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La manzana de la discordia

Las reservas de efectivo de Apple, que al cierre del 2015 eran de 216 mil millones de dólares, se han convertido en objeto de discordia para las autoridades fiscales de Europa y Estados Unidos.
 
Apple, la firma pública con el mayor valor de capitalización de mercado en el mundo, podría enfrentar una factura fiscal de hasta 19 mil millones de dólares, según una estimación del banco JP Morgan.<

Este año, la farmacéutica Pfizer promovió una fusión de 160 mil millones de dólares con la firma irlandesa Allergan para cambiar el domicilio fiscal del la compañía a Europa, evitando una onerosa factura de impuestos.&nbsp;
Las reservas de efectivo de Apple, que al cierre del 2015 eran de 216 mil millones de dólares, se han convertido en objeto de discordia para las autoridades fiscales de Europa y Estados Unidos.
 
Apple, la firma pública con el mayor valor de capitalización de mercado en el mundo, podría enfrentar una factura fiscal de hasta 19 mil millones de dólares, según una estimación del banco JP Morgan.
 
Las operaciones en Irlanda de la compañía de Cupertino, California se encuentran bajo el escrutinio de la Comisión Europea, la cual emitirá un reporte esta semana respecto a las conclusiones de una investigación sobre presuntas irregularidades en la asignación de subsidios  para Apple. La Comisión Europea decidirá si Irlanda ofreció ayuda ilegal para que la compañía se estableciera en ese país.
 
A pesar de que Irlanda podría recaudar una cantidad significativa de dinero, el gobierno ha dicho que apelarán el fallo de la Comisión Europea si éste determina que Apple recibió ayuda ilegal.
 
La flexibilidad del régimen fiscal irlandés ha atraído la operación de empresas que desean evitar los altos costos impositivos de dejar sus reservas de efectivo en Estados Unidos. Irlanda cuenta con un impuesto corporativo de 12.5 por ciento. El impuesto comparable de Estados Unidos es de 35 por ciento.
 
Este año, la farmacéutica Pfizer promovió una fusión de 160 mil millones de dólares con la firma irlandesa Allergan para cambiar el domicilio fiscal del la compañía a Europa, evitando una onerosa factura de impuestos.
 
Sin embargo, el acuerdo fue detenido por la administración del presidente de Estados Unidos Barack Obama. El gobierno estadounidense se ha enfocado en fortalecer su capacidad para gravar a las grandes corporaciones, eliminando lagunas legales que permiten a estas compañías sacar su dinero del país para evadir impuestos.

 

EU vs UE

 

En un marco en el que los promotores de la cooperación fiscal internacional enfrentan obstáculos para generar mecanismos de coordinación eficiente, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos le disputa a la Comisión Europea el cobro de los impuestos de Apple.
 
La administración de Obama no sólo ha expresado su repudio público a las compañías que retiran sus operaciones al exterior por motivos fiscales, sino que la acción de la Comisión Europea podría cortar de tajo cualquier oportunidad del gobierno americano para gravar alguna parte del efectivo de Apple.
 
El gobierno de Estados Unidos acusó a la Comisión Europea de exceder su autoridad y de violar normas de los estándares internacionales de las políticas globales de impuestos.
 
El escrutinio de la Comisión Europea sobre Apple ocurre en un contexto en el que Bruselas se ha enfrentado abiertamente a las compañías de tecnología de Silicon Valley en materia de impuestos y regulaciones. El caso fiscal de Apple ya cuenta con un precedente: en el 2014, las conclusiones preliminares de la investigación señalaron que los acuerdos fiscales de Apple habían sido diseñados explícitamente para ofrecer un impulso financiero a la compañía.
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