urante los siguientes meses la política será el foco de atención de los inversionistas en Wall Street

Año electoral en Wall Street en incertidumbre

Los mercados financieros de Estados Unidos estarán marcados por las elecciones presidenciales, un proceso que aumentará la incertidumbre entre los inversionistas, pero del que históricamente se han logrado recuperar

El mercado estadounidense se prepara para la elección presidencial. Durante los siguientes meses la política será el foco de atención de los inversionistas en Wall Street de cara a una contienda entre el presidente Donald Trump y un candidato demócrata que aún está por definirse.

Desde 2018 la guerra arancelaria se convirtió en la mayor preocupación de los profesionales del mercado, pero con la firma de la primera fase de un acuerdo comercial entre China y Estados Unidos los temores disminuyeron.

A la fecha, el 29 por ciento de los gestores de fondos reconocen que los comicios generarán incertidumbre, aunque en este momento el coronavirus Covid-19 también es un problema adicional, de acuerdo con una encuesta realizada por Bank of America Global Research a 249 participantes del mercado.

A pesar de que los inversionistas están nerviosos en Wall street, históricamente el mercado de valores estadounidense tiende a subir en años electorales sin importar quién se convierta en el inquilino de la Casa Blanca.

El índice S&P 500 ha logrado ganancias por casi un 80 por ciento en estos periodos, mientras que el Dow Jones logra un avance acumulado de hasta 63 por ciento, con una ganancia promedio de 4.82 por ciento.

Según la firma de investigación CFRA Research el S&P 500 ha ganado un 6.6 por ciento promedio desde 1945 cuando un republicano se postuló para la reelección, similar a lo que busca Trump a finales de este año.

Irasema Andrés Dagnini, analista económico financiero, considera que, previo a las elecciones del 3 de noviembre próximo, se repetirá la historia en Wall Street, pero el ejercicio político del 2020 es particular dado que el presidente Trump se enfrenta a una crisis en el sector salud, por lo que además de querer asegurar la victoria en las urnas tratará de estimular la economía.

“El mercado accionario en general responde a las condiciones que se presenten de tal manera que si se observa un crecimiento a lo largo del año, aun cuando sea inferior al año pasado, se puede tener un comportamiento positivo respecto a las elecciones y en todo caso las ganancias serían selectivas en función de factores externos como el tema de salud”, explica la experta.

Coronavirus: Un digno rival en wall street

Desde que Dwight D. Eisenhower tomó la presidencia en 1952 hasta Donald Trump, el mercado estadounidense ha reportado ganancias, salvo por algunos años.

El demócrata John F. Kennedy es una de las excepciones a la regla, ya que el Dow Jones mostró una caída del 9.3 por ciento en las elecciones de 1960. La situación se repitió dos años después cuando el índice tuvo una corrección de 10.8 por ciento y para 1966 ya con Lyndon B. Johnson como presidente la caída anual fue de 18.94 por ciento.

No solo los demócratas experimentaron descalabros, los republicanos también tienen sus traspiés: en el año 2000 con el republicano George W. Bush el Dow Jones perdió más del 6 por ciento.

El Almanaque de Stock Trader muestra que el índice ganó 16 veces desde que Theodore Roosevelt asumió el cargo en 1905 hasta W. Bush.

Con la llegada de Barack Obama las acciones se volvieron a fortalecer en medio de un entorno complejo por la crisis financiera y la caída de las puntocom.

El presidente Donald Trump a menudo se atribuye las buenas rachas en Wall Street, además de que las ocupa como una forma de medir el desempeño de su administración sin perder la oportunidad de compartirlo en su cuenta personal de Twitter.

Durante su campaña el presidente Donald Trump se apoyará del crecimiento económico que tuvo Estados Unidos en el último año
Irasema Andrés DagniniAnalista económico financiero

No obstante, en las últimas semanas las ganancias se evaporaron y el presidente culpó al brote del coronavirus, así como a las ideas económicas y políticas de los candidatos demócratas que comentaron durante su participación en los debates.

Hasta mediados de febrero, el índice Dow Jones acumulaba una ganancia del 61 por ciento, misma que cayó hasta 28.8 por ciento tras la peor semana en Wall Street desde la crisis financiera.

La contienda presidencial comienza a tomar forma luego de los resultados del Supermartes. Por ahora, los dos demócratas que se disputan la candidatura son Joe Biden, con 509 delegaciones, mientras que Bernie Sanders suma 449. El aspirantes que gane 1,991 delegaciones representará a su partido.

En el lado de los republicanos, el actual presidente estadounidense tiene el control de las delegaciones y aunque las probabilidades de que se reelija en la campaña 2020 son altas, la analista Irasema Andrés Dagnini estima que el mercado tiene la capacidad para reaccionar de manera positiva a esta situación si se toman en cuenta varios factores.

“El gobierno actual cuenta con un importante descenso en las tasas de interés lo que favorece en los márgenes de costos financieros porque las empresas pueden disponer de mayor liquidez para invertir en bienes de capital o hacerlo en activos (…) El mercado financiero recibirá positivamente el triunfo de Trump, aunque si el sector industrial se observa débil, los inversionistas serán más selectivos en la composición de carteras en el 2020 y 2021”.

Latin power

Jasmin Singh, directora del despacho Jasmin Singh Law con sede en Nueva York, comparte que en estas elecciones la comunidad latina elegible a votar en el territorio del Tío Sam será crucial, sobre todo al tomar en cuenta que 56 por ciento de los inmigrantes se concentran en cuatro estados clave: California, Nueva York, Tejas y Florida.

“De los 23 millones de inmigrantes que podrán votar, un 16 por ciento forma parte del grupo extranjero más numeroso: los mexicanos. Ellos son los que tendrán más poder y estos números son un récord en Estados Unidos”, detalla la especialista en temas de migración y residencia.

La contribución económica de la población hispana al Producto Interno Bruto (PIB) estadounidense es de 2.3 billones de dólares, de ahí que los aspirantes busquen su respaldo en cada contienda.

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