Desde repartidores que colaboran con alguna aplicación, hasta conductores de automóvil que ofrecen sus servicios a través de plataformas digitales; una gran cantidad de personas en el país han encontrado una fuente de ingreso al autoemplearse a partir de la economía de encargos. Foto: Especial

Trabajar por medio de aplicaciones y generar resiliencia financiera, al mismo tiempo, es posible

Las personas que encuentran una fuente de ingresos dentro de las plataformas digitales que actualmente operan en el país pueden contar con las herramientas de planeación necesarias para sortear la precariedad laboral que les rodea

A pesar de la precariedad laboral que caracteriza a miles de mexicanos que realizan actividades económicas por cuenta propia a partir de una aplicación digital, existe la posibilidad de que experimenten una mejora en su condición de inclusión financiera y bienestar diario a partir de estrategias de administración, ahorro y gasto.

Desde repartidores que colaboran con alguna aplicación, hasta conductores de automóvil que ofrecen sus servicios a través de plataformas digitales; una gran cantidad de personas en el país han encontrado una fuente de ingreso al autoemplearse a partir de la economía de encargos, una condición que si bien ha logrado abrir las puertas para insertarse en la esfera laboral mexicana, en casi la totalidad de los casos lo ha hecho a partir de un contexto marcado por los bajos ingresos y nula seguridad social; por lo que suele considerarse que ahorrar, acceder a un crédito o invertir son acciones lejanas para ese grupo de trabajadores.

Sin embargo, no necesariamente resulta así, ya que los avances en términos del análisis conductual de los trabajadores de aplicación han permitido conocer los mecanismos y estrategias por medio de los cuales se puede impulsar una mejora en su bienestar e inclusión financiera, de acuerdo con el análisis realizado por el centro de investigación Common Cents Lab y el centro para el crecimiento inclusivo de Mastercard.

“Sí, hay una precariedad, pero también existe una oportunidad ante la apertura laboral que las plataformas han generado; fuentes de ingreso con ciertas limitaciones pero que figuran como una alternativa al final del día, y hemos aprendido desde las ciencias del comportamiento, la psicología social y la economía conductual, que existen maneras para asesorar a los trabajadores y que estructuren sus ingresos y su canasta de recursos de una manera que les permita experimentar un mayor bienestar, sin negar todo lo que les rodea”, expone a Reporte Índigo, Antonieta Castro, investigadora senior del comportamiento en Common Cents Lab.

Y es que, el Instituto Mexicano del Seguro Social ha estimado que más de medio millón de mexicanos se emplean a partir de aplicaciones de entrega de alimentos y mercancías, comercio electrónico y hasta de transporte privado; trabajando por encima de las 40 horas semanales, de acuerdo con el Instituto de Estudios sobre Desigualdad y las propias empresas, para ganar, en promedio, de dos a tres mil pesos a la semana.

Una situación compleja donde incluso ocho de cada 10 repartidores de plataformas en México, por ejemplo, han reportado que su relación con la aplicación figura como su única actividad económica, según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL); cuestión por la cual la planeación financiera y el consumo inteligente, además de las inversiones en equipo han resultado fundamentales en el camino de generar resiliencia ante la gran desigualdad que impera en el país.

Administración y ahorro, el primer paso para poder tener buenas condiciones financieras

Mantener una organización y control del ingreso, por más reducido que sea, ayuda a poder detectar la cantidad económica que puede destinarse al ahorro y generar un recurso que puede utilizarse con fines productivos o para atender una emergencia, considera Castro.

Al respecto, análisis aplicados a la conducta de consumidores de bajos ingresos han expuesto que la partición del recurso económico aumenta el autocontrol y disminuye el gasto, cuestión que se refuerza con recordatorios visuales; sobres con el nombre o foto de lo que se desea adquirir figura como una sugerencia para incentivar el ahorro.

Invertir en el futuro y prevenir riesgos, ya que el autoempleo está lleno de incertidumbre

El dinero ahorrado puede usarse para adquirir medios para continuar trabajando a partir de una aplicación, pero también funciona para hacerse de un seguro de vida o invertir en un plan de retiro, atendiendo a la precariedad laboral y poca certidumbre que brinda, a futuro, emplearse a partir de una plataforma digital.

Si el monto ahorrado no resulta suficiente para poder invertir en equipo, el financiamiento que diversas plataformas ofrecen a sus usuarios resulta como una opción atractiva; al respecto, 74 por ciento de los vendedores que realizan sus operaciones por Mercado Libre han accedido a su primer crédito a partir de las opciones que ha puesto a su alcance la aplicación.

Incrementar los ingresos, o pelear por mejores condiciones laborales

Dados los ingresos que repartidores, conductores y hasta comerciantes digitales registran, resulta necesario evaluar opciones adicionales para incrementar la remuneración personal, o impulsar propuestas que puedan darle más y mejores condiciones laborales a toda aquella persona que encuentre en una aplicación una fuente de empleo.

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