De acuerdo con el último reporte de la Agencia Meteorológica de Japón la actividad sísmica continuará en el país con un posible terremoto de magnitud 7. Foto: Especial

Primer ministro de Japón afronta terremoto y choque de aviones en su momento más bajo de popularidad

Especialistas consideran que Fumio Kishida debe aceptar la ayuda humanitaria internacional e ir a la zona de la catástrofe para ganar mayor aprobación social

A diferencia de otros países que siguen celebrando el nuevo año 2024, Japón continúa atento ante las catástrofes registradas en el país.

Con el sismo de magnitud 7.6 del pasado 1 de enero, el gobierno del primer ministro Fumio Kishida sigue emitiendo medidas urgentes, como el envío por aire de suministros esenciales como gasolina, agua y alimentos, y la conexión a la electricidad. De acuerdo con información de las autoridades, más de 30 mil hogares se quedaron sin luz en la periferia de Ishikawa, donde fue el epicentro del terremoto.

El sismo de magnitud 7.6 en la región de Noto dejó al día de ayer 64 personas sin vida. Foto: Especial
El sismo de magnitud 7.6 en la región de Noto dejó al día de ayer 64 personas sin vida. Foto: Especial

A pesar del accionar de las autoridades ante las consecuencias del sismo, que también dejó daños estructurales y a 64 personas sin vidas según el último reporte al cierre de esta edición, la Agencia Meteorológica de Japón informó que la actividad sísmica continuará.

“En áreas donde el temblor fue fuerte, existe un mayor riesgo de derrumbe de casas y deslizamientos de tierra”, se lee en el oficio de la agencia gubernamental emitido ayer.

Del mismo modo, la Agencia enfatizó que había probabilidades, aunque mínimas, de que durante aproximadamente una semana se registre un nuevo sismo de magnitud 7, pues así ha ocurrido en casos pasados con terremotos similares.

Al cierre de esta edición, iban registradas hasta 499 réplicas del sismo con intensidad 1 o superior, llegando a 7. Al respecto, el ministro Kishida ha declarado en conferencias de prensa diarias que su administración seguirá haciendo todo lo que esté en sus manos para brindar socorro, servicios de rescate y suministros de transporte para salvar vidas.

Un choque de dos aviones 24 horas después del terremoto en Japón

Además de enfrentar los retos sociales, de seguridad y económicos que trae consigo un sismo, el gobierno nipón debe abordar el incidente entre dos aviones registrado solo 24 horas después del terremoto, en el aeropuerto Haneda de Tokio.

Según los últimos reportes de medios locales, aunque las 367 personas que iban a bordo del avión de Japan Airlines fueron rescatadas, cinco miembros de la tripulación fallecieron y el capitán se encuentra en estado crítico.

El avión se incendió al chocar en su aterrizaje con otra aeronave perteneciente a la Guardia Costera que ayudaba a las labores del sismo; un acto que puso a Japón en la mira internacional por las imágenes compartidas vía redes sociales en las que se aprecia cómo el fuego se esparció.

La maestra Norma Soto, docente e internacionalista de la Universidad La Salle, concuerda que el incidente de los aviones pudo deberse por falta de coordinación, dando como resultado un incendio.

En entrevista, la académica reafirma que entre las medidas que debe llevar a cabo el primer ministro ante las dos catástrofes registradas en su país es la aceptación de ayudas internacionales.

“Las acciones que el ministro haga deben ser favorables para centralizar su poder y que se vean como actos humanitarios muy ad hoc a lo que pasa en una situación de tragedia”, puntualiza.

Fumio Kishida y su baja popularidad; ¿qué hacer para impulsarla?

Los desastres en Japón llegan en un momento poco alentador para el primer ministro nipón, quien en el mes pasado registró una aprobación de apenas el 16 por ciento, según la encuestadora The Morning Consult.

De acuerdo con la internacionalista de la Universidad La Salle, el ministro Kishida no ha tenido muy buena popularidad porque “le falta tomar más acciones con carácter que coadyuven a tener mejor presencia”.

“Debe hacer muchas cosas (para impulsar su aprobación), como un plan estratégico para desglosar la ayuda interna e internacional. En sus declaraciones, debe motivar a las personas y no dejar de dar a conocer todas sus acciones en favor de la gente.

“Tiene que luchar contra reloj para que los problemas que están afectando a su gente se vayan terminando, y para eso debe estar más interesado en lo humanitario que en lo político como ha dejado ver en sus discursos”, añade la docente.

Desde el punto de vista de Soto, otra forma de que el mandatario gane mayor popularidad es que se desplace a la zona de la catástrofe y atienda de primera mano la emergencia, siempre y cuando resguarde su figura como primer ministro.

“Puede hacer un despliegue rápido, directo, y eso le puede dar puntos a su favor”, describe la internacionalista.

Fumio Kishida lleva solo dos años al mando de Japón, luego de que ganó las elecciones en septiembre de 2021, cuando su principal reto gubernamental era enfrentar las consecuencias económicas y sanitarias de la pandemia por COVID-19.

El liderazgo inicial en su país hizo que el ministro mantuviera mayoría unitaria en las elecciones de noviembre de 2021, lo que le dio más libertad de acción en el Parlamento para aprobar sus propuestas de ley.

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