Grietas en el gabinete

El futuro económico de México, al menos en el corto plazo, está en manos de la administración de Donald Trump, el presidente que promete realizar el cambio de política económica más radical desde el gobierno de Ronald Reagan.

Sin embargo, ni México, ni el mercado, ni la clase política estadounidense han podido descifrar cuál será el rumbo concreto que tomará este cambio.

“Una fuente de incertidumbre importante es el nacionalismo económico (...) porque en este punto no sabemos cómo el lenguaje se traducirá en políticas concretas”
Catherine MannEconomista en jefe de la OCDE
“No veo ninguna posibilidad de reducir artificialmente el superávit comercial de Alemania. ¿Forzaremos a los ciudadanos alemanes a que compren autos americanos? ¿El presidente de Estados Unidos quiere que los americanos dejen de comprar autos alemanes?”
Juergen HardtCoordinador de políticas transatlánticas del gobierno alemán

El futuro económico de México, al menos en el corto plazo, está en manos de la administración de Donald Trump, el presidente que promete realizar el cambio de política económica más radical desde el gobierno de Ronald Reagan.

Sin embargo, ni México, ni el mercado, ni la clase política estadounidense han podido descifrar cuál será el rumbo concreto que tomará este cambio.

El gabinete económico de Trump exhibe una descoordinación y una confrontación interna que pone en tela de juicio la capacidad del gobierno para implementar una ambiciosa agenda que va desde una reforma fiscal hasta una renovación completa de la política comercial. 

La diferencia en el perfil, profesional e ideológico, de los principales responsables de la política económica es uno de los obstáculos evidentes para lograr los objetivos de crecimiento, desregulación y reducción del déficit comercial que Trump prometió en campaña.

Analistas agregan que los otros dos obstáculos más notorios son el enfrentamiento de la Casa Blanca con gran parte de los mandos medios de la burocracia federal, que está encargada de la ejecución de las políticas del presidente; así como el rápido desvanecimiento del capital político de la nueva administración.

La división al interior de los legisladores del Partido Republicano se ha vuelto patente en  temas elementales para la agenda de Trump como la construcción del muro, la sustitución del programa denominado Obamacare y la posible implementación de un impuesto de ajuste fronterizo.

Ayer, Mitch McConnell, senador republicano por el estado de California y líder de mayoría en la cámara alta, declaró que no ve posible que México pague por el muro fronterizo, la promesa emblema de Donald Trump.

Batallas internas en Washington

El consenso de analistas refiere que la tensión entre el poder ejecutivo y el poder legislativo es común en el sistema político de Estados Unidos. No obstante, lo que es menos común es el hecho de que se haga público que asesores de la Casa Blanca estén bloqueando las opciones de miembros del gabinete económico para ocupar puestos clave.

Esta semana, David Nason, un ejecutivo de General Electric especializado en auditoría, anunció que se retiró del proceso para ocupar la vicepresidencia de supervisión de la Reserva Federal. El puesto es una de las posiciones más importantes en materia de regulación, cuyo campo de acción es de gran interés para los objetivos de la administración de Trump.

Nason, quien fue subsecretario del Tesoro bajo la gestión del secretario Hank Paulson, contaba con el apoyo de Gary Cohn, el director del Consejo Económico Nacional y ex presidente de Goldman Sachs que ahora está encargado de diseñar el programa de desregulación de este gobierno.

La vicepresidencia de supervisión ha estado vacante desde que la posición fue creada en el 2010. Anteriormente, sus funciones habían sido ejercidas de manera informal por el gobernador del banco central Daniel Tarullo, quien se retirará en abril.

De acuerdo al servicio de noticias Breakingviews, Nason no recibió el apoyo suficiente de oficiales de la Casa Blanca, quienes criticaron su rol en el rescate financiero que el Departamento del Tesoro diseñó en el 2008.

En el Departamento del Tesoro, a cargo del ex socio de Goldman Sachs Steven Mnuchin, sucede algo similar. El secretario, el único funcionario de alto nivel en el Departamento que ha sido confirmado por el Senado, no ha podido obtener el apoyo de los asesores de la Casa Blanca para seleccionar al subsecretario del Tesoro, al encargado de asuntos domésticos, al encargado de asuntos internacionales y al encargado legal del despacho.

La agencia Bloomberg reporta que Mnuchin se ha quejado en privado de que funcionarios de la Casa Blanca están bloqueando sus opciones debido a consideraciones relacionadas con la “lealtad hacia el presidente”.  Se refiere que en un caso se desechó la selección de un funcionario por el contenido de su línea de tiempo en Twitter.

Mnuchin ha intentado formar un equipo a su imagen y semejanza, buscando incorporar perfiles como el del ex socio de Goldman Sachs Jim Donovan y el de David Malpass, ex economista en jefe de Bear Sterns, ex subsecretario del Tesoro con Reagan y ex subsecretario de Estado con George W. Bush.

Señales descoordinadas

El enfrentamiento al interior de la Casa Blanca se ha traducido en el envío de señales mixtas. En la misma semana, dos miembros clave de la administración para el desarrollo de la política comercial ofrecieron declaraciones descoordinadas.

Desde el viernes, Wilbur Ross, el secretario de Comercio, emprendió una gira de relaciones públicas en los medios para asegurar que la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte podría beneficiar a México y al peso.

Por otra parte, el lunes, Peter Navarro, director del Consejo Nacional de Comercio, dio una conferencia y publicó un artículo de opinión en el que argumentó que el déficit comercial de Estados Unidos representa una cuestión de seguridad nacional. Los posicionamientos de Navarro fueron duramente criticados por economistas de todo el espectro ideológico.

No obstante, ante la divergencia de opiniones, la comunidad internacional aún considera que  la administración de Trump estará caracterizada por la retórica proteccionista.

Esta semana, la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos, el presidente del Banco Central Europeo Mario Draghi y un miembro del gabinete del gobierno de la canciller alemana Angela Merkel emitieron posicionamientos externando preocupación respecto a los peligros del “nacionalismo económico” y del proteccionismo.

Boicot a Goldman Sachs

La prensa estadounidense reporta que funcionarios de la Casa Blanca han bloqueado la designación de posiciones clave a cargo de miembros del gabinete económico que fueron exejecutivos del banco de inversión

Gary Cohn

> Director del Consejo Económico Nacional

> Expresidente de Goldman Sachs

> Encargado de diseñar un programa de desregulación

> Impulsó a David Nason a la vicepresidencia de supervisión de la Casa Blanca

Steven Mnuchin

> Secretario del Tesoro

> Exvicepresidente ejecutivo de Goldman Sachs

> Prometió diseñar el paquete de reforma fiscal para antes de septiembre

> Ningún subsecretario que requiere confirmación del Senado ha sido designado

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