La trampa de la mediocridad

Las características extremas son lo que dan a conocer las cosas. Los niños que uno más recuerda de la primaria son los más introvertidos que solían ser objeto de burla, o aquellos que acaparaban la atención por sus amplias habilidades sociales.

Lo mismo pasa con muchas otras cosas, incluyendo las economías de los países.

Las características extremas son lo que dan a conocer las cosas. Los niños que uno más recuerda de la primaria son los más introvertidos que solían ser objeto de burla, o aquellos que acaparaban la atención por sus amplias habilidades sociales.

Lo mismo pasa con muchas otras cosas, incluyendo las economías de los países.

Pasamos por alto a los países “tibios” que tienen características promedio. Mantenerse conformes es un peligro. En cambio tenemos el foco en los países con mayores ingresos donde sus habitantes se permiten una alta calidad de vida, y en aquellos donde la miseria lleva a la gente apenas a sobrevivir.

Atrapados

La “trampa de pobreza” es el concepto que se ha popularizado para describir a países que se encuentran estancados en su crecimiento económico. La mayoría de los países que figuran en este término se encuentran en la región de África Sub Sahariana.

Países como Kenia y Uganda cada vez reciben más apoyos por filántropos y son motivo de estudio para académicos del desarrollo.

Este tipo de países se caracteriza por mortalidad infantil alta, esperanza de vida baja, crecimiento económico casi nulo y altos niveles de enfermedades mortales como malaria y VIH.

En el otro extremo vemos a países de población pequeña con recursos naturales abundantes. Economías de Medio Oriente como Emiratos Árabes y Qatar, que han generado riquezas por su producción de petróleo.

La trampa de ingreso medio se ha vuelto un tema recurrente entre académicos. 

Esta trampa ocurre cuando un país tiene ventajas promedio, su ingreso per cápita ronda entre los 1 mil y 12 mil dólares, pero no promete llegar a ser una economía de primer mundo.
El mayor problema de este tipo de economías es la falta de competitividad internacional.

Tienen poca inversión, bajo crecimiento de la industria manufacturera, poca diversificación industrial y mercados laborales en malas condiciones. ¿Le suena familiar al modelo mexicano?

¿Cómo salir?

Por un lado, los salarios en México son más altos que en países como China, por lo que no podemos competir contra este tipo de economías en trabajos de poca o nula especialización.

Aun con altos niveles de petróleo, no podemos depender de este recurso.

Corea del Sur ha sido uno de los países que evadió esta trampa al darle importancia a una política educativa, creando una fuerza laboral calificada que ha permitido la innovación en las industrias.

El futuro de México está en la capacidad de desarrollar una fuerza laboral suficientemente hábil para competir con los demás países, no en mejorar la administración de Pemex.

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