticamente reales.

Sí, ahora con frecuencia Suárez Coppel busca al ingeniero Cárdenas, a quien por osmosis hereditaria se le adjudica conocimiento del sector petrolero, el cual le es completamente ajeno, salvo por un desplante político de su progenitor con el que castigó a empresarios que no le quisieron adelantar regalías para llevar a cabo su proyecto carretero.

Única expropiación nacional en la que no medió causa de utilidad pública, y que vista con calma, haría palidecer la de YPF.

Por supuesto el fundador del PRD no cobijará que nadie pague por maniobras que generaron un quebranto descomunal, el cual fue financiado inconstitucionalmente con deuda pública, violando la fracción VIII del artículo 73 de la Carta Magna.

Pero después de que los que dejan el poder se llenaron los bolsillos, queda claro que cuando pierde Pemex, perdemos todos, pero también es que no sabemos quiénes ganaron con contratos, arreglos y componendas que hoy prefiere minimizar el hijo prodigo de la vapuleada escuela de Chicago. 

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