La falta de innovación va evitar que México integre industrias de alta especialidad como la de microprocesadores o la transición energética. Foto: Especial

México va atrasado en la revolución industrial ante bajo dinamismo de innovación

Los mexicanos no estamos generando innovación, un elemento indispensable para destacar en la nueva revolución industrial que se está viviendo a nivel mundial por la inteligencia artificial

Mientras a nivel global se vive una revolución industrial y transición tecnológica, en México hay alarma ante el bajo nivel de innovación que se reporta en todo el país.

El registro de patentes es un indicador de los niveles de innovación y en México durante 2022 se registraron 981, una cifra que indica un retroceso de 12 años, toda vez que es el mismo número que se alcanzó en el año 2010. Del periodo que comprende 2001 a 2022, el año 2018 el registro de patentes alcanzó un máximo con mil 555.

“El mundo está atravesando una nueva revolución industrial, entonces no es solamente ponernos al día con las nuevas tecnologías o la inteligencia artificial, el cambio climático está obligando a una transición no sólo de energías de alto contenido de carbono, sino también diferentes materiales para la construcción, el transporte, etcétera. Entonces si no hay un proceso de innovación no vamos a ser un país competitivo”, señala Jesús Carrillo, integrante del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), durante la presentación del Índice de Competitividad Estatal (ICE) 2023.

Este índice identificó que en 15 estados del país, la tasa de patentes solicitadas fue menor a una por cada 100 mil personas de la población económicamente activa. Actualmente Jalisco es considerado el hub de innovación tecnológica, con casi seis patentes solicitadas por cada 100 mil personas de la PEA, en tanto que Campeche, Tlaxcala y Zacatecas son las tres entidades señaladas por no solicitar ni un registro de patentes en 2022.

El subíndice Innovación del IMCO mide la capacidad de los estados para competir con éxito en la economía, particularmente en sectores de alto valor agregado, intensivos en conocimiento y tecnología de punta. Además del registro de patentes, el IMCO toma en cuenta la habilidad de los estados para generar y aplicar conocimiento nuevo, por lo que incluyen indicadores relacionados con las características de las empresas, el contexto en materia de investigación y desarrollo.

Se trata de un panorama muy preocupante, asegura Carrillo quien además advierte que “no estamos innovando, no hay más investigación y desarrollo y sin eso son componentes básicos para la existencia de nuevas capacidades no sólo tecnológicas, sino también pensemos en las capacidades personales que eso implica”.

Además recordó que las economías complejas tienen más capacidades para resolver nuevas tecnologías, para reentrenar a la población en nuevos sectores y en general con capacidad de innovar. En ese sentido, el ICE registra que los estados con economías más preparadas son Nuevo León, Querétaro, Baja California, Chihuahua y Coahuila.

“Una vez más los estados manufactureros, los estados que han recibido a lo largo de las últimas décadas en manufacturas, en procesos de producción más especializados, son estos estados en donde hay estos centros de diseño en manufacturas y donde están orientando en buena medida las empresas para llegar a instalar nuevos procesos productivos”, explica el especialista.

Sin industria de alta especialidad

La falta de innovación va evitar que México integre industrias de alta especialidad como la de microprocesadores o la transición energética que ya están llevando a cabo países desarrollados.

En septiembre de 2022, México fue invitado formalmente por Estados Unidos para participar en un paquete de inversión multimillonario enfocado en la producción de semiconductores.

El plan de Estados Unidos está concentrado en La Ley de Chips y Ciencia, que el presidente Joe Biden firmó en agosto de 2022 y busca enfocar una inversión histórica para aumentar la producción de semiconductores fabricados en ese país y atender las vulnerabilidades de la cadena de suministro para fabricar más dispositivos electrónicos.

En busca de talento

El factor humano es uno de los elementos más importantes para detonar la innovación. En ese sentido, Carrillo apunta a la necesidad de talento capacitado y un mercado más flexible.

“Estamos hablando de una época de cambio a nivel mundial tanto en materia tecnológica como en reglas, porque las reglas del comercio internacional se están modificando, pues también necesitamos talento para intervenir”, señala.

Indicadores que pueden dar un panorama en torno a la generación de talento innovador presentan un panorama poco favorable. Por ejemplo, cuatro de los 32 estados reportaron que más del cinco por ciento de las personas económicamente activas recibieron capacitación. Únicamente Campeche, tiene más del siete por ciento, le siguen Morelos, Hidalgo y San Luis Potosí.

“Esto redunda en ingreso porque la competitividad, la productividad y los salarios están relacionados de manera muy estrecha”.

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