Las principales barreras para una menstruación digna son prejuicios, falta de acceso a infraestructura sanitaria y la ausencia de información. Foto: Especial

Menstruación dolorosa, hablemos de ella para poder atenderla

Reconocer y hablar en torno a un periodo menstrual doloroso es uno de los principales lineamientos de la menstruación digna que permite tener acceso a atención médica, sin desigualdad, ni discriminación

“Qué exagerada”, “no es para tanto”, “tómate una pastilla”, son algunos comentarios que la mayoría de las personas menstruantes escuchan cuando tienen cólicos.

La normalización de los dolores menstruales, la invisibilización de estos padecimientos, los tabúes en torno a este proceso fisiológico, e incluso prácticas médicas deficientes impacta en la vida de las personas que tienen períodos con dolor intenso .

Uno de los elementos que han apoyado a la normalización de las menstruaciones dolorosas es la publicidad, en donde se invitan a las personas a continuar con actividades cotidianas durante el periodo pese al dolor.

“Tienes que seguir siendo productiva, como si la menstruación no estuviera”, dice Alejandra Collado, especialista en estudios de género del Centro de Investigación de Estudios de Género de la UNAM.

De la lucha por su visibilización surge el concepto de menstruación digna gracias al trabajo de activistas y colectivas menstruales, que busca el  “reconocimiento de que nuestra menstruación y la manera en la que menstruamos está vinculada directamente con la dignidad humana y con nuestros derechos humanos”, apunta  Collado.

Las principales barreras para una menstruación digna son prejuicios, falta de acceso a infraestructura sanitaria y la ausencia de información.

De acuerdo con el Fondo de Población de las Naciones Unidas, sólo el cinco por ciento  de los padres y madres hablan con sus hijas adolescentes de la menstruación. Mientras que el 69 por ciento de las personas menstruantes tenía poca o ninguna información cuando llegó su primer periodo.

La especialista explica que para  romper con el tabú de la menstruación es necesario estar en contacto con información y así poder acceder a los derechos humanos que se relacionan y cruzan con este proceso, como el derecho a la educación, a la información, a la salud, entre muchos otros.

Lo que no es normal

Según datos de Clínica Condesa, entre el 25 y 60 por ciento de las mujeres padecen cólicos durante su menstruación, pero entre el uno y 15 por ciento de los casos presentan mayor intensidad, lo que se conoce como dismenorrea.

Un proceso doloroso no es normal e incluso es peligroso si no hay atención medica, explica Verónica Reyes Santillán, ginecóloga con alta especialidad en cirugía de mínima invasión.

Dejar pasar dolores menstruales y no realizarse chequeos puede derivar en algo más grave como dejar sin tratamiento a padecimientos como pólipos, miomas o endometriosis. En ese sentido, es necesario llevar a cabo un chequeo médico, para prevenir complicaciones.

Esta normalización también ha sido provocada por atenciones médicas deficientes en las que se indaga el origen de los padecimientos y buscan ocultarlos con analgésicos, que a su vez provoca que condiciones como la endometriosis o el ovario poliquístico sean detectados, en algunos casos, hasta 10 años después o nunca se diagnostican, según Collado.

Permiso ante dolor incapacitante

En febrero de este año el Congreso de la Ciudad de México promovió una iniciativa para reformar los artículos 132 y 133 de la Ley Federal del Trabajo, para otorgar un permiso laboral con goce de sueldo de dos días al mes a personas menstruantes diagnosticadas con dismenorrea incapacitante.

De aprobarse esta iniciativa en el Congreso de la Unión, el permiso se obtendría presentando un certificado que avale esa condición, expedido por especialista de instituciones del Sistema Nacional de Salud.

Sin embargo, la iniciativa ha generado controversia y eso está relacionado con la normalización de los dolores menstruales.

La dismenorrea es un padecimiento común que llega a provocar náuseas, diarrea, dolores de cabeza, fatiga, cólicos fuertes que hace que las personas menstruantes “se doblen de dolor” hasta el desmayo.

Este padecimiento impide a las personas realizar actividades cotidianas como ir a trabajar o la escuela. De quienes tienen esta condición,  23 por ciento sienten que necesitan mentir sobre el motivo de su ausencia durante su periodo, de acuerdo con una investigación de la marca de productos de higiene femenina, Yoppie.

Para Verónica Reyes aprobar este permiso laboral no solo ayudará a visibilizar la problemática que viven personas menstruantes también propiciará que las mujeres con padecimientos subyacentes se trate una vez que se diagnostica la dismenorrea.

Por su parte, Alejandra Collado señala que, de aprobarse la reforma, se pondrá en evidencia la violencia médica que padecen las mujeres y la desvalorización del tema.

Para ambas especialistas, romper el tabú sobre la menstruación es sumamente importante y la iniciativa próxima a aprobarse es el pretexto perfecto para acercar a más mujeres, niñas, adolescentes y personas menstruantes a la problemática.

“Es un buen momento para acercar a las infancias, niñas y niños. Tiene que ser un tema que debe abrirse a todos los espacios”, señala Alejandra Collado.

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