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Narco, la historia se repite y Salinas no puede con Barroso

La historia se repite. Es cíclica.

Hace 10 años se desató la guerra por la plaza de Monterrey cuando el Cártel de Sinaloa y el Cártel del Golfo se disputaron la ruta para traficar droga hacia los Estados Unidos.

La disputa dejó muchas víctimas, entre ellas, Marcelo Garza, el entonces director de la Agencia Estatal de Investigaciones, ejecutado en Plaza Fátima, en el municipio de San Pedro. O el Juez Ernesto Palacios, ejecutado cuando iba a bordo de su vehículo en Monterrey.

Hoy, como hace 10 años, la ciudad es disputada por los principales cárteles de la droga.

La historia se repite. Es cíclica.

Hace 10 años se desató la guerra por la plaza de Monterrey cuando el Cártel de Sinaloa y el Cártel del Golfo se disputaron la ruta para traficar droga hacia los Estados Unidos.

La disputa dejó muchas víctimas, entre ellas, Marcelo Garza, el entonces director de la Agencia Estatal de Investigaciones, ejecutado en Plaza Fátima, en el municipio de San Pedro. O el Juez Ernesto Palacios, ejecutado cuando iba a bordo de su vehículo en Monterrey.

Hoy, como hace 10 años, la ciudad es disputada por los principales cárteles de la droga.

El saldo de esa guerra se observa todos los días: ejecuciones, embolsados, maniatados, descuartizados.

Es una batalla sin cuartel. Hay cárteles conocidos como el de Sinaloa, el Cártel del Golfo, Los Zetas, pero hay grupos nuevos como el del Noreste, el Cártel Jalisco Nueva Generación, Los Beltrán Leyva.

Lo menos que podrían hacer la autoridad es advertir a la población del riesgo inminente en lugar de buscar eludir responsabilidades.

Y Caballero como si nada                                                                                                                     

Como los gatos, Juan Antonio Caballero, director de Administración Penitenciaria del Estado, parece tener varias vidas.

Hace un año que se registró en el Penal del Topo Chico la peor matanza de reos ocurrida en el país y Caballero continuó en el cargo que depende de la Secretaría de la Seguridad Pública.

Pese a ser el responsable directo de todo lo que ocurre en los tres penales de Nuevo León, Caballero no sólo no fue acusado, sino siguió en el puesto como si nada.

Fue su subalterno y la directora del Penal del Topo Chico los que fueron acusados y detenidos por la masacre, pero no así Caballero.

La semana pasada pasó el escándalo de los videos del penal de Apodaca donde se revelan abusos y humillaciones a los reos.

Una vez más el gobierno despidió al subdirector y a funcionarios menores, pero Caballero, el responsable de los penales, sigue en su cargo como si nada.

Salinas no puede con Barroso

El coordinador del PAN en el Congreso, Arturo Salinas, sigue pero no consigue expulsar del PAN al diputado panista Ángel Barroso.

En los últimos días Salinas buscó en vano conseguir el apoyo de los líderes del PAN de Nuevo León para sacar de la bancada a Barroso.

Salinas logró el apoyo de Zeferino Salgado, líder del Grupo San Nicolás, sin embargo no fue suficiente para iniciarle un procedimiento por indisciplina a Barroso.

Hay que recordar que el legislador albiazul desde hace tiempo no reconoce como coordinador a Salinas en el Congreso y trae su propia agenda.

Desde entonces Barroso se ha convertido en un contrapeso –o mejor dicho en un obstáculo- para las negociaciones oscuras de Salinas con el Gobierno del Estado o con líderes priistas para aprobar cuentas públicas chuecas.

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