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Un pacto made in USA

Destacados senadores republicanos y demócratas prometieron el lunes impulsar una iniciativa migratoria de amplio alcance en el Senado para mediados de año, dando un posible camino a la ciudadanía a unos 11 millones de inmigrantes que viven sin residencia legal en el país.

Los senadores reconocieron obstáculos que han hecho fracasar estos esfuerzos en el pasado, aunque indicaron que tras las elecciones de noviembre —cuando los hispanos apoyaron masivamente al presidente Barack Obama y otros demócratas— esta vez podría ser diferente. 

Todo apunta a que este año hay más posibilidades de que se apruebe la reforma porque los republicanos han perdido electorado hispano
"Lo que se pretende es una (...) especie de borrón y cuenta nueva que clarifique la situación real y envíe un mensaje (...) de que no se admitirá más ilegalidad”
Antonio CañoCorresponsal de El País en Washington

Destacados senadores republicanos y demócratas prometieron el lunes impulsar una iniciativa migratoria de amplio alcance en el Senado para mediados de año, dando un posible camino a la ciudadanía a unos 11 millones de inmigrantes que viven sin residencia legal en el país.

Los senadores reconocieron obstáculos que han hecho fracasar estos esfuerzos en el pasado, aunque indicaron que tras las elecciones de noviembre —cuando los hispanos apoyaron masivamente al presidente Barack Obama y otros demócratas— esta vez podría ser diferente. 

Además, varios republicanos de renombre han dicho que su partido debe subirse al tema migratorio si tienen la esperanza de tener avances con los hispanos, un grupo de electores que cada vez tiene mayor peso. 

Aun así, no está asegurada la aprobación de una iniciativa tan controvertida en el Senado de mayoría demócrata, y un obstáculo mayor podría llegar más tarde en la Cámara de Representantes, que es dominada por los republicanos conservadores que han mostrado poco interés en una reforma migratoria. 

El acuerdo abarcaría además seguridad fronteriza, trabajadores temporales y verificación de los antecedentes de los trabajadores por parte de los empleadores. Todavía falta detallar los planes, y todos los senadores reconocen que enfrentarán meses de peligrosas negociaciones políticas.

Pero con un Obama reelecto y buscando cumplir su promesa, los legisladores argumentaron que después de seis años de esfuerzos legislativos para esta reforma, las posibilidades de la aprobación este año son mucho más elevadas.

“Pensamos que este será el año en el que el Congreso finalmente lo consiga. La política en el tema ha dado un giro”, indicó Charles Schumer, demócrata por Nueva York, quien agregó que los sondeos muestran más apoyo que nunca para cambios migratorios. 

Este es uno de los pocos temas que podrían unir a republicanos y demócratas en una época tan polarizada. 

Los objetivos

En un documento de cinco páginas, los senadores expusieron a grandes rasgos las cuatro metas que buscan:

—Crear un mecanismo para que los inmigrantes que residen sin autorización legal en EU tramiten su ciudadanía, supeditado a garantizar la seguridad de las fronteras y un mejor seguimiento de las personas que llegaron con visas.

—La reforma del sistema de inmigración legal, que incluya la concesión de tarjetas de residencia (green cards) a los inmigrantes que se gradúen de maestrías, doctorados y otros títulos de educación avanzada en Ciencias, Matemáticas, Tecnología o Ingeniería en alguna universidad estadounidense.

—Crear un sistema de verificación eficaz en el mercado laboral para garantizar que los empleadores no contraten a inmigrantes que no cuentan con la debida documentación.

—Permitir el ingreso de más trabajadores poco calificados y permitir que los empleadores contraten inmigrantes siempre y cuando demuestren que no pudieron contratar a un ciudadano estadounidense.

El factor Marco Rubio

El grupo parece tener un recién llegado notable en Rubio, de ascendencia cubana y un potencial candidato presidencial en las elecciones de 2016, cuya buena fe conservadora puede ayudar a allanar el camino para ganar el apoyo entre los conservadores.

Rubio ha trabajado con el grupo y también ha detallado sus propias propuestas migratorias, las cuales han obtenido una reacción positiva en lo general por parte de la prensa conservadora.

“Hay 11 millones de seres humanos en este país que viven sin permiso legal. Esto no hace feliz a nadie. (…) Y tenemos la obligación y la necesidad de evaluar la realidad de la situación que enfrentamos”, dijo Rubio el lunes.

A fin de satisfacer las inquietudes de Rubio y otros republicanos, los senadores pidieron que primero se completen ciertas medidas en materia de seguridad fronteriza antes de dar pasos importantes en el camino hacia la ciudadanía.

Incluso en ese caso, quienes residen sin permiso legal en EU, tendrían que calificar primero para un “estatus legal de prueba” que les permita vivir y trabajar en el país —pero sin calificar aún para recibir prestaciones federales— antes de poder solicitar la residencia permanente. Una vez que se les permita presentar una solicitud, lo harían detrás de todos los demás que ya han solicitado una tarjeta de residencia dentro del sistema de inmigración actual.

Eso podría ser un proceso muy complicado, pero cómo hacerlo más operativo será tema que se abordará en negociaciones futuras. 

Los senadores contemplan un proceso más ágil para la obtención de la ciudadanía para los llamados “dreamers”, es decir, los inmigrantes que fueron traídos por sus padres a EU cuando eran niños, y para los trabajadores agrícolas.

Por su parte, la Asociación Nacional para la Defensa de los Derechos Civiles (ACLU por sus siglas en inglés) dijo en un comunicado que el marco acordado por los senadores debería proveer protecciones importantes a favor de los inmigrantes no autorizados que son sujetos de explotación por parte de empleadores y viven en “constante temor” debido a su condición migratoria. (AP)

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