La importancia de China

El mandato de la Secretaría de Economía, la dependencia federal encargada de la política comercial del Estado mexicano, es diversificar. México ha buscado alternativas que le permitan reducir su dependencia del mercado estadounidense con la finalidad de fortalecer su posición en la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).

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De la inversión extranjera directa que México recibió entre 1999 y 2014 provino de China
“De parte del gobierno chino no hay dificultades para entrar en este tema. Tenemos un gran interés en profundizar y ampliar nuestros nexos con México”
Qiu XiaoqiEmbajador de China en México
México podría iniciar conversaciones con China para evaluar la posibilidad de un tratado de libre comercio con la segunda mayor economía del mundo, de acuerdo a un reporte de la cadena CNN
El gobierno chino ha insistido en que la posibilidad de sentarse a la mesa de negociación le abrirá una oportunidad a México para administrar el creciente déficit comercial con China

El mandato de la Secretaría de Economía, la dependencia federal encargada de la política comercial del Estado mexicano, es diversificar. México ha buscado alternativas que le permitan reducir su dependencia del mercado estadounidense con la finalidad de fortalecer su posición en la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).

La modernización de un tratado de libre comercio con la Unión Europea está en una etapa avanzada, la Alianza del Pacífico ha abierto sus puertas a la eventual incorporación de socios que habrían conformado el extinto Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP, por su siglas en inglés) y se prepara también, una profundización en la relación comercial con Argentina y Brasil, dos grandes exportadores de granos de soya y maíz.

Ahora, México podría iniciar conversaciones con China para evaluar la posibilidad de un tratado de libre comercio con la segunda mayor economía del mundo, de acuerdo a un reporte de la cadena CNN. El secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, visitará China en septiembre.

Qiu Xiaoqi, el embajador de China en México, dijo que de parte de su gobierno no existe dificultad alguna para entrar en este tema: “Tenemos un gran interés en profundizar y ampliar nuestros nexos con México”.

Sin embargo, históricamente, la relación comercial con China ha sido un tabú para la política comercial mexicana. México fue el último de 36 países en sentarse a negociar con China para establecer los términos de su entrada a la Organización Mundial de Comercio (OMC) en el año 2001.

Además, la plataforma de exportación de China compite directamente con las manufacturas mexicanas que se venden en Estados Unidos y en otros mercados. El consenso de analistas refiere que la ausencia de un tratado de libre comercio entre México y China se debe en gran medida a la falta de complementariedad entre sus estructuras económicas.

Sí al comercio, no a la inversión

Paradójicamente, México ha optado por una política de apertura comercial hacia China, pero ha limitado sistemáticamente su injerencia en la provisión de inversión extranjera directa.

El amplio déficit comercial que México mantiene con China, el cual fue de 64 mil millones de dólares en 2016, contrasta fuertemente con los bajos niveles de participación de la inversión china como porcentaje total de los flujos de inversión extranjera directa. Entre 1999 y 2014, China contribuyó con apenas 0.1 por ciento de la inversión extranjera que llegó a México.

Esto contrasta con los recientes esfuerzos de la diplomacia económica china, la cual ha focalizado fuertes sumas de inversión extranjera directa hacia América Latina en los últimos años.

Hace dos años, el presidente Xi Jinping se comprometió a invertir más de 250 mil millones de dólares en la región entre el 2015 y el 2019. Hasta el momento, se han gastado poco más de 106 mil millones de dólares en el programa de inversión  en América Latina , de acuerdo a un reporte elaborado por el Instituto Brookings.

No obstante, únicamente el 4.4 por ciento de estos flujos se ha destinado a México. Una cifra insignificante para la segunda mayor economía de la región. En cambio, Brasil, considerado el rival regional de México,  ha recibido el 23.3 por ciento de la inversión.

Enrique Dussel, un experto de la relación México-China, argumenta que la reticencia mexicana a aceptar inversión china obedece a dos factores: los desbalances estructurales en la relación comercial y en el reto que podría significar la entrada de capital chino para el modelo manufacturero mexicano.

El primer factor queda de manifiesto en el  hecho de que las importaciones chinas representan el mayor componente del déficit comercial de México. El coeficiente de importaciones sobre exportaciones de esta relación comercial es de 11 a uno.

Por otra parte, el segundo factor se ha vuelto evidente en el fracaso de los dos proyectos de capital chino de más alto perfil en los últimos años: el Dragon Mart y el tren rápido México-Querétaro.

Buen timing para el acuerdo

El gobierno chino ha insistido en que la posibilidad de sentarse a la mesa de negociación le abrirá una oportunidad a México para administrar el creciente déficit comercial con China.

Además, México podría convertirse en uno de los beneficiarios de la diplomacia económica de China, que ha crecido a pasos agigantados recientemente.

El Banco de Desarrollo de China ya cuenta con más activos que el Banco Mundial, el Banco Central de China tiene abiertas 30 líneas de crédito flexible con diferentes gobiernos y, con la excepción de Estados Unidos y Japón, todos los miembros del G-7 se han adscrito al Banco Asiático de Infraestructura (auspiciado por China).

Esto ocurre a la par de lo que el economista Jeffrey Sachs describe como “la abdicación del liderazgo estadounidense en el sistema multilateral global”. 

La renegociación del TLCAN, una de las grandes promesas de la administración de Donald Trump, al que amenazó con abandonar, es un componente esencial de este nuevo lineamiento de política pública conocido como “América Primero”.

En ese sentido, resulta fundamental el timing del acercamiento entre México y China. El gobierno de Xi Jinping le ha tendido la mano a México en ocasiones anteriores; esta vez podrían encontrar respuesta.

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