Corea del Norte lo volvió a hacer: lanzó un nuevo misil balístico intercontinental (ICBM), acto criticado sobre todo por Estados Unidos

Estados Unidos, detrás de Kim Jong-un por el lanzamiento de nuevo misil

A pesar de la petición de la Unión Americana de imponer nuevas sanciones a Corea del Norte por el lanzamiento de un nuevo misil, especialistas consideran poco probable que ello se apruebe debido al veto de ciertos países y para no generar un nuevo conflicto mundial. Por lo contrario, se esperaría una negociación para mejor la situación

Corea del Norte lo volvió a hacer: lanzó un nuevo misil balístico intercontinental (ICBM), un acto que fue criticado por la mayoría de la comunidad internacional, en especial por Estados Unidos.

Tras darse a conocer este hecho, fue Linda Thomas Greenfield, embajadora estadounidense en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, quien solicitó más represalias contra el Estado asiático debido a sus acciones.

Sin embargo, hasta el día de ayer, el Consejo no había dado a conocer si en efecto se implementarían nuevas sanciones, como así lo ha hecho en años anteriores.

En 2017, por ejemplo, se le impidió a los miembros de la ONU comprar, directa o indirectamente, los productos norcoreanos, debido al lanzamiento de sus misiles, e hicieron que las exportaciones de petróleo al país asiático siguieran limitadas.

De acuerdo con la Agencia Central de Noticias de Corea, fue el pasado 24 de marzo que el gobierno del líder norcoreano, Kim Jong-un, ordenó lanzar un Hwasong-17, el cual alcanzó un vuelo de 67 minutos, aterrizando en aguas entre Corea del Norte y Japón; un ICBM que no se había visto desde 2017.

Ante este panorama, el maestro César Soto Morales, internacionalista de la UNAM, opina que a pesar de la postura de Estados Unidos, en realidad es poco probable que se aumenten nuevas represalias a la nación asiática, debido al veto que podría haber de ciertos países, como Rusia y China, por las condiciones internacionales actuales al haber una guerra en Europa.

Además, para él, el gobierno norcoreano decidió lanzar su Hwasong-17 con el fin de mostrarle al mundo que tiene ese nivel de armas, y así evitar que cualquier país aliado a la Unión Americana se le pudiera ocurrir una ofensiva en su contra.

Bajo esa línea, Michelle Calderón García, maestra en Estudios de Asia y África por el COLMEX, destaca que la intención de Jong-un con el lanzamiento de su último misil fue reafirmar su posición política, y su vez medir la reacción del presidente electo de Corea del Sur, Yoon Suk-yeol, quien a lo largo de su campaña señaló a Corea del Norte como el principal enemigo de su país, criticando al joven líder por su armamento.

“Actualmente parece que habrá menos coordinación para recrudecer las sanciones (contra Corea del Norte); sin embargo, es posible que si se realiza otro lanzamiento, genere más alerta a nivel internacional y se proceda nuevamente a imponer represalias”, destaca la también internacionalista.

Alto a los misiles a cambio de beneficios

Con el lanzamiento de sus cohetes, además de que Corea del Norte ha intentado mostrar su poderío armamentístico a la comunidad internacional, a lo largo de los años también ha buscado beneficios a su favor, siempre y cuando frene sus misiles.

En entrevista, la doctora Natalia Rivera Ángel, docente de la materia de Asia-Pacífico en el Sistema de Universidad Abierta y a Distancia de la UNAM, opina que Kim Jong-un pudo aprovechar que la comunidad internacional está enfocada en Ucrania para lanzar su misil y así tratar de mandar un mensaje.

“Recordemos que el gobierno norcoreano utiliza este tipo de acciones como una forma de presionar o llevar a cabo negociaciones (…). Es su forma de obtener algún beneficio, como petróleo, alimentos o incluso vacunas contra el COVID-19. Aún no lo sabemos.

“En ese sentido, yo anhelaría que Kim Jong-un se sentara a la mesa a negociar y decirle especialmente a Estados Unidos qué es lo que necesita en este momento”, remarca la especialista.

Y aunque en años anteriores la Unión Americana y Corea del Norte han negociado para frenar las armas a cambio de ciertos beneficios, como sucedió en el periodo del expresidente Donald Trump, el gobierno norcoreano sólo ha frenado sus acciones a mediano plazo.

En ese sentido, la doctora Rivera Ángel espera que en lugar de sanciones, el Consejo de Seguridad de la ONU exhorte al diálogo con el fin de obtener mejores negociaciones con la administración norcoreana.

“Me parece que lo que estaría haciendo Naciones Unidas sería instar a la negociación, a que Corea del Norte frene este tipo de lanzamientos. Creo que sería lo mejor porque no nos convendría tampoco una tensión en esta zona considerando el conflicto que ya hay en Ucrania. Tener muchos frentes abiertos podría dificultar un poco más las cosas”, sostiene la maestra.

Bajo ese panorama, se esperaría que hubiera una mayor participación por parte del líder Kim Jong-un, aun cuando se caracteriza por tener un perfil no muy racional ni sensato.

De ese modo, se prevé que sea Estados Unidos quien intente acercarse en primera instancia, siempre y cuando Corea del Norte no amenace a su territorio ni al de ninguno de sus socios como ya lo ha establecido en diferentes ocasiones el presidente Joe Biden.

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